El bi¨®logo brit¨¢nico John E. Sulston, premio Nobel en 2002, muere a los 75 a?os
El investigador fue el precusor de la decodificaci¨®n p¨²blica del genoma humano
El bi¨®logo brit¨¢nico John E. Sulston, premio Nobel en 2002 por sus descubrimientos sobre la regulaci¨®n gen¨¦tica en el desarrollo de ¨®rganos y la muerte celular programada, ha muerto este viernes a los 75 a?os, seg¨²n inform¨® el instituto Wellcome Trust Sanger.
Sulston ha sido considerado como uno de los precursores del proyecto de decodificaci¨®n del genoma humano, aspecto en el que trabaj¨® en el instituto que ha confirmado su fallecimiento, que ayud¨® a fundar y que en la actualidad desarrolla uno de los mayores programas gen¨¦ticos en Europa. Siempre defendi¨® que estos hallazgos no pod¨ªan ser privativos de la empresa privada para evitar que solo tuvieran acceso a esas investigaciones los pa¨ªses ricos y que los hallazgos se quedaran sin compartir.
El cient¨ªfico, que iba a cumplir 76 a?os el pr¨®ximo d¨ªa 27, investig¨® como los organismos, al comienzo de su vida, aumentan su n¨²mero de c¨¦lulas y mantienen el crecimiento a lo largo de la vida. Sin embargo, otras mucha mueren para mantener el equilibrio. Este proceso est¨¢ regulado por los genes y se denomina muerte celular programada.
Ya en 1976, el investigador describi¨® c¨®mo las c¨¦lulas del gusano Caenorhabditis elegans se divid¨ªan, maduraban y mor¨ªan como parte del normal desarrollo de los organismos.
Sulston, hijo de un pastor anglicano y de una profesora de ingl¨¦s, consideraba los seres vivos como ¡°mecanismos¡± y promovi¨® la descripci¨®n del genoma completo de cualquier animal. Public¨® en 2003, con la escritora Georgina Ferry, el libro El hilo com¨²n de la humanidad (Siglo XXI)
¡°Lo importante es entender c¨®mo funcionan los genes. El gusano tiene 19.000, casi tantos como nosotros. Parece extraordinario que algo tan grande e importante como una persona tenga s¨®lo unos cuantos genes m¨¢s que un gusano, pero as¨ª es como funciona la biolog¨ªa. La diferencia entre los gusanos y nosotros, los vertebrados, es que nosotros tenemos una proporci¨®n m¨¢s alta de genes de control: casi la mitad de nuestros genes se dedican a regular a otros genes, a orquestar el desarrollo de los tejidos, comunicar unas c¨¦lulas con otras, etc¨¦tera. En el gusano, esos genes de control no pasan de un 10%. Todos los animales estamos hechos con los mismos ladrillos. La diferencia entre un gusano y un humano no son los ladrillos, sino los planos arquitect¨®nicos¡±, explic¨® en una entrevista a EL PA?S un a?o despu¨¦s de recibir el Nobel.
El bi¨®logo fue cr¨ªtico con la sociedad individualista. ¡°Hemos puesto demasiado ¨¦nfasis en lo privado, en la ambici¨®n personal de hacer dinero, a expensas del bien p¨²blico. Necesitamos un equilibrio entre esas dos fuerzas sociales, pero desde los sesenta la balanza se ha inclinado demasiado hacia el sector privado: los impuestos a las empresas se han reducido dr¨¢sticamente, y la gente es estimulada desde muy joven a ganar todo el dinero posible. Poca gente les dice a los j¨®venes que tambi¨¦n es bueno trabajar por el bien com¨²n. Es posible que las sociedades europeas logren mantener un equilibrio, pero las cosas pintan mucho peor mundialmente. La globalizaci¨®n de la codicia ha superado con mucho a la de la democracia y la justicia. Nuestro comportamiento internacional es muy primitivo, y ¨¦sa es la raz¨®n de las grandes disparidades de riqueza y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, del miedo y la inseguridad en que vivimos¡±, afirm¨® en 2003 anticipando la sociedad actual.
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