Pelea en el interior de la Rep¨²blica Isl¨¢mica
Algo se mueve en Ir¨¢n, pero no es el Egipto revolucionario de 2012
Vivimos en un mundo en el que la informaci¨®n mana tecleando Internet y pensamos, ingenuamente, que sabemos y comprendemos lo que pasa en cualquier lugar del planeta. Y no es cierto. Los sucesos de la ¨²ltima semana en Ir¨¢n ¡ªprotestas callejeras en m¨¢s de 20 ciudades, impulsadas primero por cl¨¦rigos del r¨¦gimen, convertidas despu¨¦s en un ataque a la Rep¨²blica Isl¨¢mica, y finalmente apagadas por decreto de los Guardianes de la Revoluci¨®n, cuyo jefe declar¨® el fin de la ¡°sedici¨®n¡±¡ª demuestran la profundidad de nuestro error.
Ir¨¢n es un pa¨ªs estrat¨¦gico en el coraz¨®n de la regi¨®n m¨¢s conflictiva del mundo, con vastas reservas de petr¨®leo y de gas, con 81 millones de habitantes, el 60% menor de 30 a?os, gobernado por unos cl¨¦rigos barbudos con turbante, que interpretan la voluntad de Al¨¢ y que pactaron con la comunidad internacional detener su programa nuclear. A d¨ªa de hoy tenemos m¨¢s preguntas que respuestas. ?Es un tira y afloja entre reformistas y conservadores dentro del sistema? ?O es una contrarrevoluci¨®n para acabar con la revoluci¨®n isl¨¢mica establecida por Jomeini hace 39 a?os?
Son, al parecer, j¨®venes, la tercera generaci¨®n de la revoluci¨®n, de clase trabajadora que sufren un alto desempleo, los que han alimentado el estallido. Sin un liderazgo pol¨ªtico visible. Las clases medias, que protagonizaron en 2009 la revuelta del Movimiento Verde contra un pucherazo electoral, se han mantenido al margen. El presidente reformista Rohan¨ª, con un discurso en diciembre, aceler¨® a la calle. Denunci¨® los exagerados presupuestos de instituciones religiosas, o militares, como los Guardianes de la Revoluci¨®n, desviando dinero para intervenciones en el extranjero: Siria y L¨ªbano. Nadie est¨¢ por encima de la ley, tampoco el profeta del islam, advirti¨® Rohan¨ª, que aplica una pol¨ªtica de austeridad y ha suprimido los 13 d¨®lares mensuales de ayuda que reciben 77 millones de iran¨ªes. El 55% de la poblaci¨®n vive bajo el umbral de la pobreza.
Las expectativas de m¨¢s empleo y un desarrollo econ¨®mico m¨¢s equitativo, provocadas por el segundo mandato de Rohan¨ª, el acuerdo nuclear con Occidente y el restablecimiento de la industria petrol¨ªfera, no se han cumplido. La macroeconom¨ªa ofrece buenos par¨¢metros, pero no se traducen en la vida de la gente. La chispa inicial, la subida del 50% del precio de los huevos ¡ªtras un episodio de gripe aviar¡ª, no explica por s¨ª sola el estallido de los disturbios. Los gritos en la calle han ido desde ¡°muerte a Rohan¨ª¡±, ¡°fuera la dictadura de Jamenei¡±, hasta ¡°abajo el r¨¦gimen isl¨¢mico¡±.
Los sucesos de Ir¨¢n, que extra?amente se han autoapagado, alimentan la sospecha de que se trata m¨¢s de una pelea entre ¨¦lites del sistema, hoy controlado por los reformistas, que se ha desbordado a la calle. Es atractiva la idea de que los Guardianes de la Revoluci¨®n, un aut¨¦ntico Estado econ¨®mico y militar dentro del Estado, hayan querido dar un aviso a Rohan¨ª. Algo se mueve en Ir¨¢n, pero no es el Egipto revolucionario de 2012.
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