La piscina donde entrenaban las SS de Hitler abre al p¨²blico

Es un hecho: c¨ªclicamente un compa?ero de trabajo que no va a nadar le aconseja a otro que lo haga. La comprensible respuesta suele ser valorar el consejo, pero no ir. La cosa cambiar¨ªa si la oferta fuera hacer unos largos en Schwimmhalle Finckensteinallee. Esta piscina ol¨ªmpica se construy¨® en el sur de Berl¨ªn en 1938 y fue lugar de entrenamiento de las Leibstandarte SS, el cuerpo de protecci¨®n personal de Hitler.

El estudio Veauthier Architekten, especializado en recintos deportivos, recuper¨® en 2014 este emblema nazi para ponerlo al servicio de deportistas y menos deportistas. ¡°Lo que m¨¢s me interesa de las piscinas es que son espacios p¨²blicos. Tienen mucho tr¨¢nsito. Hay gente que viene a nadar por la arquitectura¡±, apuntaba el arquitecto Andreas Veauthier en la publicaci¨®n especializada en dise?o Ignant.

Schwimmhalle Finckensteinallee fue dise?ada en su origen por los arquitectos Karl Reichle y Karl Badberger donde antes hab¨ªa una escuela militar de cadetes. Las grandes proporciones y las esculturas que flanquean la entrada responden al estilo neocl¨¢sico tan adoptado por la arquitectura nazi. ¡°No representa tanto a las construcciones de 1945 sino m¨¢s bien a 1936. Es un ejemplo de arquitectura moderna de los a?os treinta¡±, a?ade Veauthier.

La construyeron solo hombres. Antes no se incorporaban mujeres al ej¨¦rcito ¨Cen Alemania lo hicieron en 2001¨C. ¡°Se cre¨® como una utop¨ªa del fitness¡±, explica Veauthier. La espectacular altura de este recinto ubicado en el distrito Lichterfelde se explica por la necesidad de albergar una plataforma de 10 metros desde donde tirarse.

En manos de los aliados

Tras la Segunda Guerra Mundial la piscina qued¨® en zona estadounidense y las tropas ocupantes la hicieron suya. En los noventa pas¨® a formar parte de la Asociaci¨®n de Piscinas de Berl¨ªn. Estudiantes de colegios cercanos y socios de clubes de nataci¨®n iban a dar sus primeras brazadas all¨ª. En 2006 cerr¨® por mal estado. Pasados tres a?os, Veauthier Architekten inici¨® los planes de restauraci¨®n para reabrirla en 2014. El coste de la renovaci¨®n se cifra en torno a los 12-13 millones de euros.

¡°Este espacio de grandes dimensiones inundado de luz y con enormes ventanales en los cuatro costados supone un estupendo documento arquitect¨®nico del negativo periodo en el que se construy¨®¡±, afirmaba Andreas Veauthier en Dezeen. El vaso mide 50 metros de largo y 25 de ancho y tiene dos metros de profundidad. ¡°Antes ten¨ªa un fondo de cinco metros. El gran reto fue rebajarla para que albergara menos agua y por tanto ahorrara energ¨ªa¡±, explica Veauthier. Fue una de las piscinas m¨¢s grandes y modernas de su ¨¦poca. ¡°A¨²n lo es hoy¡±, se?ala.

En la restauraci¨®n, como con una buena foto, conven¨ªa no pasarse con el filtro. La fachada de ladrillo est¨¢ intacta, el techo traslucido recrea el original y los cristales de los ventanales que recorren la pared desde el suelo hasta el techo mejoran el aislamiento t¨¦rmico. Un peque?o retoque de este siglo. Si esta maravilla estuviera al lado de la oficina, igual m¨¢s de uno se reunir¨ªa en la piscina.