Consenso en las pensiones

Hace demasiado tiempo que el debate actual sobre los problemas de nuestro sistema de pensiones se desenvuelve en uno de los ¨¢mbitos m¨¢s inquietantes: el terreno del absurdo. No es una afirmaci¨®n exagerada. En realidad, si lo contemplamos con cierto detalle, hay pocos aspectos que escapan a este singular diagn¨®stico.

El Gobierno impuls¨® en 2013 una reforma del modelo de revalorizaci¨®n de las pensiones, vinculado hasta entonces a la evoluci¨®n de los precios, que supon¨ªa una congelaci¨®n de facto de su cuant¨ªa (?c¨®mo calificar de otra forma un aumento anual del 0,25%?), pero a la vez critica al Gobierno anterior por haber acordado la congelaci¨®n de las pensiones m¨¢s altas en 2010. Insiste tambi¨¦n el Gobierno en recordarnos a todos las circunstancias excepcionales en las que adopt¨® algunas de las reformas m¨¢s discutibles llevadas a cabo en 2012 y 2013, pero a la vez parece haber olvidado las circunstancias no menos excepcionales en las que se adoptaron algunas de las medidas llevadas a cabo por el anterior Gobierno en 2010 y 2011.

No podemos permitirnos el lujo de actualizar las pensiones con arreglo a la evoluci¨®n de los precios, alega el Gobierno apoyado en este caso por los autores de aquella peculiar comisi¨®n de expertos que propuso la no menos peculiar f¨®rmula de revalorizaci¨®n de las pensiones hoy vigente, pero al mismo tiempo dedica a reducciones y bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social una cantidad que duplica el coste de revalorizar las pensiones de acuerdo con los aumentos en los precios.

Debemos al portavoz del partido en el Gobierno la ¨²ltima perla en este mal llamado debate. Seg¨²n el primer emisor del argumentario oficial, fue el Gobierno socialista de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero el que dej¨® en quiebra el sistema de Seguridad Social y es el Gobierno de Mariano Rajoy el que ha tenido que restaurar el equilibrio en las cuentas del sistema de pensiones espa?ol.

El Pacto de Toledo es uno de los mejores activos de la pol¨ªtica espa?ola en el ¨¢mbito del bienestar social. Su objetivo fue consenuar las pensiones

Que el Gobierno que ha dispuesto ya de pr¨¢cticamente la totalidad del Fondo de Reserva que encontr¨® al iniciar su labor en 2012 (casi 70.000 millones de euros) acuse al anterior de dejarle el sistema en quiebra debe ser una suerte de fatalidad que condena a la pol¨ªtica espa?ola al lugar, no precisamente distinguido, que ocupa en las preferencias de los ciudadanos. Pero que las afirmaciones del portavoz del PP se realicen a la vez que conocemos que el sistema de pensiones sigue instalado en un d¨¦ficit de casi 18.000 millones, pese a que el empleo ha crecido en alrededor de 500.000 puestos de trabajo en 2017, es algo verdaderamente extraordinario.

Frente a lo que algunos creen, el Pacto de Toledo es uno de los mejores activos de la pol¨ªtica espa?ola en el ¨¢mbito del bienestar social. Su objetivo nunca fue situar a las pensiones fuera del debate pol¨ªtico. De lo que se trataba era de hacer que las reformas tuvieran un alto grado de consenso pol¨ªtico, econ¨®mico y social. Solo as¨ª se lograr¨ªa que pudieran tener continuidad y estabilidad en el tiempo. Por eso, el Gobierno que prefiri¨® no discutir ni dialogar la reforma de 2013 no tiene ninguna raz¨®n para pedir que se mantengan sus contenidos. Nunca nadie le ha pedido al Gobierno que haga lo imposible. Pero s¨ª es exigible que, de la misma forma que el Gobierno anterior pudo articular una reforma pactada con sindicatos y empresarios en apenas dos meses, se ponga hoy a articular una respuesta consensuada a los problemas que permanecen en nuestro modelo de pensiones.

El sistema p¨²blico de pensiones es sostenible. Y lo es solo con m¨¢s esfuerzo. Con m¨¢s compromiso de todos en su mantenimiento porque es una de las mejores innovaciones de las sociedades socialmente avanzadas. Es mejor insistir en que para mantener nuestro sistema hay que emplear m¨¢s recursos que pretender gastar dentro de 30 a?os lo mismo que gastamos hoy. Dentro de treinta a?os habr¨¢ m¨¢s de 15 millones de pensionistas, frente a alrededor de 10 millones que hoy protege el sistema.

Puede que el Gobierno no quiera gastar m¨¢s de lo que hoy gastamos. Pero si esa es su opci¨®n solo podr¨¢ hacerlo reduciendo en cerca del 40% la cuant¨ªa real de las pensiones a base de seguir congelando su poder de compra durante d¨¦cadas. Es evidente que no habr¨¢ consenso alrededor de esta estrategia y, en el camino, tambi¨¦n se destruir¨¢ el Pacto de Toledo. Yo no creo que esa sea la intenci¨®n ¨²ltima del Gobierno, pero, la verdad sea dicha, hace todo lo posible para que lo parezca.

Valeriano G¨®mez es economista y exministro de Trabajo.