Alaska y Ciudadanos
Los casos de corrupci¨®n podr¨ªan haber abonado el sustrato para un cambio de preferencias en los votantes del PP
A qui¨¦n le importa lo que yo haga¡±. As¨ª reza el estribillo de una vieja canci¨®n de Alaska y Dinarama que reivindica la libertad sin preocuparnos de lo que opine el pr¨®jimo. Como himno de rebeld¨ªa de los a?os ochenta es excelente, pero no lo comprar¨ªa como teor¨ªa sociol¨®gica.
Hoy, como ayer, lo que hagan los dem¨¢s nos sigue importando. Nos concierne lo que hacen y cu¨¢ntos lo hacen. As¨ª lo explica la teor¨ªa de umbrales, seg¨²n la cual algunos fen¨®menos sociales ¡ªlas revoluciones, las migraciones o el cambio en la lengua predominante en una regi¨®n¡ª se desencadenan r¨¢pidamente cuando el n¨²mero de personas implicadas sobrepasa un cierto n¨²mero. Esto ocurre porque muchos de nosotros solo decidimos actuar cuando un n¨²mero importante de conciudadanos tambi¨¦n lo hace.
Ese fen¨®meno se aplica igualmente al apoyo a nuevos partidos. Estos solo triunfan si consiguen que una masa suficiente de votantes crea que pueden ganar y esa percepci¨®n se extiende entre el electorado. El ¨¦xito de Podemos en 2015 fue precisamente conseguir coordinar las expectativas y estrategias de miles de votantes en poco tiempo. En la actualidad, el empuje de Ciudadanos en las encuestas plantea la cuesti¨®n de si sus apoyos evolucionar¨¢n en forma de cascada. Seg¨²n este argumento, el impulso de Ciudadanos tras las elecciones en Catalu?a le habr¨ªa permitido superar el umbral a partir del cual los votantes del PP lo consideran una alternativa. Los casos de corrupci¨®n podr¨ªan haber abonado el sustrato para un cambio de preferencias en los votantes del PP, hasta ahora invisible en las encuestas de opini¨®n, pero susceptible de provocar un abandono masivo si un n¨²mero suficiente de electores marca su paso hacia Ciudadanos. Si algo caracteriza a estos procesos es que pocos los ven venir.
Quiz¨¢s nada de eso ocurra y el ascenso actual de Ciudadanos acabe explic¨¢ndose por el contexto de las encuestas, tal y como ocurri¨® con Podemos. En todo caso, no parece preocuparle mucho a un Rajoy que se pasea por la pol¨ªtica espa?ola silbando el final del estribillo de la canci¨®n de Alaska: ¡°Yo soy as¨ª, y as¨ª seguir¨¦. Nunca cambiar¨¦¡±. @sandraleon_
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