Mujeres en red
La pregunta es si alguien sabr¨¢ canalizar institucionalmente este enorme caudal pol¨ªtico
No es la primera vez que sucede: lo vimos en las manifestaciones masivas contra la guerra de Irak, en el rechazo frontal a las mentiras del Gobierno durante aquel 11 de marzo funesto y tambi¨¦n con el 15-M, la emblem¨¢tica #SpanishRevolution. En un pa¨ªs tan dado a la autoflagelaci¨®n, otra vez Espa?a mostr¨® una sensibilidad especial ante las incoherencias de nuestro mundo. Ahora es el feminismo el que rescata la igualdad para la agenda pol¨ªtica, y?la sit¨²a en el coraz¨®n de un proyecto que va m¨¢s all¨¢ de un programa concreto para las mujeres: su cr¨ªtica es global y apunta a la transformaci¨®n pol¨ªtica y cultural de un modelo de sociedad.
La sacudida del jueves confirm¨® adem¨¢s que la Cuarta Ola se suma a los movimientos globales en red de la era de Internet. Hablamos de una forma hist¨®rica de organizaci¨®n que pertenece al siglo XXI, en la que se ignora a partidos sist¨¦micos y sindicatos y se asumen liderazgos colectivos y propuestas de ruptura del statu quo, aprovechando estructuras comunicativas digitales. Podemos reconocerlos cuando en distintos puntos del planeta, se?ala Castells, se repiten una y otra vez din¨¢micas, valores y pautas de coordinaci¨®n que son espont¨¢neos, transversales y de autoorganizaci¨®n en red. Aunque surgen en contextos muy dispares, como esta semana suced¨ªa en Turqu¨ªa, Argentina, Estados Unidos o Espa?a, all¨ª donde aparecen, lo hacen de esta manera.
#LasPeriodistasParamos fue el ejemplo paradigm¨¢tico en nuestro pa¨ªs. A trav¨¦s de un canal de Telegram, m¨¢s de 2.500 profesionales iniciaron un debate colectivo sin establecer ning¨²n liderazgo y dieron un impulso simb¨®lico a la convocatoria: mostraron de qu¨¦ forma su ausencia organizada pod¨ªa provocar un estruendoso vac¨ªo. Ese vac¨ªo particular representaba el de todas, su manera concreta de dar sentido al emblema general de la convocatoria: ¡°Sin nosotras, el mundo se para¡±. Las formas de organizaci¨®n eran digitales; su fondo, feminista: una cultura de la escucha, el reconocimiento transversal desde la diversidad de sus experiencias individuales y el poder de la empat¨ªa. La pregunta es si alguien sabr¨¢ canalizar institucionalmente este enorme caudal pol¨ªtico, o si, tal vez, el feminismo consiga sorprendernos una vez m¨¢s en ese terreno. Veremos. @MariamMartinezB
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Igualdad oportunidades
- Manifestaciones
- Desigualdad social
- Protestas sociales
- Feminismo
- Sindicatos
- Malestar social
- Redes sociales
- Sindicalismo
- Movimientos sociales
- Mujeres
- Relaciones g¨¦nero
- Partidos pol¨ªticos
- Relaciones laborales
- Internet
- Problemas sociales
- Telecomunicaciones
- Pol¨ªtica
- Trabajo
- Sociedad
- Comunicaciones