La ciencia, asfixiada

Los obst¨¢culos con los que cotidianamente tropiezan los proyectos de investigaci¨®n en Espa?a son un lastre para el avance de la ciencia, el desarrollo de la innovaci¨®n y el progreso del conocimiento. Hace pocas semanas la Plataforma Solar de Almer¨ªa se vio obligada a prescindir de una parte de la plantilla y a arrinconar iniciativas a causa de los rigores burocr¨¢ticos a la hora de emplear su presupuesto. Ahora esos mismos males se ven reproducidos en el Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa, un organismo cient¨ªfico que asesora al Gobierno en cuestiones tan importantes para la econom¨ªa como las cuotas pesqueras de determinadas especies.

Fruto de unas normas administrativas anquilosadas e inflexibles dictadas por el Ministerio de Hacienda, la instituci¨®n oceanogr¨¢fica se encuentra en situaci¨®n de par¨¢lisis. Su actividad se ha visto sensiblemente mermada por las trabas para la contrataci¨®n de investigadores y t¨¦cnicos, la tramitaci¨®n de compras y las restricciones presupuestarias. Este bloqueo tiene su origen la intervenci¨®n previa de Hacienda antes de ejecutar un gasto, circunstancia que provoca en determinados proyectos eternas demoras. Los investigadores reclaman el fin de las restricciones para hacer m¨¢s ¨¢giles los programas y salir del colapso.

Tradicionalmente, la I-D+i espa?ola ha adolecido de una incuestionable falta de recursos econ¨®micos, ya sean p¨²blicos o privados, pero tambi¨¦n de una ausencia de voluntad pol¨ªtica en la apuesta por la innovaci¨®n. Y lo que es m¨¢s grave: tampoco se ha sabido gestionar el talento, provocando demasiadas veces una salida forzosa al exterior de los investigadores para poder seguir trabajando. Superar esta situaci¨®n de impasse requiere estrategias a largo plazo. La continuidad de los proyectos y la dotaci¨®n de presupuestos estables y suficientes son esenciales para el avance de la ciencia.