Este es el disco m¨¢s importante del 'indie' espa?ol y cumple 20 a?os
Con 'Una semana en el motor de un autob¨²s', el grupo Los Planetas dio un paso adelante y comenz¨® a convertirse en leyenda
Los Planetas fue durante mucho tiempo considerado como el gran grupo indie del panorama nacional, cuando en realidad hab¨ªa publicado la mayor parte de sus referencias bajo el amparo de RCA-BMG, luego de RCA-Sony BMG y Sony Music. Es decir, multinacionales. Hasta 2010, tras el lanzamiento de Una ¨®pera egipcia, no consiguieron liberarse del contrato firmado con la discogr¨¢fica. Una relaci¨®n tensa, marcada por las ganas de conseguir libertad de la banda granadina, frente al rigor (y otras cosas) que exige una gran compa?¨ªa a sus artistas.
Esta paradoja, grupo indie con soporte de una multi cuando entra en el estudio, no ha impedido que en el imaginario colectivo los de Jota, su l¨ªder creativo y espiritual, sean considerados como la gran banda indie espa?ola. La que mejor ha sobrevivido al paso del tiempo. La que colecciona hits que permiten plantear conciertos de m¨¢s de dos horas que nunca caen en el desmayo emocional. La que recupera sus ra¨ªces flamencas desde La leyenda del espacio. Y la que es capaz de llevar el trap al universo de guitarras distorsionadas y sonidos lis¨¦rgicos sumando talentos con Yung Beef.
El paso a la mayor¨ªa de edad de la banda que debut¨® con Medusa EP (con la m¨ªtica compa?¨ªa indie Elefant) se produjo ahora hace 20 a?os. Entonces, en abril de 1998, publicaron Una semana en el motor de un autob¨²s, el disco que confirm¨® su madurez tras S¨²per 8 (1994) y Pop (1996) y con el que comenzaron a formar parte de la primera l¨ªnea de los carteles de todos los grandes festivales. Todo desde una perspectiva de autor¨ªa indie y con esa actitud antisistema (frente a medios de comunicaci¨®n y citas de promoci¨®n, entre otros frentes abiertos) que ha caracterizado a la banda a lo largo de toda su trayectoria.
En principio, el elegido para llevar las riendas de la producci¨®n del tercer disco fue Brad Wood, conocido por sus trabajos con Sunny Day Real State, Placebo o Liz Phair. Sin embargo, Billy Corgan se cruz¨® en su camino y le reclam¨® para reforzar el sonido de Adore, el siguiente trabajo de The Smashing Pumpkins. Al final volvieron a recurrir a Kurt Ralske (de los m¨ªticos Ultra Vivid Scene) que ya hab¨ªa pulido el acabado de Pop. Y que tom¨® el relevo de Fino Oyonarte (Los Enemigos) que hab¨ªa hecho lo propio con S¨²per 8.
As¨ª que la banda, tras pasar una temporada de crisis y reci¨¦n reformada con las incorporaciones del escoc¨¦s Kieran Stephen, al bajo, y de Banin, a los teclados, y la confirmaci¨®n de Eric Jim¨¦nez detr¨¢s de la bater¨ªa, se plant¨® en Nueva York para dar forma a su proyecto m¨¢s ambicioso hasta la fecha. Solo Florent (guitarras) y Jota (guitarras y voz, adem¨¢s de compositor principal) sobrevivieron a aquellos primeros tiempos de ?Qu¨¦ puedo hacer?
Las correr¨ªas de la banda en la Gran Manzana quedaron convenientemente retratadas en el reciente libro de Eric, Cuatro millones de golpes, as¨ª como el traum¨¢tico y esencial proceso de creaci¨®n del ¨¢lbum. Antes de entrar en las listas de los mejores discos de la historia del pop espa?ol, Una semana en el motor del autob¨²s se presentaba como una rev¨¢lida para Los Planetas. Desde su retorcido t¨ªtulo, que igual puede hacer referencia al mundo rodante en el que vive un m¨²sico en gira o a los sonidos que producen las drogas cuando retumban en la cabeza, hasta la portada que volv¨ªa firmar Javier Aramburu (su dise?ador entonces de cabecera y mitad del d¨²o Family) todo parec¨ªa abrazar un concepto nuevo.
El disco arranca con Segundo premio, que seg¨²n Jota est¨¢ inspirada en una melod¨ªa de The Magnetics Fields, y donde Eric deja claro con su ritmo machach¨®n y contagioso que su aportaci¨®n va a ser vital en este trabajo y tambi¨¦n va a definir el sonido futuro de la banda. Una historia de separaci¨®n y p¨¦rdida, con un arranque que se sigue coreando en masa en los conciertos ("Sentado esperando a que llames, rezando por que des una se?al, los d¨ªas cada vez van m¨¢s despacio y solamente puedo esperar"), y que supone el reverso de La Copa de Europa, el tema que cierra el disco y que muestra a Los Planetas m¨¢s lis¨¦rgicos y felices con la densidad.
