Dos guerras fr¨ªas
En la pol¨ªtica espa?ola antes se luchaba por ocupar el centro. Ahora, por alejarse de ¨¦l
Dos guerras fr¨ªas est¨¢n calentando el a?o parlamentario. Una, entre Ciudadanos y PP. La otra, entre PSOE y Podemos. El conflicto actualmente m¨¢s relevante no es izquierda contra derecha, sino la lucha intestina dentro de cada bloque.
Durante tiempo, Espa?a ha vivido una guerra de trincheras. A un lado, la visi¨®n liberal-conservadora, capitaneada por el PP. A otro, el enfoque socialdem¨®crata, liderado por el PSOE. Era una pol¨ªtica frentista, pero m¨¢s en la ret¨®rica que en la pr¨¢ctica. Los d¨®berman del PP y PSOE se ladraban mucho, pero se mord¨ªan poco. Porque ambos partidos ten¨ªan inter¨¦s en salir de la trinchera y pescar votantes en la tierra de nadie del centro pol¨ªtico.
Hab¨ªa algunos pactos expl¨ªcitos ¡ªen pensiones o pol¨ªtica antiterrorista¡ª y muchos impl¨ªcitos. En raras ocasiones, PP y PSOE se desmontaban mutuamente las pol¨ªticas, ni tan siquiera en los asuntos m¨¢s controvertidos. Estando en la oposici¨®n, dec¨ªan ¡°no¡± a cualquier iniciativa, e incluso la recurr¨ªan al Constitucional. Al llegar al Gobierno, se olvidaban. No quer¨ªan perder a los votantes moderados.
Pero la llegada de Ciudadanos y Podemos ha metamorfoseado el juego pol¨ªtico. Dentro de cada bando ideol¨®gico, los partidos se hacen ofertas agresivas que no pueden rechazar. Ciudadanos y PP se intercambian propuestas sobre la prisi¨®n permanente revisable o la prohibici¨®n de indultos por delitos de rebeli¨®n, compitiendo para ver qui¨¦n preserva mejor a Espa?a de sus enemigos. PSOE y Podemos han entrado en una carrera de apuestas al alza sobre el impuesto a la banca o la revalorizaci¨®n de las pensiones.
Y, entre los bloques ideol¨®gicos, ni las ofertas m¨¢s inocuas se pueden aceptar. El PSOE se niega a apoyar a De Guindos para la vicepresidencia del BCE, rompiendo la regla no escrita de secundar a los candidatos espa?oles. Cualquier se?al de aquiescencia con el enemigo le da?ar¨ªa en su contienda civil con Podemos. El objetivo de los partidos ya no es ganar votantes en tierra de nadie, sino no perderlos en su retaguardia.
La pol¨ªtica espa?ola siempre ha sido belicosa. Pero antes se luchaba por ocupar el centro. Ahora, por alejarse de ¨¦l. @VictorLapuente
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