La llaman ¡°iliberal¡± cuando deja de serlo
Los gobiernos h¨²ngaro o polaco se emperran hoy en imitar modelos autoritarios de concentraci¨®n del poder: una putinizaci¨®n que los reaproxima a Rusia
Puedo evocar con certeza un momento decisivo de mi formaci¨®n como jurista y, antes, como ciudadano activo ante las tribulaciones de la transici¨®n en Espa?a. Fue el de mi primer acceso a los elementos de juicio para desmontar esa tesis que, aunque falsa, ven¨ªa escuchando hasta la n¨¢usea desde antes de alcanzar las aulas de la Universidad: la de que ¡°?fueron las urnas las que en una democracia dieron el poder a Adolf Hitler!¡±.
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Nunca fue eso verdad. Hist¨®ricamente, Hitler (y su cohorte nazi en el NSDAP que concurr¨ªa electoralmente en Alemania desde fines de los a?os 20 del pasado siglo, hasta ascender aupado por el ¡°centrista¡± Von Papen) manipul¨® un decepcionante e insuficiente resultado (marzo de 1933, tras perder votos y esca?os en dos elecciones previas en 1932) para ejecutar sin escr¨²pulo el plan que ten¨ªa trazado: dinamitar desde dentro cualquier rastro de democracia representativa y de parlamentarismo, hasta liquidar por completo la Rep¨²blica de Weimar; derog¨® las libertades, ilegaliz¨® partidos y sindicatos obreros; puso fin a los L?nder y a los arreglos federales y decret¨® una dictadura de ¡°plenos poderes¡± que plebiscit¨® controlando todos los resortes y medios, tras arrasar cualquier forma de cr¨ªtica o disidencia ya incluso antes de la muerte del anciano presidente Hindenburg en 1934. Instaur¨® a partir de ah¨ª un monstruoso Leviat¨¢n totalitario que s¨®lo en su punto de arranque invoc¨®, como coartada, el apoyo ¡°electoral¡± de una ¡°mayor¨ªa¡± abrasada, acto seguido, por ¡°la masa¡± del ¡°pueblo¡± y la ¡°raza aria¡± -Ein Volk, Ein Reich, Ein F¨¹hrer!-, determinada a exterminar cualquier rescoldo de la forma democr¨¢tica de Estado.
Las lecciones de la Historia ense?an que la democracia nunca ha sido, ni es, sin m¨¢s, la ¡°regla que garantiza el Gobierno de la mayor¨ªa¡±, sino, muy distintamente, la sujeci¨®n de ese Gobierno y de cualquier mayor¨ªa circunstancial (y revocable) a l¨ªmites y contral¨ªmites vinculantes para todos: normas constitucionales cuya primac¨ªa asegura la funci¨®n de oposici¨®n, libertades, pluralismo, tutela de la(s) minor¨ªa(s), reversibilidad de todas las decisiones...Y la ¡°soberan¨ªa¡± irreductible de la persona, el individuo, de cada ciudadano/a libre e igual en derechos. ¡°M¨¢s Kelsen; menos Schmitt¡± es el axioma del mensaje: ?garant¨ªas frente al abuso de toda ¡°decisi¨®n¡± que no pueda ser corregida por otra, con pleno respeto a las formas y a las reglas acordadas!
Y es que cada vez que, en ¡°en el curso de los acontecimientos humanos¡± (seg¨²n esculpi¨® Thomas Jefferson en la ¡°Declaraci¨®n¡± de 1776), un gobierno cimentado en su proclamada ¡°mayor¨ªa¡± socava las reglas acordadas con la intenci¨®n de acabar con la(s) minor¨ªa(s) y cancela la ¡°posibilidad jur¨ªdica de lo otro¡± (es decir, la alternativa que precede a la alternancia), tal regresi¨®n desp¨®tica deja atr¨¢s cualquier idea de democracia merecedora de ese nombre. Y la libertad arriesga su misma existencia con ello.
Las 'democracias iliberales' persiguen convertir su mayor¨ªa epis¨®dica en hegemon¨ªa permanente, opresiva e irreversible
Pero esto es lo que est¨¢ sucediendo nada menos que en la UE -?un siglo despu¨¦s de Weimar, en Estados vinculados por su propia voluntad en una integraci¨®n supranacional regida por la ley y el Derecho!-, cuando bajo la alegada etiqueta de ¡°democracia iliberal¡± los gobiernos h¨²ngaro o polaco se emperran hoy en imitar modelos autoritarios de concentraci¨®n del poder: una putinizaci¨®n que los reaproxima a Rusia, contra la que, ir¨®nicamente, empedraron su ret¨®rica y ¨¦pica ¡°anticomunista¡±.
?¡°Democracia iliberal¡±? Su paradigma consiste en alcanzar el Gobierno con apoyo de las urnas para restringir los m¨¢rgenes del pluralismo pol¨ªtico y la libertad de expresi¨®n y de comunicaci¨®n; en minar los fundamentos del constitucionalismo en aras de un patrioterismo de exaltaci¨®n nacionalista; en promover ¡°reformas¡± jur¨ªdicas reaccionarias que, por acumulaci¨®n y aplastamiento de los adversarios pol¨ªticos, a ¡°golpe de mayor¨ªa¡±, encubran bajo un pretendido ¡°mandato popular¡± (por raspado que haya sido el porcentaje de sus votos) la asfixia de la oposici¨®n y la exclusi¨®n de su alternancia. Persiguen as¨ª convertir su mayor¨ªa epis¨®dica en hegemon¨ªa permanente, opresiva e irreversible.
Porque tal sobreexposici¨®n de ¡°voluntad de mayor¨ªa¡±, despe?ada hacia la arbitrariedad, es todo menos democr¨¢tica. Y porque al se?alar ¡°enemigos¡± en los competidores y en los oponentes pol¨ªticos, e incluso en los liderazgos de la disidencia social e intelectual (caso de la Universidad patrocinada por Soros en Budapest), para estigmatizarlos -fase inmediatamente previa a su criminalizaci¨®n-, se est¨¢n subvirtiendo las bases desde las que se alcanz¨® un gobierno limitado, provisional y condicionado por las leyes y los mandatos temporales, amenazando en trastocarlo en un poder expansivo, ilimitado, blindado y, por la v¨ªa de los hechos, finalmente irrevocable. Es forzoso concluir que esa supuesta variante de ¡°democracia iliberal¡± entra?a una negaci¨®n frontal de la democracia y de la fundamentaci¨®n constitucional de la UE.
Urge advertir -en nuestro propio rinc¨®n de la construcci¨®n europea- que la pretensi¨®n pol¨ªtica de una Catalu?a etnicista, desde una identidad excluyente e incompatible con los c¨ªrculos conc¨¦ntricos de la ciudadan¨ªa en una sociedad abierta, y contumazmente abocada al fraude y violaci¨®n del Derecho (DUI..?¡°investidura telem¨¢tica¡±!), incurre en el mismo pecado de quienes, desde el otro conf¨ªn (l¨¦ase ?rban o Kaczynski), remedan parad¨®jicamente sus fantasmas fenecidos: Nada resucita tanto el espectro del franquismo en la Espa?a y en la Europa de 2018 como el desprecio por la idea constitucional de la ley y del valor del pluralismo por el que el secesionismo y su nacional-populismo destilan su versi¨®n estelada de ¡°democracia iliberal¡±.
Juan F. L¨®pez Aguilar es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y eurodiputado socialista. Su ¨²ltimo libro es Europa, Parlamento, Derechos: paisaje tras la Gran Recesi¨®n (Tirant, 2017)
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