Dinero de los pobres para salvar un banco portugu¨¦s
La Santa Casa de Misericordia compromete sus recursos en una inversi¨®n especulativa
Si Robin Hood levantara la cabeza se quedar¨ªan at¨®nitos de c¨®mo est¨¢n cambiando los tiempos. En Portugal se va a usar el dinero de la caridad para salvar un banco. La Santa Casa de Misericordia, primera instituci¨®n ben¨¦fica del pa¨ªs, destinar¨¢ la quinta parte de sus activos, unos 200 millones de euros, para conseguir el 10% del Montep¨ªo, el ¨²ltimo banco con problemas de Portugal. La extra?a inversi¨®n, calificada por las agencias de rating como ¡°especulativa¡± y ¡°basura¡±, no ha levantado la m¨¢s m¨ªnima cr¨ªtica de la clase pol¨ªtica, de la derecha a la extrema izquierda, que han pasado de rond¨®n sobre tan delicada situaci¨®n. El actual presidente de la Santa Casa ¡ªque tiene el monopolio del juego en Portugal y un infinito fondo inmobiliario¡ª declara que su inversi¨®n se hace ¡°con alguna tranquilidad¡± en un banco que tiene ¡°alguna solidez¡±.
De momento todas las sospechas lanzadas provienen de ex. El ex ministro Bag?o F¨¦lix dispara con bala: ¡°Ya sab¨ªamos que la Casa, de santa, no ten¨ªa mucho, pero ahora de Misericordia pasar¨¢ a Banquera¡±.
Detr¨¢s se ve una soluci¨®n imaginativa para salvar el ¨²ltimo banco portugu¨¦s con problemas. En la crisis bancaria que el Gobierno socialista ha afrontado desde que lleg¨® al poder ha ido aplicando recetas cada vez m¨¢s rebuscadas. Comenz¨® en 2015 con la venta urgente del Banif al Santander (por 150 millones y las deudas para el Estado); despu¨¦s inyect¨® miles de millones en la Caixa Geral de Dep¨®sitos (sin que contara para el d¨¦ficit); despu¨¦s vendi¨® por 0 euros el Novo Banco a un fondo norteamericano (que deber¨¢ inyectar 1.000 millones en tres a?os). La ¨²ltima oveja negra es Montep¨ªo, pero el Gobierno ya no puede recurrir a m¨¢s ayudas p¨²blicas, as¨ª que la chapucera soluci¨®n es que una entidad supuestamente independiente y privada, como la Santa Casa, invierta en un banco. El riesgo no es solo una operaci¨®n ¡°potencialmente ruinosa¡±, seg¨²n el ex ministro, sino que en la Santa Casa nacida para ayudar a los m¨¢s necesitados, ahora el m¨¢s necesitado es un banco. ?Ser¨¢ que todos los pobres portugueses ya tienen el ri?¨®n cubierto?
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