Millones de virus y bacterias caen del cielo cada d¨ªa
Hasta las cumbres de Sierra Nevada llegan infinidad de microorganismos desde el S¨¢hara o el Atl¨¢ntico
Cada d¨ªa caen millones y millones de virus y de bacterias sobre la tierra que ocupa un simple metro cuadrado. Y no se trata de un terreno especialmente sucio, lo han medido en las limpias cumbres de Sierra Nevada. El estudio, liderado por una investigadora espa?ola, ha permitido confirmar que infinidad de microorganismos recorren el planeta de un punto a otro viajando transportados por las corrientes atmosf¨¦ricas.
Hace m¨¢s de una d¨¦cada, microbi¨®logos americanos encontraron secuencias v¨ªricas id¨¦nticas en lugares tan dispares y distantes como un lago en Alemania, el sur del oc¨¦ano Pac¨ªfico, el golfo de M¨¦xico o en una poza de agua en el hielo ¨¢rtico. Adem¨¢s de los humanos, pocos seres vivos pueden ser tan universales. Y los virus no parecen uno de ellos. A¨²n entre los m¨¢s cercanos hay diversidad gen¨¦tica y son criaturas muy especializadas, infectando un hu¨¦sped determinado y no a otro. Entonces, ?c¨®mo se han dispersado tanto algunos virus?
Por el aire y gracias a las corrientes que gobiernan la atm¨®sfera. La respuesta la ha encontrado un grupo de investigadores liderado por la ec¨®loga de la Universidad de Granada Isabel Reche. Colocaron dos colectores para registrar la deposici¨®n atmosf¨¦rica durante dos veranos consecutivos. Uno lo pusieron en el observatorio que el Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa y el CSIC tienen en Sierra Nevada, a 2.900 metros de altura. El otro, cerca del pico del Veleta, a unos 3.000 metros.
Unos 800 millones de virus y otros 20 millones de bacterias caen al d¨ªa sobre un metro cuadrado de tierra
"Los colocamos tan alto para evitar los procesos locales. A esa altura, lo que est¨¢s registrando son procesos globales que tienen lugar en la atm¨®sfera alta", explica Reche. Si hubieran puesto los colectores en la cercana Granada, por ejemplo, la poluci¨®n atmosf¨¦rica local, incluidas las c¨¦lulas bacterianas o v¨ªricas, habr¨ªan complicado el an¨¢lisis de las muestras a?adiendo mucho ruido a la se?al.
La lluvia de part¨ªculas y microorganismos eran recogidos cada d¨ªa. Ya en el laboratorio y mediante la misma t¨¦cnica usada para contar los gl¨®bulos de la sangre (citometr¨ªa de flujo) los investigadores contaron los virus y bacterias. De media, encontraron hasta 800 millones de virus y unos 20 millones de bacterias ca¨ªdas del cielo cada d¨ªa sobre la superficie que ocupa un metro cuadrado.
En cuanto a su origen, los autores del estudio, publicado en la revista de la International Society for Microbial Ecology, contaron con una ventaja. Las corrientes de aire que llegan hasta Sierra Nevada proceden fundamentalmente del sur sureste o las que traen los vientos del oeste. Las primeras, c¨¢lidas y secas, son las que provocan los episodios de calima, arrastrando polvo en suspensi¨®n arrancado del S¨¢hara. Los vientos del oeste, m¨¢s fr¨ªos y h¨²medos, transportan, adem¨¢s de las nevadas, una ingente cantidad de part¨ªculas org¨¢nicas escapadas de la superficie del Atl¨¢ntico.
Lo que comprobaron los autores del estudio es que mientras la mayor¨ªa de los virus eran de origen marino, la mayor parte de las bacterias eran saharianas. "Cuando se deshidratan, liberan una especie de moco que usan par adherirse a las part¨ªculas minerales [del polvo] del S¨¢hara", explica Reche. En cuanto a los virus, mediante electrost¨¢tica, quedan pegados a la materia org¨¢nica que sale del mar por la acci¨®n de las olas y el viento. De hecho, comprobaron que el 69% de los virus llegaron a la sierra pegados a part¨ªculas, porcentaje que sube hasta el 97% en el caso de las bacterias.
Los virus y las bacterias se depositan en el suelo por el lavado atmosf¨¦rico de la lluvia o por simple gravedad. Sin embargo, seg¨²n este estudio, la lluvia parece ser menos eficiente retirando virus que bacterias. Este hecho podr¨ªa deberse al hecho de que las c¨¦lulas v¨ªricas tienden a pegarse a part¨ªculas m¨¢s peque?as que las bacterias, lo que har¨ªa que los virus permanecieran m¨¢s tiempo en la atm¨®sfera.
Bacterias del S¨¢hara llegadas a los Pirineos lograron sobrevivir pero la inmensa mayor¨ªa de estos microbios no son pat¨®genos
"Las muestras recogidas en Sierra Nevada nos ofrecen una oportunidad ¨²nica para muestrear los virus y bacterias que hay por encima de la capa atmosf¨¦rica superficial", dice el vir¨®logo de la Universidad de la Columbia Brit¨¢nica (Canad¨¢) y coautor del estudio, Curtis Suttle. La llegada a las monta?as del sur de Espa?a de bacterias africanas o virus atl¨¢nticos gracias al movimiento de las masas de aire explicar¨ªa el misterio, el mecanismo por el que los mismos microorganismos pueden aparecer en sitios tan distantes y que Suttle descubriera una d¨¦cada atr¨¢s.
Este transporte atmosf¨¦rico ha existido desde siempre, pero los autores del estudio creen que el cambio clim¨¢tico lo est¨¢ acentuando. Y lo hace amplificando los fen¨®menos que afectan al inicio del viaje de virus y bacterias: Los episodios de sequ¨ªa, por ejemplo, llevan varias d¨¦cadas aumentando en los l¨ªmites del Sahara, multiplicando la aportaci¨®n de polvo a la atm¨®sfera. Y lo mismo est¨¢ sucediendo en el resto de desiertos del planeta, desde el Gobi hasta el de Atacama. Reche apunta otra posibilidad: el aumento de la frecuencia e intensidad de los huracanas llevar¨¢ m¨¢s virus oce¨¢nicos a la atm¨®sfera y, desde ah¨ª, a cualquier parte del planeta.
?Son viables estos microorganismos, es decir, siguen vivos despu¨¦s de un viaje tan largo por la atm¨®sfera? Un grupo de cient¨ªficos en el que estaba Reche ya demostr¨® que unas bacterias que llegaron hasta los Pirineos a lomos de polvo sahariano se activaron a los pocos d¨ªas. En cuanto a los virus, Suttle dice que a¨²n no se sabe. Sin embargo, cree que los m¨¢s resistentes podr¨ªan ser viables. "Por fortuna, los realmente resistentes son virus que, en su mayor¨ªa, infectan a bacterias, no a los humanos o a otros animales. As¨ª que no hay de qu¨¦ preocuparse si inhalamos unos cuantos millones de virus cada vez que salimos a pasear", dice tranquilizador.
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