La otra ¡®Operaci¨®n Triunfo¡¯
En Espa?a, desde el comienzo de la crisis hasta hoy, la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha agrandado y ronda un 25%.
HOY HE VISTO la ¡°mano invisible¡± del mercado.
Hab¨ªa le¨ªdo y o¨ªdo algunas historias sobre esa mano. Pertenec¨ªa a Adam Smith, el gran fil¨®sofo, precursor del liberalismo moderno. Su idea ser¨ªa que una ¡°mano invisible¡±, sin interferencia pol¨ªtica, regular¨ªa de forma eficaz y equilibrada la actividad econ¨®mica. Adam Smith no era alguien que lo midiese todo por el valor de cambio. Al contrario, era una persona de firmeza ¨¦tica y a su obra m¨¢s querida le puso el t¨ªtulo de Teor¨ªa de los sentimientos morales (1759). Frente al pensamiento m¨¢s com¨²n en su ¨¦poca, y en la nuestra, defendi¨® que no era el ego¨ªsmo lo m¨¢s definitorio del ser humano, sino la capacidad de sentir simpat¨ªa, de compartir el dolor ajeno. Asociaba la cohesi¨®n social a un orden justo.
Pero a Adam Smith le sustrajeron la ¡°mano invisible¡±. Hicieron de ese concepto un t¨ªtere para dar cobertura te¨®rica a un fanatismo mercantilista. La ¡°mano invisible¡± manejada por un crupier enloquecido.
Pero la mano invisible que yo he visto es la mano de un joven que desde hace a?os se gana la vida en el mercado municipal donde suelo hacer la compra. La extra?eza de ver esa mano extendida, pidiendo. Esperaba siempre con ellas, con las manos, en los bolsillos. Hasta que lo reclamaba alguien para hacer de transportista de la compra. La mayor¨ªa, ancianas o gente imposibilitada para llevar cargas. Personas solitarias a las que tambi¨¦n daba conversaci¨®n. Simpat¨ªa. Le llamaban, le llaman, por el apodo de Euro. ?Oye, Euro! Flaco y fibroso como un junco, hac¨ªa su trabajo con diligencia, las bolsas bien sujetas y la cabeza erguida a la manera de un yogui, abriendo paso.
Vivimos una poscrisis espa?ola de recuperaci¨®n regresiva, donde se agrandan las brechas.
Ahora, Euro extiende la mano. Desde ni?o, se hab¨ªa ganado la vida de portador. Est¨¢ tenso, pero su mirada sigue siendo giratoria, como un periscopio, con la esperanza de que alguien lo reclame. Me cuenta que apenas tiene ¡°transportes¡±. Hay personas ancianas que llevan ellas las bolsas, o que arrastran un carrito por las cuestas. Le dicen: ¡°Lo siento, Euro¡±. Pero tienen que ahorrar hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo. ¡°Hay gente¡±, me dice, ¡°que ya ni enciende la luz por la noche¡±. Es un experto en vidas precarias. L¨¢stima que no lo convoquen a un Consejo de Ministros.
Christian Felber, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Viena, ha propuesto sustituir el producto interior bruto, como desalmado indicador de la riqueza de un pa¨ªs, por otra forma de medir: el Balance del Bien Com¨²n. M¨¢s realista, m¨¢s honesta. Una ¡°realidad inteligente¡± que pondr¨ªa en evidencia el tama?o de las brechas.
Euro es consciente de vivir en una brecha, y por eso extiende su mano visible y vac¨ªa y su cabeza gira continuamente como un periscopio angustiado. Cada vez hay m¨¢s gente ca¨ªda en las brechas.
El Gobierno dice que hemos salido de la crisis. Eso ser¨¢ en el PIB. Desde un Balance del Bien Com¨²n, es un error equivocado. Vivimos una poscrisis espa?ola de recuperaci¨®n regresiva, donde se agrandan las brechas. Deber¨ªan incorporar esa informaci¨®n a los espacios de meteorolog¨ªa. Porque hay mucha gente que sale de casa, desinformada, y se cae en una brecha.
Tenemos la brecha de la desigualdad salarial. Los ejecutivos ganan como media un 30% m¨¢s que cuando se origin¨® la crisis. El incremento es mayor en los altos ejecutivos. Los trabajadores han perdido en ese periodo m¨¢s de un 11% de poder adquisitivo. Un ejecutivo del Ibex 35 gana 112 veces el sueldo medio de la compa?¨ªa y el equivalente a lo que cobran 227 empleados con el salario bajo.
En Islandia, el Gobierno ha establecido por decreto la igualdad salarial de mujeres y hombres. En Espa?a, desde el comienzo de la crisis hasta hoy, esa brecha se ha agrandado y ronda un 25%. Podr¨ªamos decir que las mujeres trabajan una media de 45 d¨ªas gratis al a?o.
Est¨¢ la gran brecha de los contratos laborales. Espa?a es el pa¨ªs de Europa con mayor n¨²mero de contratos temporales, sin contar los ¡°falsos aut¨®nomos¡± y los ¡°falsos becarios¡±. La generalizaci¨®n de un mundo laboral en precario. La clase generada por la Recuperaci¨®n Regresiva es la de los ¡°trabajadores pobres¡±.
?Qu¨¦ decir de la brecha de las rentas? En vez del milagro espa?ol, hay que hablar de un Estado de verg¨¹enza. ¡°La Comisi¨®n Europea sit¨²a a Espa?a a la cabeza de la desigualdad por renta de la UE¡± (El Pa¨ªs, 15-1-2018).
Grandes brechas que crean otras brechas futuras: la incertidumbre de las pensiones. Bueno, ?me voy a ver Operaci¨®n Triunfo!
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