Anna Dello Russo vac¨ªa el armario por su aniversario

¡°Deb¨ªa elegir entre tener cocina o m¨¢s armarios, y me qued¨¦ con los armarios¡±, confesaba la estilista Anna Dello Russo, a la que el fot¨®grafo Helmut Newton defini¨® como una ¡°man¨ªaca de la moda", en una entrevista con la revista W en el a?o 2010. Obsesionada con la ropa desde que era ni?a, a lo largo de sus 30 a?os de carrera, desempe?ada principalmente en Vogue Italia, L'Uomo Vogue y Vogue Jap¨®n, la italiana lleg¨® a atesorar una colecci¨®n tan inabarcable de prendas y accesorios (ten¨ªa, por ejemplo, m¨¢s de 4.000 pares de zapatos) que en un momento dado prescindir de la cocina se volvi¨® insuficiente; acab¨® comprando un segundo apartamento que hac¨ªa las funciones de vestidor.

A sus 55 a?os, y tras haber logrado hacer de su pasi¨®n su modo de vida ¡ªerigi¨¦ndose en el camino en estrella del street style¡ª, Dello Russo est¨¢ lista para bajar el ritmo y alejarse de la primera l¨ªnea. Para sellar de forma simb¨®lica esa decisi¨®n, el primer paso ha sido desprenderse de gran parte de su ic¨®nico ¡ªy car¨ªsimo¡ª guardarropa. ¡°Mi ropa es parte de mi legado, y quiero verla viva en otras personas, no encerrada en un armario¡±, explica a EL PA?S. El pasado 24 de febrero, en colaboraci¨®n con Christie's, sac¨® a subasta en Mil¨¢n las joyas de la corona: 30 de sus looks m¨¢s valiosos ¡ªcon dise?os de Burberry, Versace, Armani, Slimane para Saint Laurent, Ghesqui¨¨re para Balenciaga o Tom Ford para Gucci datados entre 1985 y principios de los 2000¡ª. Ella misma luci¨® uno en una pasarela por la que tambi¨¦n desfilaron modelos como Izabel Goulart, Hailey Baldwin o Caroline Vreeland.

Con un precio de salida de 50 euros (¡°fue una subasta democr¨¢tica¡±, se?ala ella), el lote formado por una gabardina y un par de mocasines de Burberry y un bolso Birkin de Herm¨¨s alcanz¨® los 13.000. En total, se recaudaron 147.000 euros, que Dello Russo ha donado ¨ªntegramente al programa de becas de la fundaci¨®n Swarovski para el desarrollo de nuevos talentos de la moda. En l¨ªnea con la nueva conciencia antipieles que est¨¢ calando en la industria, tres prendas de piel fueron retiradas de la puja y donadas a PETA. Por ¨²ltimo, otras 150 piezas ¡ªprincipalmente de la d¨¦cada de los 2000¡ªse vendieron un d¨ªa despu¨¦s en Net-a-Porter en favor de la fundaci¨®n educativa del British Fashion Council. ¡°Me gustar¨ªa que mi ropa se la pongan j¨®venes que amen la moda tanto como yo, como una forma de pasarles el testigo¡±, comenta.

Adem¨¢s, Dello Russo acaba de publicar su primer libro, AdR Book: Beyond Fashion (Phaidon), que se lanza oficialmente en abril, aunque Net-a-Porter ya lo vende en primicia. Concebido como una caja de recuerdos, sus 500 p¨¢ginas exploran su trayectoria de forma l¨²dica, sin asomo de solemnidad. As¨ª, el volumen re¨²ne im¨¢genes de sus editoriales m¨¢s impactantes, un diario autobiogr¨¢fico, recuerdos personales, sus mandamientos para sobrevivir en la industria y hasta un ¨¢lbum de cromos con sus looks m¨¢s representativos. ¡°Sent¨ª la necesidad de transmitir mis 30 a?os en la moda con un mensaje m¨¢s ligero, como si se tratara de un cuento para ni?os¡±, explica. En este ajetreado principio de a?o tambi¨¦n le ha quedado tiempo para dise?ar una colecci¨®n c¨¢psula para Atelier Swarovski ¡ªque se pondr¨¢ a la venta en septiembre¡ª, compuesta por dos conjuntos de collar, pendientes y tiara y cuatro broches, y que se inspira en los adornos de la realeza (¡°porque puestos a so?ar, mejor hacerlo a lo grande¡±, apunta).

Adem¨¢s de como directora creativa, Anna Dello Russo ¡ªque durante las semanas de la moda se cambia de ropa en el coche tres o cuatro veces al d¨ªa¡ª tambi¨¦n ha dejado su impronta en la industria como una de sus primeras influencers. Abraz¨® el entorno digital en 2009 abriendo su propio blog, A.d.R, en el que a¨²n hoy documenta su manera de entender la moda y el placer de vestirse. ¡°Seguramente contribu¨ª al fen¨®meno¡±, afirma sobre el street style, ¡°inmediatamente pens¨¦ que era un excelente canal de comunicaci¨®n, y creo que continuar¨¢ si¨¦ndolo¡±.