C¨®mo preparar el cuerpo para el fr¨ªo de la Ant¨¢rtida

La casualidad ha querido que, justo unos pocos d¨ªas antes de marchar para la Ant¨¢rtida, estemos viviendo un destacado episodio invernal, en el que no est¨¢n faltando ni la nieve, ni el intenso fr¨ªo, ni incluso ¡ªcoincidiendo con una breve estancia en los Pirineos¡ª la implacable ventisca, con la que, a buen seguro, me reencontrar¨¦ pronto en territorio ant¨¢rtico.

Una de las cosas en la que m¨¢s cuidado he puesto a la hora de preparar el viaje es la elecci¨®n de una vestimenta adecuada, para lo cual he seguido los consejos de la gente veterana, con varias campa?as ant¨¢rticas a sus espaldas. Ya en la reuni¨®n informativa de inicio de campa?a, celebrada en Madrid a principios del pasado mes de octubre, nos dieron a los asistentes unas recomendaciones sobre el tipo de ropa que deb¨ªamos intentar llevar. Me qued¨® clar¨ªsimo que hay que vestirse en capas, con algunas prendas interiores transpirables y de tipo polar, y con dos piezas exteriores de abrigo, la m¨¢s externa de ellas impermeable. En lo que respecta al calzado, deb¨ªa de llevar unas buenas botas de trekking, y segu¨ª el consejo de Jose, un buen amigo, especialista en equipaci¨®n de esqu¨ª y monta?a y responsable de Deportes Alaska.

En isla Livingston, donde tengo previsto estar la mayor parte de mi estancia en la Ant¨¢rtida, me tocar¨¢ caminar sobre nieve y terreno rocoso, con temperaturas que se mover¨¢n en el entorno de los 0 ?C, pero con sensaciones t¨¦rmicas con frecuencia bastante m¨¢s bajas, debido a la acci¨®n del viento. Nuestras dos bases ¡ªtanto la BAE Juan Carlos I (mi principal hogar ant¨¢rtico) como la BAE Gabriel de Castilla, en isla Decepci¨®n¡ª se encuentran en una zona muy ventosa, sacudida con frecuencia por fuertes temporales mar¨ªtimos. Seguro que me tendr¨¦ que enfrentar con alguna que otra ventisca, para lo cual he tenido un primer entrenamiento.

M¨¢s informaci¨®n

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H¨¦roes de la Ant¨¢rtida

Esta semana se celebraron en la estaci¨®n de esqu¨ª de Formigal, en el Pirineo Oscense, las IX Jornadas de Meteorolog¨ªa y Prensa. Se trata de una cita anual en la que nos reunimos una nutrida representaci¨®n de hombres y mujeres del tiempo de los principales medios de comunicaci¨®n nacionales y auton¨®micos. En las Jornadas asistimos, cada a?o, a unas charlas impartidas por especialistas, que nos ense?an aspectos ligados principalmente a la nieve, y tambi¨¦n hay tiempo para las actividades al aire libre en la estaci¨®n.

El pasado martes, a ¨²ltima hora de la tarde, llegu¨¦ con el resto de compa?eros a Formigal. El ambiente era g¨¦lido. Tras la cena, el term¨®metro marcaba -8 ?C. El intenso fr¨ªo se mantuvo durante todo el d¨ªa siguiente, con algo de viento arriba en las pistas. Aprovech¨¦ para probar parte de la equipaci¨®n que me llevar¨¦ a la Ant¨¢rtida, y camin¨¦ un rato con raquetas de nieve. Qued¨¦ contento con ese peque?o ejercicio de aclimataci¨®n. Con la ventisca me las vi ya al d¨ªa siguiente por la ma?ana, antes de abandonar Formigal. Ese momento fue el que me dio la mejor referencia del tipo de tiempo que ser¨¢ m¨¢s frecuente durante mi periplo ant¨¢rtico, que a punto estoy de comenzar.