Un equipo del Hospital de la Paz desarrolla pruebas para reducir los tratamientos de quimioterapia
Un grupo m¨¦dico busca financiaci¨®n para lanzar al mercado un test que ayuda a decidir qu¨¦ pacientes han de recibir una medicaci¨®n precisa
Enrique Espinosa es jefe de secci¨®n del Servicio de Oncolog¨ªa del Hospital La Paz de Madrid. En su experiencia y en la de muchos otros m¨¦dicos que trabajan con pacientes de c¨¢ncer de mama hab¨ªa visto que muchas de ellas, despu¨¦s de ser operadas de un tumor, no deb¨ªan haber recibido un tratamiento agresivo para evitar reca¨ªdas. Muchas de esas personas podr¨ªan haber evitado ese calvario, porque su tumor nunca habr¨ªa regresado, pero no sab¨ªa identificar cu¨¢les. Para poder hacerlo, pidi¨® la ayuda de dos investigadores del Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria del Hospital Universitario La Paz (IdiPAZ), Juan ?ngel Fresno y ?ngelo G¨¢mez. Estos expertos en biolog¨ªa molecular dise?aron un test que, estudiando el tipo de tumor, identificaba a ese grupo de pacientes.
¡°Creamos un test que permit¨ªa conocer ese riesgo de reca¨ªda, publicamos varios art¨ªculos cient¨ªficos describiendo su funcionamiento y lo patentamos¡±, explica Fresno. ¡°Aunque pod¨ªa llegar una empresa y entre muchas otras patentes de otros hospitales y centros de investigaci¨®n elegir la nuestra, vimos que la mejor manera de desarrollar nuestro producto era crear una empresa [Biom¨¦dica Molecular Medicine], a?ade. ¡°Al principio desarrollamos la prueba con becas, pero convertirla en un producto m¨¦dico que llegue a los pacientes est¨¢ m¨¢s all¨¢ de las capacidades de un equipo de investigaci¨®n y no quer¨ªamos que aquel trabajo se quedase en un mero ejercicio acad¨¦mico¡±.
¡°Este fue el primer producto que hicimos, aunque llegamos un poco tarde. Empezamos pronto, pero fuimos lentos, porque no hay cultura de que los investigadores hagan este tipo de trabajo, necesitamos negociar con la Administraci¨®n, crear un marco legal que permitiese que un hospital p¨²blico de la Comunidad de Madrid tuviese una spin-off [algo que s¨ª era posible en Catalu?a] y desde que ten¨ªamos la patente, en 2009, fueron necesarios cinco a?os hasta fundar la compa?¨ªa en 2014¡±, apunta G¨¢mez. ¡°Ahora ese tipo de tests, desarrollados por equipos en otros pa¨ªses m¨¢s o menos a la vez que el nuestro, son bastante comunes en los hospitales¡±, contin¨²a Espinosa. Con su test 8-gene Score estimaban que se pod¨ªa reducir un 12% el uso de la quimioterapia y producir un ahorro de unos seis millones de euros solo en Espa?a.
Un test de c¨¢ncer de mama podr¨ªa reducir en un 12% la aplicaci¨®n de quimioterapia
La utilidad de tests moleculares como los que desarrollan en Biomedica se ha incrementado con la aparici¨®n de nuevas herramientas m¨¢s precisas para tratar distintos tipos de tumor en distintas personas. ¡°Pero empezar a desarrollar estas pruebas no es f¨¢cil, porque hay que reunir un equipo multidisciplinar y no es f¨¢cil acceder a las muestras o a las preguntas¡±, asegura G¨¢mez.
¡°Ahora, que tenemos m¨¢s medicamentos, tambi¨¦n tenemos m¨¢s quebraderos de cabeza. Hay que elegirlos muy bien, porque son muy caros, tienen efectos secundarios, y hay que atinar, pero ?c¨®mo sabemos de antemano que un medicamento va a funcionar en un paciente concreto? Ese tema est¨¢ poco estudiado en oncolog¨ªa, las herramientas que han llegado a la cl¨ªnica son muy sencillas y no son suficientes¡±, afirma Espinosa.
Como en el ¨¢mbito del c¨¢ncer de mama se hab¨ªan visto adelantados por otros equipos, aprovecharon su participaci¨®n en un proyecto conjunto sobre c¨¢ncer renal con el Hospital 12 de octubre, tambi¨¦n de Madrid, para explorar otra pregunta cl¨ªnica similar. ¡°La diferencia con el c¨¢ncer renal es que de momento no hay tratamiento farmacol¨®gico cuando la enfermedad a¨²n est¨¢ localizada. Se sabe que despu¨¦s de operar hay un 30% que va a recaer y cuando recaen y tienen ya met¨¢stasis hay una bater¨ªa de f¨¢rmacos aprobados¡±, cuenta G¨¢mez. ¡°De momento, este test sirve para que se mejore el seguimiento de los pacientes. Si el riesgo es medio o alto, hay un seguimiento muy agresivo, con pruebas de imagen cada seis meses y pruebas bioqu¨ªmicas, que es incomodidad para el paciente y coste para el sistema sin aportar nada¡±.
