Los ERE de Andaluc¨ªa

La pieza pol¨ªtica de los expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE) de Andaluc¨ªa avanza con paso firme y escasas sorpresas. Superadas ya las sesiones m¨¢s medi¨¢ticas, con las declaraciones de los altos cargos ¡ªentre ellos los dos expresidentes Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n¡ª, lo deseable ser¨ªa que la justicia determinara cuanto antes las responsabilidades de cada cual; una tarea dif¨ªcil si se tiene en cuenta que la macrocausa suma 91 piezas en las que se mezclan ayudas millonarias correctamente concedidas con desv¨ªos irregulares y el cuestionamiento del procedimiento espec¨ªfico aplicado para otorgarlas. Es un c¨®ctel explosivo, en definitiva, por el que ya han pagado el precio pol¨ªtico los encausados. La Audiencia de Sevilla determinar¨¢ si hay tambi¨¦n responsabilidad penal. Solo su veredicto despejar¨¢ la sospecha razonable de que el PP ha cargado las tintas por este caso contra la Junta de Andaluc¨ªa, gobernada por los socialistas desde hace 35 a?os.

Tanto Chaves como Gri?¨¢n han argumentado en su defensa que los detalles de c¨®mo se adjudicaban las ayudas (855 millones en diez a?os) no eran de su competencia y que desconoc¨ªan los informes de la Intervenci¨®n General alertando de las ¡°deficiencias¡± del sistema. Son cuestiones que, probablemente, se gestionaban en escalones inferiores, lo que dio pie y origen al esc¨¢ndalo de un director de Empleo que benefici¨® presuntamente con esas ayudas a su suegra y a su ch¨®fer, como m¨ªnimo. De no haber responsabilidad penal para ambos expresidentes es evidente que s¨ª que la tuvieron a nivel pol¨ªtico en el control del dinero p¨²blico, por lo cual ya han pagado un precio.

No es sensato afirmar que este es el peor caso de corrupci¨®n de este pa¨ªs o que los responsables socialistas idearon un mecanismo para delinquir. La l¨ªnea presupuestaria para las ayudas se aprobaba cada a?o en el Parlamento andaluz y el procedimiento espec¨ªfico es muy similar al que utilizan otras administraciones, incluida la del Gobierno central del PP. De hecho, los jueces han sentado en el banquillo tambi¨¦n a dos de sus representantes. Aun as¨ª, bienvenida sea la revisi¨®n de lo ocurrido para estrechar los controles, desenredar este embrollo pol¨ªtico y penal y acabar con la corrupci¨®n, la malversaci¨®n de dinero p¨²blico y el clientelismo, que tanto da?o han hecho a la confianza de los ciudadanos en la pol¨ªtica.

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