Iglesias lanza a Ciudadanos al ¨¦xito electoral
A medida que Podemos dilapida su enorme capital, le despeja el horizonte a Rivera
Hay un factor clave para interpretar el auge de Ciudadanos (C¡¯s) en las encuestas, hasta el triple empate e incluso m¨¢s all¨¢: Podemos. Se trata de un fen¨®meno simple: el auge de Iglesias a partir de 2014, cuando lleg¨® a encabezar los sondeos, asustaba al electorado de derecha empuj¨¢ndolo al voto refugio del PP, acogi¨¦ndose a la l¨®gica del valor seguro: ¡°m¨¢s vale malo conocido¡¡±. El miedo, y esa es una lecci¨®n pol¨ªtica desde la Antig¨¹edad, siempre hace ver las cosas peor de lo que son; y para el PP fue sencillo trabajarse eso. Pero a medida que Podemos dilapida su enorme capital desoyendo a sus or¨¢culos fundacionales y perseverando en sus errores ¡ªdel sorpasso al jardazo¡ª le despejan el horizonte a C¡¯s. Y la tendencia de Podemos se podr¨¢ frenar, pero dif¨ªcilmente revertir.
Naturalmente hay que tomar los sondeos con prudencia. Y no ya porque, seg¨²n esa m¨¢xima tan t¨ªpicamente colombiana, las encuestas sean como las morcillas, que gustan mucho hasta que se sabe c¨®mo est¨¢n hechas. No se trata de desconfianza metodol¨®gica, pero C¡¯s, un partido virgen en el poder, ya ha experimentado antes el idilio demosc¨®pico para v¨¦rselas despu¨¦s con la cruda realidad. Se gana en las urnas, no en las casas de sondeos. Pero hay viento de cola y, m¨¢s all¨¢ del ¨¦xito genuino en Catalu?a con un discurso sin dobleces, ser¨¢ clave la desactivaci¨®n de Podemos para tranquilidad del electorado conservador, que es siempre de reacciones lentas y refractario al aventurerismo. Es su oportunidad de votar regeneraci¨®n.
Naturalmente a C¡¯s no s¨®lo le beneficia la crisis de Podemos, sino todo el tablero: desde el proc¨¦s II en Catalu?a al viejo bipartidismo gris del PPSOE. Y aunque recoge votos de todos los flancos, ya le vale con los s¨ªntomas de fatiga de esos electorados. Por supuesto es determinante el descr¨¦dito del PP por la corrupci¨®n con el quietismo arriolero de Rajoy. Y la iron¨ªa es que incluso los logros de estabilidad econ¨®mica le benefician. Por su lado, Pedro El Veleta S¨¢nchez se ha dejado atr¨¢s el auge tras las primarias con nuevos bandazos. Cada disfraz ideol¨®gico le dura menos que a Mortadelo ¡ªMr. Noesno acab¨® siendo el Se?or S¨ªess¨ª con el Cupo y el 155¡ª y al cabo siempre parece dispuesto a dispararse a s¨ª mismo en el pie con m¨¢s y m¨¢s dec¨¢logos.
C¡¯s, desde luego, tiene limitaciones: voto mayor/voto rural. Pero en Catalu?a ya ha demostrado c¨®mo trabajar sus espacios. Ganaron en grandes distritos de Barcelona y en las 10 mayores ciudades. Son los triunfadores de Tabarnia. Su escasa estructura rural probablemente s¨®lo cambiar¨¢ cuando toquen poder; hasta entonces hay que hacer de la necesidad, virtud. Aun renunciando a Galicia, sus apuestas pasan por Madrid y Valencia y progresar en Andaluc¨ªa. Aunque en el resto de Espa?a no puedan rentabilizar un esquema tan polarizado como en Catalu?a, hay margen y un escenario propicio al desaparecer el factor ¡°miedo a Podemos¡±. Eso parece de sentido com¨²n, m¨¢s all¨¢ de las encuestas que, como le gusta decir a Warren Buffet, no reemplazan a la l¨®gica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.