Prisi¨®n permanente revisable

En s¨ªntesis, los principales argumentos de quienes buscan derogar la pena de prisi¨®n permanente revisable suelen ser que no se debe legislar en caliente, que la pena no puede ser una venganza de las v¨ªctimas, y que ser¨ªa anticonstitucional por ir contra la norma que fija que las penas estar¨¢n orientadas hacia la reeducaci¨®n y la reinserci¨®n social. En cuanto a lo de legislar en caliente, cabe decir que ojal¨¢ hubiera la posibilidad de hacerlo en fr¨ªo; pero sucede que estos delitos nunca faltan: siempre estamos en caliente. Respecto a la generosidad, y no af¨¢n de venganza, suena a burla equiparar una pena de prisi¨®n ¡ªrevisable¡ª con una aut¨¦ntica venganza como ser¨ªa infligirles a ese tipo de delincuentes lo mismo que ellos les hicieron a sus v¨ªctimas. Y sobre su posible anticonstitucionalidad, extra?a la tan dispar interpretaci¨®n que se hace de los preceptos constitucionales.¡ª Miguel ?ngel Loma P¨¦rez. Sevilla.

Qu¨¦ peligrosa escalada la iniciada entre el PP y Ciudadanos a prop¨®sito de la prisi¨®n permanente revisable. El primero reclama la ampliaci¨®n del abanico de delitos a los que ser¨ªa aplicable, y el segundo, endurecer el acceso al tercer grado y a los beneficios penitenciarios. Que la lucha por el poder y la competencia entre partidos conduzcan a estas iniciativas, a m¨ª me produce rechazo. ?No ser¨ªa m¨¢s conveniente abrir un debate sereno entre todas las fuerzas parlamentarias que cerrase un acuerdo satisfactorio para todas? Es cierto que la capacidad de di¨¢logo demostrada hasta ahora hace dif¨ªcil imagin¨¢rselo, pero ?no podr¨ªan, al menos, intentarlo?¡ª Jos¨¦ Vicente Rodr¨ªguez Conejo. Monforte de Lemos (Lugo).