Rev¨¦s judicial

En una decisi¨®n inesperada conocida a ¨²ltima hora del jueves, el Tribunal de Schleswig-Holstein ha decidido poner en libertad al expresidente de la Generalitat de Catalu?a Carles Puigdemont, detenido el pasado d¨ªa 25 por la polic¨ªa alemana en su intento de regresar a B¨¦lgica tras una breve estancia en Finlandia. El tribunal ha descartado al mismo tiempo el delito m¨¢s grave por el que se reclamaba a Puigdemont, la rebeli¨®n. Lo ha hecho en contra del criterio de la fiscal¨ªa alemana, que solicitaba que se atendiera favorablemente la petici¨®n de entrega cursada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, por estimar que la equivalencia de delitos en los c¨®digos penales espa?ol y alem¨¢n justificaba dicha entrega.

La decisi¨®n del tribunal alem¨¢n circunscribe la posible entrega a Espa?a al delito menor, la malversaci¨®n, muy alejado en su gravedad y tipificaci¨®n de aquellos que constan en la causa instruida contra Puigdemont y otros acusados por el Tribunal Supremo, que califica lo ocurrido en los dram¨¢ticos d¨ªas de septiembre y octubre como rebeli¨®n.

De culminarse la entrega a Espa?a bajo este ¨²nico supuesto de malversaci¨®n, sin duda supondr¨ªa un serio rev¨¦s para la causa judicial en curso, al que se a?adir¨ªa la puesta en libertad anoche de los tres fugados en B¨¦lgica tras comparecer ante la justicia. Y no es el primer rev¨¦s. El juez Llarena ya opt¨® por retirar la primera euroorden en la que solicitaba la entrega de Puigdemont ante las escasas posibilidades de que prosperara ante la justicia belga. Sin duda, la confianza de las autoridades judiciales espa?olas en la rapidez y eficacia del mecanismo de la euroorden no se ha visto satisfecha. Es claro que el principio de confianza mutua entre los ¨®rdenes jur¨ªdicos de los Estados miembros de la UE no ha funcionado con el automatismo con el que se concibi¨® en su momento. Y es tambi¨¦n evidente que, una vez m¨¢s, el Gobierno tiene que asumir los costes y el desgaste pol¨ªtico, nacional e internacional de haberlo fiado todo a la actuaci¨®n de los tribunales.

La justicia alemana, como la espa?ola, ha actuado de forma completamente independiente seg¨²n su mejor criterio jur¨ªdico. Corresponde ahora a los tribunales espa?oles evaluar el impacto de la decisi¨®n alemana y actuar, tambi¨¦n, seg¨²n su mejor criterio jur¨ªdico. Una cosa es evidente, sin embargo. Carles Puigdemont no ha sido juzgado, ni por tanto absuelto. La causa que sigue el Tribunal Supremo contra ¨¦l sigue plenamente vigente y no ha sido invalidada.