El para¨ªso de los liquen¨®logos
Lo l¨ªquenes son capaces de colonizar los lugares de la Tierra de clima m¨¢s extremo. En la Ant¨¢rtida dominan por encima de cualquier otra forma de vida
Gracias a la presente campa?a ant¨¢rtica estoy aprendiendo muchas cuestiones ligadas a las distintas disciplinas que llevan a cabo los cient¨ªficos que participan en ella. La convivencia con ellos en la base y la posibilidad de acompa?arlos en su trabajo de campo y en el laboratorio, me est¨¢ permitiendo conocer de primera mano la ciencia que se hace en la Ant¨¢rtida. Uno de los asuntos que ha despertado en m¨ª una mayor curiosidad es el de los l¨ªquenes, de los que apenas conoc¨ªa cosas hasta ahora.
Los l¨ªquenes son las formas de vida dominantes en la Ant¨¢rtida. Ning¨²n otro organismo vivo tiene semejante capacidad de adaptaci¨®n a un ambiente tan hostil como el ant¨¢rtico, lo que justifica el inter¨¦s de los cient¨ªficos por conocer en detalle los mecanismos que les permiten prosperar bajo unas condiciones tan extremas. En las Shetland del Sur ¨Cdonde Espa?a tiene sus dos bases ant¨¢rticas¨C, dada su influencia oce¨¢nica, encontramos zonas costeras con cubiertas criptog¨¢micas, que presentan una gran variedad de especies de l¨ªquenes, conviviendo con algas, hongos y cianobacterias, dotando al terreno de un llamativo color verde. Estas zonas contrastan con los oscuros pedregales y con la blancura del hielo y la nieve, que dominan en la Ant¨¢rtida.
En el interior del continente ant¨¢rtico desaparecen esos peque?os vergeles. All¨ª la sequedad ambiental y las bajas temperaturas son tan extremas que los l¨ªquenes pasan inicialmente desapercibidos, pero tambi¨¦n los hay, en peque?os reductos (microoasis) en los que hay agua l¨ªquida disponible aunque sea a cuentagotas. En los valles secos de Mc Murdo (el lugar m¨¢s seco de la Tierra) los hay que buscan el refugio de algunas rocas de cuarzo, que dejan pasar algo de luz, tapizando de verde su base y evitando as¨ª el contacto directo con la inclemente temperie.
Tengo la suerte de estar rodeado de algunos de los liquen¨®logos m¨¢s importantes del mundo, que estos d¨ªas me han permitido descubrir el apasionante mundo vivo que se esconde bajo nuestros pies. Asunci¨®n de los R¨ªos, del Museo de Ciencias Naturales de Madrid y especialista en el tema, no se conforma con estudiar la variedad de l¨ªquenes que vemos sobre las rocas ant¨¢rticas de isla Livingston, sino tambi¨¦n los microorganismos que tienen su h¨¢bitat en su interior, y que tienen ah¨ª su zona de confort. Cuanto m¨¢s hostil sea el ambiente exterior, m¨¢s juegan al escondite estas min¨²sculas formas de vida.
Uno de los lugares que m¨¢s inter¨¦s despierta entre los liquen¨®logos que participan en la campa?a son las morrenas de los glaciares, como las del l¨®bulo BAE, en las cercan¨ªas de la base Juan Carlos I. As¨ª me lo cont¨® Leopoldo Garc¨ªa Sancho, catedr¨¢tico de Bot¨¢nica de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid e Investigador Principal del proyecto CRYPTOCOVER. Seg¨²n Leo, esos espacios, ocupados en tiempos por el hielo, les permiten seguir la pista de la colonizaci¨®n de los distintos l¨ªquenes, sin m¨¢s que haciendo un seguimiento de su evoluci¨®n a lo largo de los a?os. Partiendo de un punto cero, se puede arrojar luz sobre las estrategias seguidas por los distintos l¨ªquenes para la citada colonizaci¨®n.
La Ant¨¢rtida es el para¨ªso de los l¨ªquenes y, por ende, de los liquen¨®logos. A diferencia de los musgos o las algas, que son organismos simples, los l¨ªquenes son el resultado de una simbiosis con ellos. En las zonas verdes que salpican algunos enclaves costeros de las Shetland del Sur, conviven varias especies y tambi¨¦n est¨¢n presentes, de forma mucho m¨¢s testimonial, las dos ¨²nicas plantas que hay en la Ant¨¢rtida, la deschampia ant¨¢rctica y el stereocaulon alpinum. No tiene cabida ninguna m¨¢s, pues la falta de luz y las bajas temperaturas reinantes las impiden prosperar, cosa que no ocurre con los l¨ªquenes, que est¨¢n en su salsa. Incluso en zonas algo elevadas de las cercan¨ªas de la base, retiradas de la l¨ªnea de costa y donde el clima es algo m¨¢s extremo, prospera un tipo de usnea, de color verde p¨¢lido y aspecto de un peque?o hierbajo, que encontramos en muchas piedras. Sorprende ver semejante capacidad de resistencia.
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