Surf, como gancho; educaci¨®n, como objetivo
Una fundaci¨®n en la isla de Tierra Bomba, en Colombia, consigue a trav¨¦s del deporte que los j¨®venes vuelvan a la escuela. Y no solo eso: algunos compiten ya en la ¨¦lite del surf nacional
Dania Moncaris cree que la falta de agua potable en su comunidad, la isla de Tierra Bomba, cerca de la exclusiva zona tur¨ªstica de Bocagrande, en Cartagena de Indias (Colombia), se soluciona comprando botellas. Esta chica de 12 a?os practica el surf de remo o Stand Up Paddleboarding (SUP) y ostenta m¨¢s de seis medallas de oro. Las m¨¢s recientes fueron obtenidas en el Campeonato Nacional de SUP/Paddleboard 2017, realizado en Cartagena el pasado mes de septiembre. Nunca se imagin¨® que el deporte la sacar¨ªa de casa para recorrer varias ciudades de Colombia y Per¨². De hecho, hasta la llegada de su entrenador la isla no sab¨ªa que existieran los deportes n¨¢uticos ni mucho menos el pa¨ªs vecino. Le apasiona el deporte, pero sue?a con ser abogada.
Aqu¨ª, gran parte de los ni?os quiere dedicarse a la medicina y la criminal¨ªstica debido al impacto que han tenido las series de televisi¨®n sobre estos temas. La realidad tambi¨¦n es un caldo de cultivo para pensar en cr¨ªmenes. ¡°Ayer se form¨® pelea con machetes¡±, cuenta Mari¨¢ngel, de nueve a?os, concentrada en un juego de cartas con sus amigos. Frente a ella, Carlitos, de siete, es uno de los pocos ni?os que ha tenido la oportunidad de vivir afuera. Prefiere tierra firme porque en la isla se registran muchos robos y ri?as, mientras que la recreaci¨®n es limitada. ¡°En Cartagena me compran m¨¢s cosas¡±, remata, como si Tierra Bomba no fuera parte de la misma jurisdicci¨®n.
No es para menos: esta isla de 9.000 habitantes carece de acueducto, alcantarillado, gas, cobertura total del servicio de energ¨ªa el¨¦ctrica, calles pavimentadas, oportunidades laborales, hospitales equipados y escuelas de buen nivel acad¨¦mico. En este clima de adversidades, tambi¨¦n aparecen los flagelos del narcotr¨¢fico, la prostituci¨®n, la intolerancia y el reclutamiento de j¨®venes para los grupos armados ilegales. En cuanto a la educaci¨®n, muchos de los ni?os nativos engrosan la lista de los casi 10.600 que est¨¢n fuera del sistema educativo en Cartagena de Indias y, aunque asistieran a clases, sus oportunidades de formaci¨®n ser¨ªan inciertas, pues esta ciudad ocupa el ¨²ltimo lugar en la clasificaci¨®n de las pruebas estatales.
Como en la mayor¨ªa de las islas del Caribe colombiano, las mujeres se dedican a cuidar casas de veraneo o a vender comida a los turistas. Los hombres, por su parte, se rebuscan transportando pasajeros en lancha o vendiendo la tierra ancestral, con lo que se han ido autodesterrando. Muchos adultos tienen a sus hijos adolescentes trabajando como pilotos de las lanchas del transporte p¨²blico. Otra de las tareas t¨ªpicas de los menores es la de acercar la canoa a la orilla cuando se llega al destino. En esta labor, los adultos, sabiendo lo que cobran los adolescentes, prefieren emplear a los m¨¢s peque?os para ahorrarse unos pesos.
Un cambio de vida
Hace m¨¢s de un lustro, un joven de 23 a?os les ofreci¨® cambiar la palanca para estacionar las lanchas por un remo con el que navegar sobre una tabla de paddle y surfear las olas. Su nombre es Pedro Salazar, un cartagenero nacido en Cali que tiene hoy 31 a?os. Aficionado a los deportes n¨¢uticos, este visionario emprendi¨® un proyecto hotelero en la isla tras heredar unos terrenos de su padre. Por seguir el ejemplo de su progenitor y atender ¡°a la voz de Dios en su coraz¨®n¡±, comenz¨® a buscar soluciones a la problem¨¢tica social que se vive en el lugar. Un ni?o en particular, Daiver Rodr¨ªguez, le impact¨® sobremanera porque no ten¨ªa ropa ni asist¨ªa a clases. ¡°Yo quer¨ªa cambiar la vida de ¨¦l, pero ¨¦l termin¨® cambi¨¢ndome la m¨ªa¡±, confiesa el emprendedor.
