Desayuno con prensa

El desayuno es la comida m¨¢s importante del d¨ªa. Desde hace a?os, acompa?o el caf¨¦ con la lectura de la prensa digital en una cadencia inconsciente: cada noticia nueva, un peque?o sorbo; as¨ª hasta que el ¨²ltimo, desagradable, es un trago arenoso de posos fr¨ªos. Un d¨ªa me sorprend¨ª al darme cuenta de que lo que antes me llevaba una hora, ahora eran 15 minutos. ¡°Ser¨¦ yo¡±. Habr¨¦ perdido el inter¨¦s o incluso la capacidad de concentraci¨®n con los a?os. Ya no hay sorbo con cada noticia, sino que el rat¨®n se desliza sobrevolando r¨¢pidamente los titulares. Se afana por encontrar algo entre tanta noticia insustancial.

Hace tiempo que perd¨ª toda esperanza en la televisi¨®n, y recientemente tambi¨¦n en la radio. La prensa era el ¨²ltimo reducto. Y no porque amenizara mis desayunos, sino porque me ha permitido durante a?os aprender muchas cosas, de los m¨¢s diversos temas, en apenas unos minutos. No me cabe duda de que es la responsable de haber cultivado un ciudadano mejor y m¨¢s despierto ¡ªy no me refiero al caf¨¦. Dijo una vez Pullitzer que la prensa c¨ªnica produce un pueblo c¨ªnico. As¨ª que les pido, humildemente, que me sigan entreteniendo los desayunos.¡ª Pablo Ijalba P¨¦rez. Tudela (Navarra).