Wallander en la Academia
?ste podr¨ªa ser el inicio de una novela p¨®stuma de Henning Mankell, basada en los luctuosos hechos ocurridos en la Academia Sueca
El comisario Kurt Wallander colg¨® el tel¨¦fono y mir¨® por la ventana. Llov¨ªa sobre Ystad, sumida ya en las tinieblas de noviembre. La llamada de Estocolmo le hab¨ªa inquietado. 18 mujeres acusaban de abusos sexuales a uno de los personajes m¨¢s conocidos de la ciudad, el director art¨ªstico J. C.
Era s¨®lo el principio. La esposa de J. C., K., era miembro de la Academia Sueca, la prestigiosa instituci¨®n que otorga el Nobel de Literatura. Y el matrimonio dirig¨ªa un centro que habr¨ªa recibido cuantiosas ayudas de la Academia de forma poco ¨¦tica. J. C. utiliz¨® las dependencias de la Academia para asaltar a varias mujeres. Y, para colmo, J. C. habr¨ªa filtrado los nombres de algunos ganadores del Nobel antes de que se hicieran p¨²blicos. Esto explicar¨ªa los misteriosos movimientos en algunas casas de apuestas en v¨ªsperas de la concesi¨®n del premio.
K. defiende a su marido y se niega a dejar la Academia. Con lo que se enfrenta a la secretaria permanente, S., empe?ada en limpiar la Academia y la primera mujer en ocupar el cargo desde su creaci¨®n en 1786. El resto de miembros est¨¢n divididos. Tras largas discusiones, S. consigue la renuncia de K., pero pagando un alto precio: su propio sacrificio. Una tarde de abril, las majestuosas puertas de la Academia se abren. Aparece S. vestida de blanco y negro y con un ramo de flores. Frente a los flases y las c¨¢maras, anuncia su dimisi¨®n. Sus ojos arden, pero su rostro permanece g¨¦lido.
El desconcierto se apodera del pa¨ªs. El rey deber¨¢ intervenir. Por sus propios estatutos, la Academia queda inoperativa ya que s¨®lo quedan en activo 11 de sus 18 miembros y se necesita un m¨ªnimo de 12 para tomar decisiones. Wallander vuelve a mirar fuera y suspira¡
?ste podr¨ªa ser el inicio de una novela p¨®stuma de Henning Mankell, basada en los luctuosos hechos ocurridos en la Academia Sueca estos ¨²ltimos meses.
Y ¨¦sta podr¨ªa ser la conclusi¨®n de la novela: la corrupci¨®n no est¨¢ en el ADN de un pa¨ªs. Anida en todos los grupos cerrados que toman decisiones opacas, ya sean los exquisitos c¨ªrculos culturales de Estocolmo o los pedestres contubernios de constructores y pol¨ªticos de nuestras latitudes. @VictorLapuente
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