Casi 10.600 est¨¢n fuera del sistema educativo en la ciudad, y, aunque asistieran a clases, sus oportunidades de formaci¨®n ser¨ªan inciertas, pues Cartagena de Indias ocupa el ¨²ltimo lugar en la clasificaci¨®n de las pruebas estatales
R¨¢pidamente, se dio cuenta de que una fundaci¨®n era mucho m¨¢s viable que un t¨ªpico hotel, pues ni la salubridad ni la percepci¨®n de seguridad en los alrededores son buenas. En cambio, a trav¨¦s de una ONG podr¨ªa atraer a gente dispuesta a servir en la comunidad al tiempo que se hospeda: ¡°Si ven basura o pobreza, los voluntarios lo toman como una oportunidad para ejecutar proyectos sociales¡±.
Aprovechando que muchos de los ni?os le manifestaban que quer¨ªan aprender a ¡°surfear y volar¡± en una tabla de kitesurf, Salazar les propuso el trato de que, si ellos entraban al colegio y obten¨ªan buenas calificaciones, les ense?ar¨ªa. Al proyecto se uni¨® como cofundador y entrenador Armando Sierra, pionero del kitesurf en Colombia. As¨ª naci¨® la Fundaci¨®n Amigos del Mar. Entre 2015 y 2016, pudieron consolidarse al recibir del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia 10 tablas y pasajes a Per¨² para una visita de aprendizaje deportivo. Los fines de semana, los muchachos practican en las playas de El Laguito frente a la organizaci¨®n promotora de deportes n¨¢uticos Colombia SUP, de Camilo M¨¢rmol, quien tambi¨¦n les facilita sus recursos.
Hoy, Amigos del Mar beneficia a m¨¢s de 160 ni?os con talleres art¨ªsticos, tutor¨ªas, programas de sensibilizaci¨®n para el reciclaje, clases de ingl¨¦s por voluntarios extranjeros y locales, entre otras actividades. 45 est¨¢n apadrinados bajo el programa de reintegraci¨®n escolar, que consiste en apoyarlos de una manera integral para que regresen a las aulas. El beneficiario obtiene, adem¨¢s, el entrenamiento, la nutrici¨®n y los equipos necesarios para desarrollarse como deportista n¨¢utico, en lo posible, de alto rendimiento. Los padrinos van desde empresarios locales, pasando por exvoluntarios extranjeros que han quedado prendados de la ternura de los chicos, hasta estadounidenses famosos que han preferido mantenerse en el anonimato.
En los talleres art¨ªsticos, aprenden a realizar artesan¨ªas con materiales reciclados que luego se venden, por ejemplo, al Hotel Hyatt, que se las entrega a sus hu¨¦spedes. Amigos del Mar, adem¨¢s, presenta proyectos a empresas privadas y entidades internacionales: ¡°Es dif¨ªcil que una empresa privada nos adopte como lo ha hecho la Fundaci¨®n Mamonal con la comunidad de Pasacaballos, porque Tierra Bomba no est¨¢ cerca de ninguna compa?¨ªa¡±, concluye Salazar.
La democratizaci¨®n del surf
Los frutos son satisfactorios para el deporte del departamento de Bol¨ªvar: Daiver, el ni?o que inspir¨® a Pedro Salazar, es, con 15 a?os, el mejor de la fundaci¨®n en la modalidad surf. En la carrera de Downwind Santa Marta 2017, su mejor posici¨®n fue el segundo lugar en categor¨ªa Open de SUP. En el campeonato de Cartagena, qued¨® de quinto en la categor¨ªa Open, de 6K, donde participaron competidores sin distingo de edad. Daiver planea dedicar su vida a la ense?anza de deportes n¨¢uticos.
¡°El trabajo de la Fundaci¨®n Amigos del Mar es realmente destacable¡±, afirma el presidente de la Federaci¨®n Colombiana de Surf, Andr¨¦s Porras. ¡°Ya tiene muchachos en la selecci¨®n Bol¨ªvar y en la selecci¨®n Colombia. Pero, m¨¢s all¨¢ de lo deportivo, lo que me gusta es la forma en que la fundaci¨®n ha hecho que los muchachos sigan vinculados al colegio, mejoren sus notas, reciclen y aprendan otros idiomas, etc¨¦tera.¡±.