El test vale para reducir este tipo de pruebas, y, seg¨²n los c¨¢lculos del equipo de Biom¨¦dica, ya supondr¨ªa un ahorro de 250 millones de euros al a?o en Europa solo eliminando pruebas innecesarias. ¡°Pero hay varios ensayos en marcha, que pondr¨¢n f¨¢rmacos en el mercado y entonces tambi¨¦n servir¨¢ para decidir cu¨¢ndo dar esos tratamientos¡±, asevera Espinosa.
Este tipo de pruebas tambi¨¦n ser¨ªa ¨²til ahora para plantear mejores ensayos cl¨ªnicos. ¡°Si sabes que un paciente se va a curar solo con la cirug¨ªa y lo metes en un ensayo cl¨ªnico para probar un f¨¢rmaco, ese paciente no va a recibir beneficio, independientemente del f¨¢rmaco que le des, as¨ª que el test te ayuda a elegir bien a qu¨¦ pacientes es apropiado¡±, plantea Fresno. ¡°En ri?¨®n ha habido dos ensayos grandes de f¨¢rmacos ¨²ltimamente, uno que no ofrece beneficios y otro con un beneficio estrecho¡±, afirma Espinosa. ¡°Esto sucede porque si metes a mil pacientes en un ensayo y seiscientos no iban a recaer independientemente del f¨¢rmaco, es dif¨ªcil encontrar el efecto real del f¨¢rmaco, porque tienes mucho ruido en el estudio¡±, a?ade.
El equipo trata de reunir 250.000 euros con los que iniciar la fase final de pruebas de su test
La idea del equipo del Hospital de La Paz es desarrollar soluciones que vayan a ser necesarias dentro de tres o cuatro a?os, porque el escenario del tratamiento del c¨¢ncer cambia continuamente con la instauraci¨®n de nuevos enfoques terap¨¦uticos. ¡°Por eso es tan importante que est¨¦ Enrique en el equipo, alguien que ve pacientes todos los d¨ªas y nos dice hacia d¨®nde va la investigaci¨®n¡±, explica G¨¢mez.
El esfuerzo del equipo de Biom¨¦dica se centra ahora en reunir los recursos necesarios para convertir su test en un producto que puedan utilizar hospitales de todo el mundo, m¨¢s all¨¢ del entorno experimental. Para que m¨¦dicos como Espinosa puedan utilizarlo con sus pacientes para decidir si les da o no un f¨¢rmaco, son necesarios estudios de gran tama?o que prueben su eficacia y superar un proceso regulador complicado. Todo ese trabajo para llegar al mercado requiere ingresos, que ellos llevan tiempo buscando por varios caminos. Por un lado, adem¨¢s de los pacientes, el Estado, que financia los f¨¢rmacos, ser¨ªa el gran beneficiado econ¨®mico del test, que permitir¨ªa utilizar mejor los recursos. Pero las empresas que financian la investigaci¨®n biom¨¦dica en las etapas finales son fundamentalmente las farmac¨¦uticas, que no tienen un inter¨¦s tan claro en un producto que puede reducir sus ventas. No obstante, en un momento en el que se est¨¢ planteando la sostenibilidad del sistema y lo irracional de que se sigan empleando f¨¢rmacos muy caros que no ofrecen un beneficio claro, los miembros de Biom¨¦dica creen que esta situaci¨®n puede cambiar y tambi¨¦n aspiran a que sus test puedan empezar a desarrollarse en combinaci¨®n con f¨¢rmacos para decidir cu¨¢ndo y a qui¨¦n ofrecerlos.
Adem¨¢s de buscar entre los inversores convencionales, Biom¨¦dica ha lanzado una campa?a alternativa, poniendo a la venta peque?as participaciones de la empresa para tratar de reunir 250.000 euros con los que iniciar la fase final de pruebas de su test. Estas participaciones, en caso de que finalmente el producto tuviese ¨¦xito y llegase al mercado, ofrecer¨ªan beneficios a los peque?os inversores. ¡°Ya tenemos los pacientes localizados, hicimos la validaci¨®n del test con la Universidad de Leeds, en Reino Unido, tenemos las muestras, sabemos lo que tenemos que hacer desde el punto de vista regulatorio y ahora necesitamos el dinero¡±, concluye G¨¢mez.
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