Silvia Omedes, fotograf¨ªa contra la enfermedad

Mi madre, que trabaj¨® como fot¨®grafa, me colg¨® una c¨¢mara del cuello cuando ten¨ªa ocho a?os y confieso que sent¨ª algo muy parecido a un trasvase de poder¡±. La catalana Silvia Omedes explica as¨ª su primer recuerdo relacionado con la fotograf¨ªa, disciplina que le habr¨ªa encantado ejercer, pero para la que, dice sin rastro de falsa modestia, carec¨ªa de talento. ¡°Enseguida me di cuenta de que me faltaba ese extra que debe tener un artista, as¨ª que decid¨ª serle ¨²til¡±.

Omedes, de 46 a?os, se licenci¨® en Bellas Artes por la New School for Social Research de Nueva York y luego curs¨® un m¨¢ster de gesti¨®n en ESADE. Con esa mezcla de arte y negocio, inici¨® una carrera que la ha llevado a coordinar exposiciones en el Museo Guggenheim de Nueva York, a ejercer como editora gr¨¢fica de medios y editoriales y a dar clases de fotoperiodismo. En 2001 impuls¨® la Fundaci¨®n Photographic Social ?Vision con otras 12 mujeres. ¡°Trabajamos juntas desde hace 17 a?os¡±, dice orgullosa de una entidad que reivindica la funci¨®n social de la fotograf¨ªa y asesora a Administraciones y particulares en la gesti¨®n y conservaci¨®n de fondos. Adem¨¢s, Omedes fund¨® el festival de fotograf¨ªa documental Docfield y organiza la exposici¨®n World Press Photo en Barcelona, que anualmente muestra las instant¨¢neas ganadoras del prestigioso premio de fotoperiodismo.

Omedes est¨¢ convencida de que la fotograf¨ªa documental es una poderosa herramienta de sensibilizaci¨®n, por eso la labor educativa de Photographic Social Vision es vital para ella. ¡°De esa idea surgen los talleres que trabajamos con organizaciones que entienden el enorme poder terap¨¦utico de la fotograf¨ªa¡±. Material Sensible es el nombre de uno de esos cursos que imparten desde hace 13 a?os. ¡°Dimos c¨¢maras a adultos que sufrieron abusos sexuales en la infancia en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Vicki Bernadet. Y comprobamos que mejoraban m¨¢s r¨¢pido explorando lo metaf¨®rico que hablando con la psic¨®loga¡±. Estos talleres, como el resto de las actividades de la fundaci¨®n que dirige, persiguen el mismo objetivo: ayudar a ver tanto los problemas propios como los ajenos. ¡°Queremos que la sociedad tome conciencia de realidades grav¨ªsimas, pero somos conscientes de que, si solo hici¨¦ramos eso, castrar¨ªamos a la foto de su valor simb¨®lico¡±. Y precisamente en ¨¦l, se?ala, radica la fuerza curativa de la imagen, que permite explorar vidas, problemas y recuerdos. ¡°En manos de grupos sin voz o en riesgo de exclusi¨®n social la c¨¢mara se convierte en una herramienta de expresi¨®n y transformaci¨®n personal muy poderosa¡±.

La fundaci¨®n ha trabajado con pacientes con alzh¨¦imer y sus cuidadores, enfermos mentales o adolescentes. Porque la fotograf¨ªa, cree Omedes, ayuda a mirar, pero tambi¨¦n a construir identidad. ¡°Los m¨¢s j¨®venes tienen cuentas de Instagram y YouTube, pero no siempre son conscientes de lo que publican ni saben usar unas im¨¢genes que ponen de manifiesto qui¨¦nes son, qu¨¦ piensan y qu¨¦ esperan de su sociedad¡±.?