El entrenador Armando Sierra, quien ha sido un cr¨ªtico de la desviaci¨®n del erario p¨²blico, es consciente de que muy dif¨ªcilmente se puede vivir de los deportes n¨¢uticos a menos que se cambie la pol¨ªtica nacional. En su concepto, las ligas de surf del pa¨ªs prefieren apoyar a los m¨¢s ricos porque no tienen que darles todo: entrenamiento, alimentaci¨®n y un juego de equipos n¨¢uticos competitivos (que, en el caso del windsurf, alcanza los 9.000 d¨®lares por tratarse de varias tablas y velas). ¡°Pero tampoco es que se necesiten tantos recursos, simplemente hay que invertirlos bien¡±, sostiene con la autoridad que le da ser parte de la soluci¨®n. Tambi¨¦n le preocupan otros temas: la falta de acreditaci¨®n institucional de los instructores de deportes n¨¢uticos y la nula se?alizaci¨®n de playas de la ciudad, que urge para que no se sigan presentando accidentes lamentables como el del atropello de la moto acu¨¢tica a un ba?ista o el del surfista extranjero que practicaba junto a las rocas, ambos con v¨ªctimas mortales.
Aunque no con el mismo nivel de cuando ten¨ªa 20, Sierra sigue obteniendo buenos resultados en torneos de kitesurf y windsurf nacional y latinoamericano a sus 30 a?os. Tambi¨¦n lo ha hecho junto con sus pupilos en los campeonatos de SUP como un capit¨¢n que va al tim¨®n. Ante la pregunta de si cree que, de este semillero, saldr¨¢ un campe¨®n nacional, responde con la actitud m¨¢s positiva: ¡°Tiene que salir; primero, porque ellos cuentan con las condiciones f¨ªsicas, y segundo, porque, aunque el talento es algo indispensable, se ven buenos frutos cuando hay disciplina¡±. Y recuerda: ¡°Yo a esa edad era puro talento, pero no ten¨ªa un gerente que me buscara patrocinios. Ahora nosotros tratamos de guiarlos en todo lo que podamos¡±.
El recuerdo de un padre
Leimer Morales, de 16 a?os, ha sido becado por la Asociaci¨®n Internacional de Surf debido a su historia de superaci¨®n. Nacido a los siete meses, tuvo problemas de nutrici¨®n. La solidaridad del pueblo le salv¨® la vida. De familia de pescadores y buzos a pulm¨®n, Leimer es el que mejor estado f¨ªsico posee seg¨²n sus entrenadores. En una ¨¦poca, viv¨ªa entre pulpos y langostas, alejado la escuela. Cuando lleg¨® a la Fundaci¨®n, hace dos a?os, le ayudaron a retomar sus estudios: hoy est¨¢ en sexto de bachillerato. Pero sus problemas no pararon. Hace unos a?os muri¨® su padre debido a un tabaquismo que no super¨® a su avanzada edad. Su padrino, cuya imagen lleva estampada en una gorra, asumi¨® ese lugar. Sin embargo, este fue asesinado, seg¨²n Leimer, por haberse salido del narcotr¨¢fico, en el que suelen ingresar algunos por la facilidad que tienen para transportar estupefacientes en lanchas. Por esta raz¨®n, afirma que se mantiene lejos de los vicios: ¡°Cuando mi mam¨¢ me manda a comprar cigarrillos, yo le recibo la plata, pero no se los compro. Se la doy a mi hermano mayor y ¨¦l le trae arroz y jugo¡±.
En palabras de Salazar, el viaje al extranjero sirvi¨® mucho a Leimer, pues regres¨® motivado para darlo todo por el deporte. ¡°No me imaginaba que Per¨² fuera tan hermoso¡±, confiesa el muchacho. Ahora quiere dedicarse completamente al surf. Tras varios torneos nacionales donde ha quedado tercero y segundo, en el de Cartagena obtuvo el cuarto lugar en la categor¨ªa de los adultos profesionales, lo que le ayud¨® a consagrase como el mejor adolescente en SUP del pa¨ªs. Sin embargo, por encima de los premios, es el recuerdo de su padre lo que lo mantiene en la carrera: ¡°Gracias a ¨¦l vivo. ?l me compr¨® el arp¨®n y todo lo que necesitaba, y me ense?¨® para que yo cuidara de mi familia¡±.
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