Abraham, Isaac y el pazo de Meir¨¢s

EN NING?N otro pa¨ªs que haya pasado en serio de un r¨¦gimen totalitario a una democracia, las familias de tiranos o dictadores usurpan bienes del patrimonio p¨²blico.

Hay quien discute que exista una ¡°memoria hist¨®rica¡± colectiva, pero supongo que toda la gente estar¨¢ de acuerdo en que existen verg¨¹enzas hist¨®ricas. ¡°?Verg¨¹enzas m¨¢s que b¨ªblicas, hijo!¡±, que dir¨ªa Abraham a Isaac, en el pazo de Meir¨¢s.

Y es que obligados los propietarios por la condici¨®n de bien de inter¨¦s cultural, han estado expuestas en Santiago, en una magna muestra dedicada al maestro Mateo, dos esculturas, que justamente representan a Abraham e Isaac, y que pertenecieron al P¨®rtico de la Gloria. En 1954, estas dos obras del patrimonio p¨²blico pasaron a manos de los Franco sin ning¨²n tipo de documento o formalidad. Solo queda el rastro de una bochornosa intimidaci¨®n y una¡­ La esposa del dictador, Carmen Polo, en presencia de su excelent¨ªsimo marido, mostr¨® un ¡°inter¨¦s insistente¡± al alcalde y sugiri¨® ¡°de forma inequ¨ªvoca que pasaran a su posesi¨®n¡±. Y pasaron.

La actual corporaci¨®n municipal compostelana intenta recuperar aquel expolio y ha presentado una demanda ante un tribunal. Por ahora, no sabemos si la justicia se mueve o se conmueve. Lo que s¨ª sabemos es que Abraham e Isaac est¨¢n otra vez a la sombra, bajo custodia de los herederos de aquel par de coleccionistas.

No s¨¦ qu¨¦ ser¨¢ de Abraham e Isaac en el futuro. Durante un tiempo estuvieron en Meir¨¢s. M¨¢s tarde se les localizaba en la Casa Cornide, un edificio monumental en la Ciudad Vieja de A Coru?a, y as¨ª llamado por ser solar natal de Joseph Cornide, figura principal de la Ilustraci¨®n gallega. Los panegiristas y lavacaras de Franco cultivaron la leyenda del hombre austero, desinteresado del vil metal y las propiedades terrenales. Tambi¨¦n hay capos ahorradores, fervorosos de la Virgen del Pu?o. Tanto el pazo de Meir¨¢s como la Casa Cornide pasaron a ser propiedad del dictador en dos operaciones de tipo mafioso, hist¨®ricamente humillantes para la ciudadan¨ªa, donde no compareci¨® la verg¨¹enza.

El pazo de Meir¨¢s est¨¢ ahora a la venta. En la web de Mikeli Luxury Real Estate, con un estilo de espaciosa mansi¨®n en campi?a de la Europa tranquila y se?orial, se anuncia con el reclamo: ¡°Inmueble singular en venta en Sada. Precio. 8.000.000 de euros. Ocupa una superficie total de 66.792 metros cuadrados¡±. La casa-palacio, en realidad Torres de Meir¨¢s, como le llam¨® Emilia Pardo Baz¨¢n, su creadora, tiene unos mil metros cuadrados. La inmobiliaria destaca, con raz¨®n, el balc¨®n cubierto de la Torre de la Quimera, el lugar so?ado por la autora de La tribuna para escribir y gozar. Ese era el sentido de Meir¨¢s para Emilia: un lugar de fiestas y creaci¨®n, una arquitectura con el cuerpo de libertad hasta que aparece el No-Do y lo ensucia todo.

No s¨¦ lo que habr¨¢ sido de la espada de Dios, pero el pazo de Meir¨¢s est¨¢ ah¨ª, a la venta. Quien lo pag¨® fue el pueblo

Pude entrar el a?o pasado en Meir¨¢s, despu¨¦s de mil obst¨¢culos, como miembro de un grupo de apasionados por la obra de esa fascinante mujer que abri¨® paso, sin pedir permiso, en la forma de escribir y vivir. Y rompi¨® barreras de clase: la primera en contar una gran huelga femenina. Pude entrar, s¨ª, y sal¨ª horrorizado. La sala central ahora era un almac¨¦n atiborrado de trofeos de caza. Paredes tapizadas con miradas penetrantes de animales muertos. La caza, esa era la verdadera ideolog¨ªa de Estado.

En este mes de marzo se cumplir¨¢n 70 a?os de la entrega a Franco de este ¡°regalo¡± por una comisi¨®n de notables: ¡°En el d¨ªa 28 de marzo de nuestro segundo a?o triunfal¡±, dice el documento, ¡°la ciudad y provincia de La Coru?a hicieron la ofrenda donaci¨®n de las Torres de Meir¨¢s al fundador del Nuevo Imperio, jefe del Estado, general¨ªsimo de los Ej¨¦rcitos y caudillo de Espa?a, Francisco Franco Bahamonde¡±. Esa misma ma?ana, en la catedral de Santiago, hab¨ªa recibido del arzobispo la ¡°espada de Dios¡±. Lo que se dice una jornada bien aprovechada. No s¨¦ lo que habr¨¢ sido de la espada de Dios, pero el pazo de Meir¨¢s est¨¢ ah¨ª, a la venta. Quien lo pag¨® fue el pueblo, con dinero obtenido de n¨®minas y contribuciones obtenidas por el sistema de ¡°voluntariado forzoso¡±. Es decir, la extorsi¨®n. Bajo la ret¨®rica imperial, la realidad es que fue una ¡°ofrenda-donaci¨®n¡± a un jefe de Estado. Nada se dice de herederos.

En ning¨²n otro pa¨ªs que haya pasado en serio de un r¨¦gimen totalitario a una democracia, las familias de tiranos o dictadores usurpan bienes que deber¨ªan pasar al patrimonio p¨²blico. Somos una excepci¨®n. Y me pregunto si la enfermedad no bien diagnosticada que vive Espa?a no tendr¨¢ que ver, poco o mucho, con esta desverg¨¹enza. Con este desasosiego que los buenos curanderos llamaban enfermedad de la sombra. ?No habr¨¢ justicia para que devuelvan a Abraham e Isaac, para que devuelvan Meir¨¢s??