Desvelada la causa del misterioso ¡®cocoliztli¡¯, el mal que diezm¨® a los indios americanos

Cuando Hern¨¢n Cort¨¦s pis¨® suelo mexicano en 1519 hab¨ªa en la regi¨®n mesoamericana entre 15 y 30 millones de indios. Al acabar el siglo XVI, apenas quedaban dos millones. Aunque las guerras y la explotaci¨®n acabaron con muchos ind¨ªgenas, fueron las epidemias las que diezmaron a la poblaci¨®n. En particular, la serie de brotes de una enfermedad desconocida que no ten¨ªa nombre ni en espa?ol ni en n¨¢huatl y a la que los mexicas llamaron cocoliztli?(el mal o pestilencia, en espa?ol) mat¨® a entre la mitad y el 90% de los indios. Ahora, un estudio con ADN antiguo cree haber identificado el pat¨®geno: la salmonela.

Ni la viruela, ni el sarampi¨®n, ni el tifus o las paperas hicieron tantos estragos como el cocoliztli. Los escritos de la ¨¦poca describen sus s¨ªntomas: fiebre alta, dolores estomacales, diarrea, sangrado por todos los orificios del cuerpo, ictericia... La muerte se produc¨ªa en tres o cuatro d¨ªas y su tasa de mortalidad era tal que a los enfermos solo les dec¨ªan que se despidieran de los suyos y se pusieran en paz con dios. Pero se desconoc¨ªa cu¨¢l era la causa. Hubo quienes la vieron como un castigo divino, ya que afectaba solo a los indios, los espa?oles parec¨ªan inmunes.

Aunque se produjeron seis grandes brotes de cocoliztli en el siglo XVI en la regi¨®n del antiguo imperio mexica, las dos grandes epidemias fueron las de 1545 y la de 1576. En la primera se estima que muri¨® el 80% de la poblaci¨®n. En la segunda, ya con datos de dos censos de familias espa?olas e indias, murieron el 45% de los ind¨ªgenas que los apenas cuatro millones que quedaban.

La epidemia solo afectaba a los indios, los espa?oles parec¨ªan inmunes

Ahora, un grupo de expertos alemanes en ADN antiguo y arque¨®logos mexicanos creen haber identificado en el yacimiento de Yucundaa-Teposcolula el pat¨®geno que caus¨® tanta mortandad. Localizada en la Mixteca Alta (Oaxaca, M¨¦xico), bajo la plaza central de la ciudad se encontraron los restos de decenas de personas enterradas por esa fecha, seg¨²n la dataci¨®n por radiocarbono. Con las precauciones exigidas por la dificultad que entra?a analizar material gen¨¦tico extra?o en restos de casi 500 a?os, los autores del estudio han hallado la presencia de una bacteria, la Salmonella enterica, en los dientes de indios que murieron durante la epidemia.

"Debido al contexto hist¨®rico y arqueol¨®gico, Teposcolula-Yucundaa nos ofrece una ocasi¨®n ¨²nica para resolver la cuesti¨®n sobre el desconocido agente microbiano responsable de la epidemia", dice la especialista en arqueogen¨¦tica del Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia Humana y principal autora del estudio, ?shild V?gene. Tras la epidemia, en 1550, los supervivientes abandonaron el desde entonces llamado PuebloViejo de Teposcolula, bajando al valle cercano. Eso hizo que las plazas, calles y tambi¨¦n el cementerio se detuvieran en el tiempo.

Este es el ¨²nico cementerio de aquel tiempo del que hay referencias hist¨®ricas de que all¨ª se enterr¨® a muertos por el cocoliztli. A comienzos de este siglo se hall¨® el camposanto bajo la Plaza Grande. En total, se han contado 800 enterrados, muchos de ellos en grupos, como apilados y sepultados con prisa. De entre ellos, los autores de la investigaci¨®n, publicada en Nature Ecology & Evolution, analizaron la pulpa dentaria de piezas de 24 individuos. Todos los dientes ten¨ªan el rastro de bacterias propias del microbioma de la boca o de la tierra donde reposaban. Pero en 10 de los casos hallaron tambi¨¦n la marca gen¨¦tica de la Salmonella enterica, subespecie Paratyphi C. Sin embargo, no encontraron rastro del microbio en restos humanos anteriores a la epidemia.

Es la primera vez que se halla una evidencia gen¨¦tica directa del papel que esta bacteria, hasta ahora pasada por alto, pudo tener en las mayores epidemias que castigaron Am¨¦rica tras la llegada de los espa?oles. Aunque otras variantes provocan la conocida salmonelosis, esta subespecie de la salmonela cuenta con diversos serotipos causantes de varias fiebres ent¨¦ricas, siendo la tifoidea la m¨¢s conocida. En conjunto, y seg¨²n datos de la OMS de 2014, 21 millones de personas enfermaron de fiebres ent¨¦ricas, de las que 222.000 murieron. El serotipo detectado en los restos de Teposcolula es hoy muy raro y los pocos casos que se dan no son ni en Am¨¦rica ni en Europa, sino en Asia y ?frica.

Queda por resolver si, como sucedi¨® con la viruela o la gripe, la fiebre ent¨¦rica que casi acaba con los ind¨ªgenas mexicanos la portaron los conquistadores espa?oles hasta Am¨¦rica. "Con los datos que tenemos ahora no podemos saber gen¨¦ticamente si nuestra S. enterica Paratyphi C vino de Europa o si ya exist¨ªa en M¨¦xico antes de la llegada de los europeos", recuerda V?gene. Pero hay pruebas circunstanciales: No se ha encontrado su resto en los an¨¢lisis de indios fallecidos antes de la llegada de los espa?oles, aunque no se hab¨ªa buscado hasta ahora. Adem¨¢s, "lo que s¨ª sabemos es que esta bacteria ya exist¨ªa en Europa mucho tiempo antes de la epidemia de cocoliztli", a?ade. En efecto, el pat¨®geno ya fue identificado en restos humanos enterrados en Noruega 200 a?os antes de que Col¨®n hiciera sus viajes, lo que sugiere un origen europeo del mal.