El Ciemat est¨¢ al borde del colapso
M¨¢s de 200 cient¨ªficos reclaman medidas urgentes para salvar al centro de la par¨¢lisis burocr¨¢tica
El Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas (Ciemat) es la instituci¨®n de referencia en su ¨¢mbito de actividad en Espa?a. Se trata de un Organismo P¨²blico de Investigaci¨®n (OPI) dependiente del Ministerio de Econom¨ªa, Industria y Competitividad cuyo car¨¢cter diferencial radica en desarrollar investigaci¨®n aplicada en energ¨ªa, medioambiente y ciertos campos de ciencia b¨¢sica con objeto de generar conocimiento y tecnolog¨ªa al servicio del desarrollo industrial de Espa?a y, por ende, de la Uni¨®n Europea.
En un pa¨ªs con un ¨ªndice de paro del 16% y una precariedad laboral muy preocupante, el desarrollo de una econom¨ªa productiva basada en la innovaci¨®n es un elemento clave. El Ciemat existe para contribuir decisivamente a ese desarrollo, centrando una parte muy significativa de su actividad en acciones de colaboraci¨®n p¨²blico-privada y siendo un motor de transferencia tecnol¨®gica al sector industrial. Es dif¨ªcil poner en tela de juicio la importancia que un centro as¨ª tiene para Espa?a. Sin embargo, no parece que exista conciencia de la gravedad de la situaci¨®n en que se encuentran este y otros OPI.
Tras la gran crisis econ¨®mica mundial que estall¨® en 2008 y despu¨¦s de los importantes recortes sufridos en 2010, sostenidos desde entonces, la partida para el Ciemat en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se ha reducido un 30%. La aparente recuperaci¨®n econ¨®mica no parece que llegue para devolver a la investigaci¨®n a sus niveles originales de financiaci¨®n. Para mayor desgracia, las dificultades en aprobar los presupuestos en los a?os 2017 y 2018 y el cierre anticipado del a?o 2016 han conducido a problemas de no disponibilidad de fondos en los organismos p¨²blicos, y no s¨®lo en las partidas procedentes del Estado, sino en los ingresos obtenidos por concurrencia competitiva y contratos con terceros.
La partida para el Ciemat en los Presupuestos Generales del Estado se ha reducido un 30%
Esta reducci¨®n presupuestaria afecta gravemente al funcionamiento del organismo, pero no es el ¨²nico factor que lo asfixia. Alrededor del 20% del personal del Ciemat est¨¢ en situaci¨®n precaria, con contratos laborales temporales durante tantos a?os que la situaci¨®n se ha convertido en cr¨®nica, amenazando de forma inminente con una letal brecha generacional. Muchas l¨ªneas de investigaci¨®n pueden desaparecer si los investigadores que las dirigen se jubilan sin que los que tienen unos a?os menos hayan siquiera consolidado sus puestos de trabajo.
Desafortunadamente no acaban aqu¨ª los problemas del Ciemat y de otros OPI y por lo tanto, de nuestro sistema de apoyo al desarrollo tecnol¨®gico e industrial. Se a?ade a lo anterior el que, de hecho, es el factor que m¨¢s contribuye a la literal estrangulaci¨®n del centro: una bater¨ªa de normas administrativas de control y fiscalizaci¨®n de su actividad que, al no estar dise?adas para organismos de investigaci¨®n ni tener en consideraci¨®n el funcionamiento singular de ¨¦stos, causan de facto la imposibilidad pr¨¢ctica de formalizar convenios, dilatan los tiempos, dificultan la ejecuci¨®n de la inversi¨®n y la actividad y requieren unos recursos de gesti¨®n de los que no se dispone.
Alrededor del 20% del personal est¨¢ en situaci¨®n precaria
El Ciemat, integrado por su naturaleza en foros internacionales altamente competitivos, se ve en situaci¨®n extraordinariamente delicada al no poder firmar convenios de manera operativa, responder a tiempo de sus obligaciones contractuales, abonar sus cuotas de participaci¨®n ni, en general, cumplir m¨ªnimamente las obligaciones que se derivan de su posici¨®n y de las relaciones que le corresponde mantener con los agentes de la industria y de la I+D. Explicar esto a representantes del Ministerio de Hacienda y Funci¨®n P¨²blica, de la Intervenci¨®n General o de la Abogac¨ªa del Estado ha resultado est¨¦ril. Estos ¨®rganos no son receptivos a una visi¨®n flexible de una normativa que no est¨¢ pensada para un organismo de investigaci¨®n. Tomemos un ejemplo como muestra de ello: la participaci¨®n en consorcios y colaboraciones internacionales, que normalmente requiere el pago de una cuota, es obligada para mantener los retornos esperados en programas como el Horizonte 2020 de la Comisi¨®n Europea. Abonar una cuota de participaci¨®n en un foro internacional por un importe de s¨®lo 3.000 euros ya aprobados dentro del presupuesto del centro, implica un proceso que puede llegar a durar m¨¢s de un a?o. Este tiempo se consume en una larga serie de tr¨¢mites que incluye la autorizaci¨®n del Consejo de Ministros.
