Taminiau, el modista que viste a las reinas
M¨¢xima de Holanda y Matilde de B¨¦lgica est¨¢n entre sus clientas, pero sus vestidos tambi¨¦n han sido elegidos por artistas como Beyonc¨¦, Lady Gaga o Rihanna
¡°?Ah! Veo que ha ido directamente a Almer¨ªa¡±, dice Jan Taminiau, el modista holand¨¦s, frente a cuatro vestidos inspirados en el paisaje de la provincia, andaluza. Combinan azules, rojizos y el brillo de las lentejuelas, ¡°porque desde el aire, una parte de Almer¨ªa parece blanca, por los invernaderos, que centellean¡±. Es una de las inesperadas fuentes de inspiraci¨®n del creador, que en 2013, visti¨® a la reina M¨¢xima de Azul Klein con una capa hasta los pies para la entronizaci¨®n de su esposo, el rey Guillermo de Holanda, y se gan¨® la admiraci¨®n general. La reina Matilde de B¨¦lgica tambi¨¦n le llama. Es requerido por las cantantes Lady Gaga, Beyonc¨¦ y Rihanna, y puso a la actriz Jena Malone un vestido desgarrado en la pel¨ªcula Los Juegos del Hambre: en llamas. Todas estas creaciones figuran en la muestra Reflections, una retrospectiva que sigue su proceso creativo desde el desv¨¢n de la abuela.
Taminiau presenta su obra en el Centraal Museum, de Utrecht. Son un centenar de vestidos y accesorios, y lo del desv¨¢n no es metaf¨®rico. En casa de Taminiau (Goirle, 1975) hab¨ªa uno donde pas¨® los mejores momentos de su infancia. ¡°Mi abuela ten¨ªa una tienda de antig¨¹edades y no se pod¨ªa tocar nada¡±, dice, ¡°pero all¨ª arriba dispon¨ªa de tesoros sin fin¡±. Eran piezas rotas, restos de l¨¢mparas de cristal, con las que hacer toda clase de combinaciones. ¡°Aqu¨ª hemos metido algunas en la misma caja con la que jugaba, y el mismo sill¨®n. Cuando mi abuela me dijo que no val¨ªan nada, no pod¨ªa creerlo¡±.
Taminiau conserva su querencia por todo lo que porte una carga emocional. Como las sacas viejas de correo, que en 2009 impulsaron su carrera de manera insospechada. Fue antes del vestido regio, pero gracias tambi¨¦n a la entonces princesa M¨¢xima.
¡°Son unas sacas que han transportado tus cartas de amor, lo bueno y lo malo que te ha ocurrido, y de gentes de todo el pa¨ªs, y m¨¢s all¨¢, pero ya no se usan¡±. ¡°Estaban remendadas, una preciosidad, y decid¨ª usarlas¡±. Luego M¨¢xima le busc¨®, y ¨¦l le hizo un traje pantal¨®n aprovechando la bandera holandesa impresa en la propia tela. Ella se lo puso para inaugurar la Bienal de la Moda de Arnhem, en 2009, y ¡°le dio vida; s¨ª, s¨ª, sin duda¡±. ¡°Y a m¨ª un impulso innegable¡±.
Clientela en Madrid
El s¨ª, y alg¨²n que otro no, de vocal casi latina, delatan su querencia por Espa?a, donde ha abierto un sal¨®n y cuenta con una clientela fiel. ¡°Est¨¢ en Madrid y he descubierto los maravillosos artesanos de all¨ª. Adem¨¢s, las espa?olas abrazan las flores bordadas, que vertebran mis vestidos, de forma natural¡±. A su aventura espa?ola ha contribuido su pareja, el coleccionista y experto en arte antiguo Juan V¨¢rez, que le acompa?ar¨¢ durante la inauguraci¨®n de la muestra.
Abierta hasta el pr¨®ximo 26 de agosto, est¨¢ dispuesta como una mezcla entre la Naturaleza y su cambio de colores, y el proceso creativo de Taminiau hasta lograr matices y destellos en telas e incrustaciones ¡°Me gusta usar un tejido b¨¢sico y convertirlo en lo que yo deseo. Donde van las transparencias y brillo; donde pintamos a mano para resaltar del cuerpo. Porque la piel es la ¨²nica superficie que no puedo cambiar. As¨ª que intento dotar a la tela de una historia¡±, dice.
Licenciado en Dise?o de Moda por la Academia de Arte de Arnhem, y m¨¢ster en el Instituto de Moda de la misma ciudad, lanz¨® su propia marca en 2003. Hac¨ªa un a?o que hab¨ªa salido de las aulas, pero se instal¨® ya por su cuenta, como JANTAMINIAU ¡ªjunto y en may¨²sculas¡ª ¡°porque ten¨ªa algo que contar¡±.
Al principio dise?aba vestidos de novia, varios de los cuales forman casi una coreograf¨ªa en la sala central de la exposici¨®n. Dispuestos a distintas alturas sobre cajas de madera, solo falta la m¨²sica. Crea tambi¨¦n accesorios con insectos de gran tama?o, zapatos vertiginosos, capas con ¨¢rboles pintados, y bolsos de fiesta. Al final del recorrido, parte de su nueva colecci¨®n da vueltas sobre una tarima, y los vestidos van y vienen rebosantes de aplicaciones, bordaduras, y s¨ª, tambi¨¦n de lentejuelas multicolores.
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