Franz Ferdinand: ¡°Llegamos a ese punto en el que bebes para evitar que te alcance la resaca¡±

Han pasado casi 15 a?os desde su fulgurante debut y todav¨ªa no lo han olvidado. ¡°Era vivir en un estado de excitaci¨®n continua. Cada d¨ªa nos pasaba algo nuevo que hab¨ªa que celebrar. No s¨¦ c¨®mo sobrevivimos. El primer a?o llegamos a ese punto en el que bebes solamente para evitar que te alcance la resaca¡±, recuerda con su acento de Glasgow Alex Kapranos (Inglaterra, 1972), el l¨ªder indiscutible de Franz Ferdinand. Era 2004 y su segundo sencillo, Take me out, se convirti¨® en la canci¨®n plantilla para una oleada de bandas que intentaban darle un poco de alegr¨ªa al pop, que viv¨ªa una etapa tristona y sentimental por culpa de Coldplay o Travis. Decenas de bandas reci¨¦n nacidas se lanzaron a la caza de la canci¨®n perfecta de tres minutos con la new wave como modelo.

Pero Kapranos y Bob Hardy, el bajista de la banda, que han venido a Madrid como parte del viaje de promoci¨®n de su quinto disco, Always ascending, tuercen el morro cuando se sugiere que muchos grupos haciendo lo mismo al mismo tiempo puede significar que aquello se convirti¨® en un movimiento.

Y directamente se irritan cuando se les dice que el m¨¦rito de aquel ¨¦xito lo reclama hoy como suyo Conor McNicholas, que era director de la revista NME, quien, en un art¨ªculo titulado NME cre¨® de la nada una escena ¡®indie¡¯ en 2002 e hizo que cuajara, afirma lo siguiente: ¡°B¨¢sicamente dije: ¡®No me interesa poner a nadie en la revista que no tenga buen peinado y buenos zapatos¡¯. No importa lo buena que sea la m¨²sica, no puedo entusiasmarme con una banda que no tiene buen aspecto. Cuando Franz Ferdinand apareci¨® a finales de 2002 ten¨ªan peinados cojonudos y zapatos relucientes¡±. ¡°?Dice eso? ?Que le jodan!¡±, exclama indignado Alex Kapranos. ¡°Eso son cosas de periodistas que no tienen nada que ver con nosotros. S¨ª, obviamente hab¨ªa otros grupos que nos gustaban. S¨ª, giramos juntos, pero ?y qu¨¦? Simplemente ¨¦ramos la continuaci¨®n de una escuela que ven¨ªa de los sesenta. Es todo rid¨ªculo¡±.

Hoy apenas queda recuerdo de aquella efervescencia. Muchos de ellos (Libertines, Futureheads, Kaiser Chiefs...) han desaparecido de la primera l¨ªnea hace tiempo. Otros viven de la nostalgia, como los neoyorquinos Interpol, que han tenido la poquita verg¨¹enza de hacer en 2017 un tour basado en su primer disco. Sin embargo, Franz Ferdinand ha manejado su carrera con inteligencia.

Hay quien lo atribuye a que en 2004 Kapranos ten¨ªa ya 31 a?os y un curr¨ªculo de fracasos a sus espaldas, experiencia m¨¢s que suficiente como para no dejar escapar una oportunidad. En 2018, Franz Ferdinand son estrellas en festivales como el madrile?o MadCool, en el que actuar¨¢n en julio. Se han permitido excentricidades como editar un disco con Sparks y hasta han superado la fuga de su mejor instrumentista, Nick McCarthy (guitarra y teclados), que se aburri¨® y se baj¨® del carro. Lo han suplido con dos nuevas incorporaciones, y ahora Franz Ferdinand es un quinteto. ¡°No fue muy traum¨¢tico, porque lo ve¨ªamos venir. Creo que est¨¢ contento. Y eso me hace feliz¡±.

Uno de los motivos que McCarthy esgrim¨ªa para dejar la banda es la sensaci¨®n de estar siempre metido en un mundo cerrado, algo que se entiende cuando Kapranos explica c¨®mo han creado el nuevo disco. ¡°Tengo una casa en el campo, a una hora en coche al sur de Glasgow. Tiene suficientes habitaciones para todos. Casi todo el a?o pasado vivimos all¨ª. Hay un estudio, pero no escribimos en ¨¦l, nos sentamos en la sala, hablamos y trabajamos en canciones de una manera muy casual. Es relajante. Si caminas en una direcci¨®n no hay m¨¢s que campo. Lo bueno es que hacia el otro lado hay un pub a cinco minutos¡±.

Always ascending (siempre ascendiendo). ?Es ir¨®nico? ¡°Espero que no¡±, contesta Kapranos con tono de aut¨¦ntica sorpresa. ¡°Lo que quer¨ªamos decir es que evolucionamos. Consideramos este disco como un nuevo principio¡±. ?Tanto? ¡°El principal cambio es sonoro, hay menos guitarras y m¨¢s sintetizadores. Es m¨¢s europeo, en mi opini¨®n. Cada vez aprecio m¨¢s Europa. Pero tampoco titules que esto es una revoluci¨®n¡±.