Gloriana
Buena parte del populismo analfabeto sigue creyendo que la ¨®pera es cosa de pijos
La ¨®pera fue, como la revoluci¨®n, la fiesta favorita de la burgues¨ªa europea. Lo seguir¨ªa siendo durante d¨¦cadas hasta que la destrucci¨®n de la cultura popular la empuj¨® al rinc¨®n de la ¨¦lite, es decir, se la devolvi¨® a la aristocracia. Buena parte del populismo analfabeto sigue creyendo que la ¨®pera es cosa de pijos. En lugar de impulsar su difusi¨®n, la revientan.
As¨ª, por ejemplo, la gran Gloriana, ¨®pera de Britten que se est¨¢ produciendo en el Real de Madrid. Creada para la coronaci¨®n de la joven reina Isabel en 1953, sufri¨® el ataque de lo peor del establishment brit¨¢nico. A su estreno acudieron embajadores romos, arrogantes jefes del r¨¦gimen, ministros tontainas, par¨¢sitos de la corte, en fin, esa tropa que en la actualidad ha promovido el Brexit: puro populismo. Britten los calific¨® con sencillez cl¨¢sica de ¡°cerdos¡±. Su libretista se refiri¨® a ¡°un p¨²blico viscoso¡±. El caso es que se cargaron la ¨®pera y no volvi¨® a la escena hasta medio siglo m¨¢s tarde. ?Y esto es lo que los actuales cabecillas del pueblo consideran ¡°elitista¡±!
El boicot es f¨¢cil de explicar. Britten eligi¨® para su ¨®pera una historia regiamente escrita por Lytton Strachey, Elizabeth and Essex, que narra la caduca atadura amorosa de Isabel I, una anciana de m¨¢s de sesenta a?os, con el joven conde de Essex, militar altanero y cabeza loca. Cuando Essex fracas¨® en su intento de dominaci¨®n irlandesa, incapaz de admitir la derrota conspir¨® contra la reina. Isabel no dud¨® ni un momento en condenarle a muerte. La ¨®pera de Britten es una defensa de la naci¨®n contra los intereses ego¨ªstas de los pol¨ªticos. Un Lucio Junio Bruto femenino.
La admirable creaci¨®n del Real deber¨ªa ser vista por todo ese populismo que desprecia cuanto ignora. Y por los dem¨¢s, claro.
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