No es dif¨ªcil imaginar cu¨¢nto desgaste administrativo (y por lo tanto, econ¨®mico) conllevan procedimientos como ¨¦stos. Un sistema que, con toda seguridad, se ha instaurado para ahorrar recursos y evitar malversaci¨®n, resulta ser la causa de p¨¦rdidas econ¨®micas apreciables en t¨¦rminos de sueldos de funcionarios malgastados en tareas no siempre imprescindibles, retrasos en pagos, incumplimientos con penalizaciones econ¨®micas, p¨¦rdida de competitividad, p¨¦rdida de oportunidades de participaci¨®n en proyectos y una larga lista de ejemplos de falta de eficacia en el uso de los recursos p¨²blicos.
Las condiciones administrativas actuales, adem¨¢s, impiden al Ciemat dise?ar estrategias dentro de su actividad y marco colaborativo, por la incertidumbre que supone para el Centro estar sujeto a diferentes interpretaciones vinculantes de terceros en aspectos administrativos de sus contratos y convenios.
Con voluntad pol¨ªtica ser¨ªa posible aplicar soluciones eficaces inmediatas, como se ha hecho en etapas anteriores con independencia del signo pol¨ªtico del Gobierno
Tres factores compiten, pues, en ser causas para el colapso del Ciemat: las fuertes limitaciones presupuestarias, la precariedad cr¨®nica de una parte importante del personal y una superposici¨®n de nuevas normas administrativas que puede que sirvan para otros tipos de centros p¨²blicos, pero que, en su conjunto, son letales para un centro de investigaci¨®n din¨¢mico y en constante interacci¨®n con la industria y con instituciones.
La Secretar¨ªa de Estado de Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n ha mostrado reiteradamente su preocupaci¨®n por estos graves problemas y nos consta que ha hecho y hace el mayor esfuerzo por encontrarles soluci¨®n. Tenemos indicios de que en breve pueda salir adelante un plan de consolidaci¨®n del empleo p¨²blico que contribuya decisivamente a resolver en mayor o menor medida uno de ellos. Sin embargo, las soluciones a las otras dos cuestiones se encuentran en manos del Ministerio de Hacienda, o de instancias superiores del Gobierno.
Con voluntad pol¨ªtica, ser¨ªa posible aplicar soluciones eficaces inmediatas, como se ha hecho en etapas anteriores con independencia del signo pol¨ªtico del Gobierno. Nos consta que estas soluciones cuentan con la comprensi¨®n de una amplia mayor¨ªa dentro del Congreso de los Diputados. Basta con que se tome conciencia pol¨ªtica del enorme perjuicio que la situaci¨®n actual est¨¢ causando a un sector de importancia estrat¨¦gica para entender la urgencia de poner en marcha unas pocas medidas normativas que pueden resolver estos grav¨ªsimos problemas. Y ello sin ning¨²n coste presupuestario, es decir, manteniendo la estrategia actual de ajuste presupuestario. Excluir a los OPI del requerimiento de Intervenci¨®n Previa, por ejemplo, ser¨ªa una medida de efectos inmediatos y coste cero que podr¨ªa, en combinaci¨®n con algunas otras, salvar in extremis al Ciemat y a otros centros de I+D de un colapso inminente.
S¨®lo pedimos una reflexi¨®n serena y objetiva. No queda mucho tiempo.
Este art¨ªculo est¨¢ firmado por Julio C¨¢rabe, Emilio Mu?oz, Carlos Alejaldre, Roc¨ªo Mill¨¢n, Antonio Molinero, Paloma Manzanares, Pablo Garc¨ªa Abia, Manuel Pujadas, Isabel Rucandio, Carlos Hidalgo, Francisco Castej¨®n, ?ngel Ram¨ªrez, investigadores del Ciemat, junto a otros 260 cient¨ªficos y trabajadores del mismo centro y otros organismos p¨²blicos de investigaci¨®n.
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