Pol¨ªticos presos, a la calle

Cada d¨ªa parece m¨¢s evidente. Mientras haya pol¨ªticos electos en prisi¨®n preventiva ser¨¢ arduo, si no imposible, que la pol¨ªtica catalana ¡ªy, por ende, la espa?ola¡ª vuelva a la plena normalidad.

Existen, pues, razones pol¨ªticas poderosas para reclamar que los de Estremera vuelvan a casa. Adem¨¢s, claro est¨¢, de las estrictamente jur¨ªdicas sustentadas por una sustancial parte de la doctrina, la que enfatiza el argumentario del car¨¢cter excepcional¨ªsimo de las medidas cautelares de privaci¨®n de libertad.

Si todo eso es as¨ª, conviene debatir el c¨®mo, el qui¨¦n y el cu¨¢ndo. Pues reclamar sin m¨¢s ¡°al Estado¡± la liberaci¨®n de los presuntos ¡°presos pol¨ªticos¡± tiene mal sustento democr¨¢tico.

Ning¨²n Gobierno de esta clase debe (aunque a veces lo pretenda) interferir en la independencia de los jueces. Ni estos pueden colocar las conveniencias pol¨ªticas por encima de la ley, ni siquiera de su interpretaci¨®n de la ley, sea certera o err¨®nea.

De modo que no es al Estado ni a la judicatura a los que debe vehicularse esta sensata reclamaci¨®n colectiva (otra cosa son los recursos individuales de los directamente afectados).

?Qui¨¦n mantiene en la c¨¢rcel a Oriol Junqueras, Joaquim Forn y los Jordis? Aparentemente, el juez instructor del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. Lo hace con un argumento, el riesgo de que repitan su presunto delito.

Su supuesta conducta il¨ªcita no consiste, contra lo que dicen muchos indepes, en sustentar ¡°ideas pol¨ªticas¡± secesionistas. Esa lectura de los autos es sesgada.

Lo que tratan de evitar las medidas del juez es la ¡°gesti¨®n pol¨ªtica¡± de ¡°implementar la rep¨²blica que declararon¡±, ¡°siguiendo una estrategia contraria a la norma penal¡±. Es decir, el juez no busca contrarrestar la ilusi¨®n de la independencia, sino la actuaci¨®n concreta de seguir procur¨¢ndola por v¨ªas ilegales.

Hay una manera obvia de mantener las ideas indepes y respetar a un tiempo el Estado de derecho y la independencia judicial. Conseguir que el fugado Carles Puigdemont y la CUP cesen en sus proclamas anticonstitucionales y en su (vigente) plan de ¡°hacer Rep¨²blica¡± ilegalmente, porque es su persistencia lo que permite sostener la persistencia del riesgo de que los encausados persistan en ¨¦l. Puigdemont: ?libera ya a Oriol, a Joaquim y a los Jordis!