El hospital de ¨¢rboles
Historia de la recuperaci¨®n de una f¨¢brica y su jard¨ªn para uso de personas y ¨¢rboles
Igual que nos hemos visto obligados a crear centros especiales de recuperaci¨®n de anfibios o santuarios de animales, los ¨¢rboles tienen un peque?o y sencillo hospital en l¡¯Hortet de La Farga, un espacio recuperado por el vecindario ante el peligro de la construcci¨®n y el tocho.
Una ma?ana soleada de invierno, sentados en una de las antiguas vigas convertida en banco, Toni Pi?eiro nos cuenta c¨®mo ha vivido a lo largo de estos ¨²ltimos 35 a?os, a trav¨¦s de la ventana de su casa, la evoluci¨®n de ese peque?o espacio, antiguo jard¨ªn de la F¨¢brica La Farga. Desde hace un tiempo, mientras el jard¨ªn renac¨ªa, los vecinos han ido trayendo olivos y n¨ªsperos abandonados junto a los contenedores de basura urbanos.
Aqu¨ª los ¨¢rboles se recuperan y crecen y son testigos de ese intento colectivo por evitar que el asfalto y el cemento se coman la verdadera esencia natural que sigue latiendo en las ciudades. La historia de La Farga es calcada a la de muchas otras pero en este caso termina bien. Amenazada por convertirse en apartamentos para lujo tur¨ªstico con el jard¨ªn convertido en spa y terraza de uso privado, la peque?a f¨¢brica ha vivido en los ¨²ltimos a?os varios cambios de propiedad, ocupaci¨®n reivindicativa para ser local social del barrio, desalojo y destroce de su valiosa arquitectura tradicional y finalmente proyecto inmobiliario especulativo.
Vienen todos a plantar, a discutir, a tocar algo de tierra y a agradecer a esos ¨¢rboles recuperados el fruto que alimenta una comunidad cada vez mayor de p¨¢jaros y abejas
Los vecinos de la comisi¨®n de fiestas que ten¨ªan las llaves de la finca y el jard¨ªn gracias a su primer propietario, junto a otros colectivos del barrio de Sants de Barcelona, han conseguido que el Ayuntamiento compre el solar. Llevaban desde mayo del 2015 intent¨¢ndolo.
As¨ª es como el futuro de ese espacio de 455m2 ha dado un vuelco. Ahora la zona de la f¨¢brica que sigue en pie se convertir¨¢ en proyecto de viviendas sociales en cesi¨®n de uso gracias a la implicaci¨®n de la Cooperativa Sostre C¨ªvic y la zona de jard¨ªn y huerto, con una cuantas horas privilegiadas de sol, seguir¨¢ acogiendo a esos ¨¢rboles que crecen libres y regeneran la tierra y el aire contaminado de la ciudad.
En los inicios del huerto fue necesario analizar la tierra y darse cuenta de que el pasado fabril hab¨ªa contaminado mucho el subsuelo. As¨ª fue c¨®mo decidieron crear unas cuantas ¡°piscinas¡± en las que a?adir tierra f¨¦rtil y sana para cultivar. Ahora crecen las habas de invierno y pronto llegar¨¢n tomateras y pimientos.
El agua para regar es cedida por una pareja mayor que vive al lado y a la que las asociaciones aportan mensualmente la diferencia de consumo en su factura. Y claro que los domingos son una fiesta en el solar: vienen todos a plantar, a discutir, a tocar algo de tierra y a agradecer a esos ¨¢rboles recuperados el fruto que alimenta una comunidad cada vez mayor de p¨¢jaros y abejas. Este a?o la comisi¨®n de fiestas seguro que volver¨¢ a crear una nueva puerta para la entrada al jard¨ªn, una puerta ef¨ªmera que igual nos recuerda los meses de lucha para mantener un espacio que siempre hab¨ªa pertenecido a nuestro lado salvaje en ciudad, ese que nunca deber¨ªamos haber dejado que desapareciera.
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