Bienvenidos al Centro de la Indignidad de Espa?a
La c¨¢rcel de Archidona es testigo mudo de las vulneraciones de derechos, de la irracionalidad y la crueldad de una pol¨ªtica migratoria xen¨®foba, etnocentrista y capitalista
Los pasados 16, 17, 18, 19 y 20 de noviembre de 2017 llegaron a las costas de Espa?a 571 personas procedentes de Argelia. Lo hicieron despu¨¦s de haberse jugado la vida cruzando el Mediterr¨¢neo en condiciones de extrema precariedad, despu¨¦s de haber pagado por un viaje cuyo destino en muchas ocasiones es la muerte, despu¨¦s de haber sido v¨ªctimas del tr¨¢fico de seres humanos. Lo hicieron para poder alcanzar la dignidad del ser humano que les es negada en sus pa¨ªses de origen, lo hacen huyendo de la miseria, del hambre, de los abusos del Estado, de la falta de oportunidad, de la violencia extrema y, en muchos casos, de la muerte segura de ellos o de sus familiares.
Son 571 vidas que han quedado rotas, pero llegan con la esperanza de encontrar aqu¨ª la dignidad que les ha sido arrebatada en su pa¨ªs de origen. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Estas personas han sido tratadas como delincuentes por el ministro del Interior y han sido encarceladas durante m¨¢s de 40 d¨ªas en El Centro Penitenciario M¨¢laga II en Archidona, una c¨¢rcel seg¨²n la Orden INT/247/2017, del 16 de marzo, por la que se crea el centro penitenciario, que carece de la Orden Ministerial necesaria que habilite el cambio de uso del recinto.
Esta decisi¨®n atenta gravemente contra la dignidad del ser humano, contra el esp¨ªritu democr¨¢tico de nuestro pa¨ªs, contra nuestra propia legislaci¨®n y contra los derechos humanos, contribuyendo a la criminalizaci¨®n de las personas migrantes en nuestro pa¨ªs y perpetuando una visi¨®n etnocentrista y xen¨®foba de nuestra sociedad. Adem¨¢s, colabora con el falso relato de que la inseguridad son los otros. Es una decisi¨®n que demuestra la insensibilidad del Gobierno con quienes sufren las consecuencias de una sociedad capitalista desprovista de los m¨ªnimos valores ¨¦ticos y que viola sistem¨¢ticamente los Derechos Humanos sin ning¨²n tipo de rubor. Como dir¨ªa Sartre en su obra A puerta cerrada de 1944, ¡°El infierno son los otros¡±.
Lo dram¨¢tico de esta decisi¨®n es no entender la riqueza cultural y humana de los hombres y mujeres que entregan su vida a la b¨²squeda de la dignidad del ser humano, adem¨¢s de demostrar un desprecio absoluto a la memoria de nuestro pa¨ªs, en el que muchos de nuestros compatriotas, en su exilio, fueron encerrados en los centros que dispuso Francia para los espa?oles que huyeron de la guerra y que a la postre resultaron verdaderos campos de concentraci¨®n. Aquellos lugares, como en el caso del centro penitenciario M¨¢laga II de Archidona, estaban hechos para encerrar y controlar, y no para acoger personas. Quienes pasaron por ellos tuvieron que padecer, adem¨¢s de la humillaci¨®n, hambre, sed y fr¨ªo. Muchos murieron por ello. Incompresiblemente, 79 a?os despu¨¦s nuestro pa¨ªs repite la historia.
La condena a la decisi¨®n adoptada por el Ministerio del Interior ha sido un¨¢nime en toda la sociedad civil, oeneg¨¦s, sindicatos e incluso la propia subcomisi¨®n de Extranjer¨ªa del Consejo General de la Abogac¨ªa Espa?ol. Esta ¨²ltima se?ala que ¡°tanto la Ley de Extranjer¨ªa como el Reglamento de Funcionamiento y R¨¦gimen Interior de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) establecen que los CIE son establecimientos p¨²blicos de car¨¢cter no penitenciario en los que se tiene que salvaguardar los derechos y libertades de los extranjeros reconocidos en el ordenamiento jur¨ªdico, sin m¨¢s limitaciones que las establecidas a su libertad ambulatoria¡±.
Por las ma?anas, los internos eran llamados por los agentes de la UIP mediante golpes o con las porras en las puertas de las celdas
El propio Tribunal Constitucional en 1987 recalc¨® que esta condici¨®n era fundamental porque supone una "garant¨ªa adicional que trata de evitar que el extranjero sea sometido al tratamiento propio" de las prisiones. Esta sentencia manifiesta la necesidad de que existan diferencias sustanciales en las condiciones f¨ªsicas entre un CIE y una c¨¢rcel, de forma claramente contraria a lo que ocurre en este caso, como han denunciado casi una treintena de oeneg¨¦s.
A todo ello debemos a?adir la presencia de por lo menos 10 menores dentro del grupo de personas mayores de edad trasladadas hasta Archidona, y donde han permanecido junto con el resto de internos, en una clara vulneraci¨®n de los derechos de la infancia y del Protocolo de Menores Extranjeros No Acompa?ados. Esto supone una vulneraci¨®n de sus derechos al ser tratados como adultos en vez de como menores.
