La versi¨®n gay de 'Las chicas de oro' que nadie pidi¨® (pero es necesaria) llega con pol¨¦mica

Esta es, en pocas palabras, la trama de Silver Foxes: cuatro hombres gais en su edad de jubilaci¨®n se van a vivir a una casa en la costa estadounidense. La serie, creada por los guionistas Stan Zimmerman y James Berg, ha suscitado el inter¨¦s de la productora Super Deluxe (propiedad de la gigantesca Turner) y su principal promotor confirm¨® en Instagram que ya ha habido lecturas de gui¨®n con diferentes actores. Eso s¨ª, no fue un camino f¨¢cil: varias webs especializadas en la industria audiovisual y en tem¨¢tica LGTBQI criticaban durante el verano pasado que todos los grandes canales y productoras estaban rechazando el piloto. "Desafortunadamente", declar¨® Zimmerman entonces, "no hemos conseguido que no un ejecutivo de una cadena lo lea ni que un productor se lo pase. Nos hemos dado cuenta de que la homofobia y la discriminaci¨®n por edad a¨²n campan a sus anchas en Hollywood".?

Como hizo Las chicas de oro, Silver Foxes podr¨ªa aprovechar una ¨¦poca rica en contradicciones: la defensa de derechos LGTBQI es aupada en la cultura pop mientras Trump le da la espalda desde el poder

Pero el 26 de marzo llegaba la buena noticia: Variety, el medio especializado m¨¢s importante de Hollywood, confirmaba que la serie est¨¢ en camino y daba detalles de la trama. En ella, dos amigos gais ya en sus a?os maduros y el novio joven de uno de ellos acogen en su casa a un cuarto amigo que ha sido expulsado de su residencia de la tercera edad por su orientaci¨®n sexual.?

?Nos suena la trama? Las cuatro mujeres divorciadas o viudas que en su madurez deciden compartir vida y hogar en una agradable morada junto al mar ya es una sinopsis arquet¨ªpica gracias a Las chicas de oro, una de las mejores comedias de la historia de la televisi¨®n cuyo legado no deja de dar de s¨ª. De hecho, Zimmerman y Berg fueron guionistas de aquella. No ha habido d¨¦cada desde su estreno (hace ya m¨¢s de treinta a?os) en la que una serie no la haya homenajeado de forma directa (Hot in Cleveland), de forma velada (Sexo en Nueva York o Mujeres desesperadas) o sometida a trav¨¦s de un espejo deforme (Girls). El arquetipo de la ¨¢cida, la rom¨¢ntica, la?deshinibida?y la pr¨¢ctica ha llegado incluso a hacer que miles de tests en redes sociales te digan cu¨¢l de las cuatro eres dentro de tu grupo de amistades.?

Las chicas de oro fue la historia de un triunfo sin precedentes: en plena era de ¨¦xitos como Corrupci¨®n en Miami, cuatro mujeres jubiladas consiguieron atraer a una audiencia fiel que alcanz¨® los 27 millones de espectadores en su episodio final. En Espa?a, emitida por TVE, tambi¨¦n fue enormemente popular. La serie hizo asimismo gala de un sentido de la oportunidad exquisito. Los ochenta fueron un momento extra?o para los derechos de las mujeres: mientras los dem¨®cratas nominaban por primera vez a una candidata a la vicepresidencia (Geraldine Ferraro, fallecida en 2011), en la administraci¨®n de Ronald Reagan dos de cada tres ancianos viviendo en la pobreza en EE. UU. eran mujeres.

Los guionistas Stan Zimmerman y James Berg en una imagen publicada en la cuenta de Instagram del primero.

Silver Foxes podr¨ªa aprovechar una ¨¦poca parecida en sus contradicciones: la defensa de derechos LGTBQI es aupada en la cultura pop mientras Trump le da la espalda desde el poder.

?Pero acaso no era ya Las chicas de oro una serie enormemente gay como para necesitar una versi¨®n exclusivamente gay? La ficci¨®n fue creada por una mujer heterosexual (Susan Harris) y escrita en su mayor¨ªa por hombres heterosexuales (con excepciones como los propios Zimmerman y Berg o Marc Cherry, guionista en sus ¨²ltimas temporadas y que despu¨¦s crear¨ªa una de sus hijas bastardas, Mujeres desesperadas). ?Qu¨¦ hizo entonces que Las chicas de oro haya tenido un impacto tan duradero en la cultura LGTB?

Su osado acercamiento a temas como el sida y la presencia continua de hombres gais (el hermano de Blanche) y mujeres lesbianas (la mejor amiga de Dorothy) lo explican de forma superficial. Pero adem¨¢s, a menudo estas mujeres dorm¨ªan juntas, sus problemas se solucionaban sin la ayuda de ning¨²n hombre y en m¨¢s de un episodio fueron confundidas con mujeres lesbianas. Nada de esto era el fin en s¨ª mismo de una trama, sino un mero detalle que formaba parte de ella. La naturalidad con la que aquellas sexagenarias aceptaban cualquier tipo de diferencia sentadas sobre sus sof¨¢s de mimbre desarmaba (y todav¨ªa desarma) a cualquier espectador.?

Aquellas mujeres se peleaban y, en un estilo que beb¨ªa mucho de los shows de travestismo, se lanzaban entre s¨ª pu?aladas verbales cortas e hirientes sobre su aspecto f¨ªsico y su actividad sexual. Que por cierto era de lo m¨¢s activa: algunas de ellas dejaban en pa?ales la alcoba de cualquier hombre gay de la actualidad con Grindr en su tel¨¦fono m¨®vil. Hace poco la web Refinery29 cont¨®?el n¨²mero de hombres con el que cada personaje se hab¨ªa acostado. Dorothy (cuyo personaje contaba con 62 a?os al terminar la serie) ten¨ªa en su haber 43 hombres, su madre Sophia (87 a?os al final de la serie) con 25, la pacata Rose (63 a?os al final de la serie) con 30 y Blanche, la mujer fatal del grupo (60 a?os al final de la serie) con ?165!

La posibilidad de una serie con personajes gais inspirada en esta comedia cl¨¢sica es tan prometedora como peligrosa. La adaptaci¨®n espa?ola?hom¨®nima que se emiti¨® en 2010 con los mismos guiones originales y actrices con m¨¢s que demostrada solvencia (Concha Velasco, Carmen Maura, Lola Herrera y Alicia Hermida) hizo aguas por todas partes y demostr¨® que a menudo la magia de un producto audiovisual reside en un lugar inalcanzable que no est¨¢ en ninguno de sus aspectos formales. Si Silver Foxes es fiel a s¨ª misma y a lo que est¨¢ contando y, sobre todo, dinamita convencionalismos de forma tan valiente como lo hizo en su d¨ªa la serie madre, puede convertirse, al menos, en algo interesante de ver.

Solo con recoger de forma fiel los miedos que la poblaci¨®n LGTBQI tiene sobre su vejez, la ficci¨®n puede ser un triunfo. ?C¨®mo es la vida de un hombre homosexual a los 70 a?os? ?Qui¨¦n va a cuidar de ¨¦l si no tiene hijos? ?Sigue resultando atractivo para alguien? ?O se vuelven tan invisibles como los Pet Shop Boys describieron en una canci¨®n llamada precisamente as¨ª y que hablaba de la senectud en la cultura gay? La letra dec¨ªa: ¡°Despu¨¦s de tantos a?os siendo el alma de la fiesta, es extra?o: me he vuelto invisible¡±. Que Silver Foxes empiece por ah¨ª.?