Diez minutos que no hablan sobre f¨²tbol, aunque la inspir¨® el gol con el que Koeman le dio la primera Copa de Europa al Bar?a que guiaba Cruyff, y que tambi¨¦n vuelve a tratar de desamor o de amores que se dan a la fuga: "Desde ahora, hasta el d¨ªa en que me muera, por lo menos cabr¨¢ la sorpresa". Se convirti¨® en la canci¨®n que cerrabas sus shows de la ¨¦poca, un verdadero hit que, como pasa tambi¨¦n con La caja del diablo o La Guerra de las Galaxias, demuestra que a los fans planeteros les gustan las canciones largas, densas, de dif¨ªcil digesti¨®n pero que dejan un gran sabor de boca y ganas de volver a repetir con ellas. Otro m¨¦rito de los de Jota: su gusto por el riesgo y los saltos al vac¨ªo sin paraca¨ªdas.
Desaparecer ("Y tienes tanto que explicar que no te pienso escuchar. Y no sepas qu¨¦ hacer, y no sepas qu¨¦ hacer") y La playa ("Hubo un verano, que fue una pesadilla, si me acuerdo, me duele todav¨ªa") son otras de las disecciones y lecturas sobre la p¨¦rdida y el desamor que propone el disco. La segunda entr¨® de manera inmediata en el Olimpo de las canciones con ritmo de medio-tiempo que Los Planetas factura con tanta habilidad. Y su estribillo se encuentra para los seguidores de la banda a la altura de las cuatro millones de rayas de Eric o del gol de Mendienta, ambos presentes en Un buen d¨ªa. Del pasado tambi¨¦n habla Parte de lo que me debes, en la que Jota ha confesado que est¨¢ presente una melod¨ªa de Sunny Day Real State, otros reyes de la melancol¨ªa pasada por las guitarras distorsionadas.
Pero, sin duda, el estribillo m¨¢s directo y recordado del disco es el de Cumplea?os total, donde Jota va cambiando el texto pidiendo que le pongan otra (cada cu¨¢l que complete qu¨¦ es lo que est¨¢ pidiendo del compositor del tema) y al final sucumbe en la tentaci¨®n: "Y aunque jur¨¦ que nunca m¨¢s, voy a darme una fiesta por mi cumplea?os". Las drogas, al fin y al cabo, est¨¢n muy presentes en este disco. L¨ªnea 1 hace referencia al autob¨²s que ten¨ªa que tomar el cantante para llegar a casa de Florent en Granada, que, curiosamente, era el mismo que cog¨ªan los toxic¨®manos para conseguir una dosis que les calmara el mono. Y de abstinencia, de c¨®mo superarla, de levantarse de la cama y de c¨®mo arreglar la vida trata precisamente la canci¨®n: "Y despu¨¦s pens¨¦: mejor que no. Y puse la televisi¨®n. Sub¨ª a pillar un poco m¨¢s, despu¨¦s de todo esto no est¨¢ mal".
Pero tambi¨¦n se vislumbran una profundidad y nuevos modelos de escritura en las letras de Jota que hasta ahora no se hab¨ªa palpado con tanta facilidad. Laboratorio m¨¢gico, Ciencia Ficci¨®n y Un mundo de gente incompleta hablan sobre la destrucci¨®n personal (y tambi¨¦n social) y de c¨®mo recomponerse cuando uno ha terminado roto en trocitos demasiado peque?os. Y completa el giro hacia la instrospecci¨®n personal Monta?as de basura, en la que el compositor, en un momento espiritual, llega a pedir ayuda a Dios, para salir escapar de su sufrimiento y destrucci¨®n. "Aguantar¨¦, podr¨¦ escapar, podr¨¦ volver. Mi vida va a ser mejor de lo que fue. ?Qu¨¦ va a pasar si no lo es?". Y tambi¨¦n reza, para que algo pase, en la esencial y pausada Toxicosmos: "Y est¨¢ claro, no hay raz¨®n para dudar. Y rezamos para no volver jam¨¢s".
En mayo de 2013, Los Planetas volvieron a tocar ¨ªntegro el disco en el Primavera Sound, coincidiendo con la reedici¨®n del mismo (la de vinilo entr¨® en la lista de los m¨¢s vendidos). Se hac¨ªa justicia y, a la vez, se rend¨ªa homenaje a un disco, cuya influencia no admite discusi¨®n y que como le sucede a los cl¨¢sicos gana con el paso del tiempo. Feliz cumplea?os (total) el pr¨®ximo 13 de abril para una obra maestra como Una semana en el motor de un autob¨²s.
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