Dicha queja fue planteada ante el Comit¨¦ de Derechos del Ni?o de la ONU, que solicit¨® a Espa?a que paralizara las deportaciones de aquellos casos de los que hab¨ªa tenido conocimiento de la posible presencia de menores, requerimiento que no fue atendido por el Gobierno espa?ol quien continuo las deportaciones en su intenci¨®n de seguir ocultando las constantes violaciones de derechos fundamentales y no dejar testigos.
Las carencias en las infraestructuras del recinto penitenciario al que fueron trasladados y las condiciones que han soportado, as¨ª como el trato en ocasiones vejatorio merecen menci¨®n aparte: un recinto que a¨²n no contaba con las condiciones m¨ªnimas de habitabilidad, sin agua potable corriente, sin ropa, sin servicios de apoyo psicosocial, sin servicio m¨¦dico asignado, sin r¨¦gimen de visitas establecido, sin posibilidad de contactar con sus familias en origen. Con frio, hambre y miedo, donde no pod¨ªan acceder al interior de los m¨®dulos salvo a las horas de las comidas y por la noche, pasando el resto del d¨ªa a la intemperie, en un lugar donde se llegan a alcanzar en invierno temperaturas de cero grados y sin ropa de abrigo suficiente.
Un lugar donde por las ma?anas eran llamados por los agentes de la UIP mediante golpes con las porras en las puertas de las celdas, sin traductores suficientes para atender las necesidades de los internos, en el que no se han fregado los m¨®dulos durante m¨¢s de un mes, no se les ha lavado la escasa ropa que se les ha dado en los m¨¢s de 40 d¨ªas que han estado internos all¨ª y donde han estado m¨¢s de 15 d¨ªas sin que se les cambie la ropa de cama o las toallas. Un lugar en el que se les ha dificultado e impedido en algunos casos la asistencia letrada estableci¨¦ndoles un r¨¦gimen penitenciario sin ning¨²n tipo de garant¨ªa y control, usando la fuerza contra ellos, donde eran llamados por n¨²meros por la megafon¨ªa cada vez que consegu¨ªan recibir una visita de un familiar o de un letrado, todo ello con la intenci¨®n de arrebatarles la dignidad y hacer de ellos una masa sumisa e indolente desprovista de toda humanidad, en un claro ejemplo de la pol¨ªtica migratoria de este pa¨ªs y de la Uni¨®n Europea.
En ese contexto de represi¨®n y vulneraci¨®n de derechos el pasado d¨ªa 28 de diciembre, Mohammed Boubardala y otros internos iniciaron una protesta en el interior que fue reprimida mediante la fuerza por la Unidad de Intervenci¨®n Policial encargados de la custodia de las personas internas. Bouderbala y 11 personas m¨¢s fueron encerradas en r¨¦gimen de aislamiento esa misma tarde, por pedir dignidad. El d¨ªa 29 de diciembre pasadas las nueve y media de la ma?ana, Mohammed Bouderbala un joven argelino de 36 a?os de edad, fue hallado muerto en el interior de la celda 41 de la c¨¢rcel de Archidona, sin que hasta el momento hayan resultado esclarecidas definitivamente las circunstancias de su muerte.
El recinto no contaba con las condiciones m¨ªnimas de habitabilidad, agua potable, ropa, servicios de apoyo psicosocial o servicio m¨¦dico
Apenas cinco d¨ªas despu¨¦s Soufian, de 17 a?os de edad, de nacionalidad marroqu¨ª era hallado muerto en El Centro Asistencial de Melilla, donde se encontraba desde diciembre, despu¨¦s de que le amputaran un pie tras caerse de los bajos de un cami¨®n mientras intentaba llegar a la Pen¨ªnsula.
El ministro el Interior ha mostrado un desprecio hacia la vida humana acorde a la pol¨ªtica migratoria de este pa¨ªs, que resulta sangrante para quienes defendemos la igualdad del ser humano nazca donde nazca, para quienes consideramos hermanos a quienes, en palabras de Ernesto ¡°Che¡± Guevara en su discurso ante la Asamblea general de Naciones Unidas el 12 de diciembre de 1964, ¡°padecen las mismas miserias, albergan los mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sue?an todos un mismo mejor destino y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mundo¡±.
Hoy ya no queda nadie en la c¨¢rcel de Archidona: el hormig¨®n, el acero y el cristal de aquel centro del dolor son los testigos mudos de las vulneraciones de derechos, de la irracionalidad y la crueldad de una pol¨ªtica migratoria xen¨®foba, etnocentrista y capitalista en ¨²ltima instancia, responsable de la muerte de personas cuyo ¨²nico delito es querer alcanzar la dignidad que les ha sido negada por nacer al otro lado del Mediterr¨¢neo.
Francisco Matas Garc¨ªa es abogado adscrito al Turno de Oficio de asistencia al centro penitenciario M¨¢laga II de Archidona (M¨¢laga).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.