As¨ª se vest¨ªa Frida Kahlo para corregir sus defectos f¨ªsicos

La pintora mexicana utiliz¨® sus vestidos para disimular defectos f¨ªsicos y reivindicar el folclore de su pa¨ªs
En la Casa Azul de Coayac¨¢n, en Ciudad de M¨¦xico, hay desde 2012 una exposici¨®n sobre los vestidos que usaba Frida Kahlo. La moda ha ido conquistando poco a poco la categor¨ªa de arte y ha irrumpido en los museos sin complejos, pero el sentido de esta exhibici¨®n no es ¨²nicamente est¨¦tico, sino tambi¨¦n pol¨ªtico y curativo: se llama Las apariencias enga?an porque trata de mostrar el modo en el que la pintora mexicana emple¨® la indumentaria para esconder o corregir sus imperfecciones f¨ªsicas.
Frida Kahlo sufri¨® a lo largo de su vida veintid¨®s operaciones quir¨²rgicas, de modo que su cuerpo fue deshaci¨¦ndose o mutando a medida que cumpl¨ªa a?os. Muri¨® joven, pero los dolores, las malformaciones y las cicatrices que originaron en ella la polio, primero, y despu¨¦s el accidente de tr¨¢fico en que la barra de hierro del pasamanos de un autob¨²s le perfor¨® el ¨²tero, hicieron de su carne y de sus huesos un campo de batalla. El resto de su vida estuvo en alguna medida marcado por esos menoscabos f¨ªsicos, aunque, como se sabe bien, fue una gran seductora y una amante omn¨ªvora cuya cama al parecer compartieron, adem¨¢s de su marido Diego Rivera, Leon Trotski y Chavela Vargas entre otros.
El c¨¦lebre vestido de tehuana, que en tantas fotos y retratos ha lucido, no estaba s¨®lo pensado para disfrazar sus malformaciones: lo levant¨® como s¨ªmbolo de poder femenino, puesto que dicho vestido procede del Itsmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, donde la sociedad era gobernada en su totalidad por mujeres. Con esa vestimenta cubrir¨ªa tres objetivos fundamentales: fortalecer su identidad personal, reafirmar sus convicciones pol¨ªticas y disimular sus imperfecciones f¨ªsicas.
El comisariado de la exposici¨®n explica con detalle la funcionalidad del vestido: ¡°La ornamentaci¨®n se concentra en la parte superior del cuerpo: blusas con bordado en punto de cadeneta, flores y joyer¨ªa recargada. Con ello se obliga al espectador a fijar su atenci¨®n en esa parte superior, dando oportunidad as¨ª a Frida a editarse y fragmentarse a s¨ª misma, distrayendo la atenci¨®n de sus piernas y de la parte inferior del cuerpo¡±.
Mar¨ªa Hesse public¨® en 2016 una novela gr¨¢fica sobre la vida de Frida Kahlo en la que repasa todos los aspectos relevantes de su vida. Hesse no cree que la imagen de la mexicana se deba a su personalidad, sino m¨¢s bien al contrario: ¡°Por un lado visti¨® muchas veces de forma masculina, sobre todo antes de conocer a Diego. Esto nos dice mucho de ella, era muy provocativo para la ¨¦poca, en la que las mujeres ten¨ªan que ser se?oritas. El otro atuendo es el de Tehuana, remitiendo a una sociedad matriarcal. Pero no podemos olvidar que este traje lo usaba por tapar su pierna derecha (m¨¢s delgada que la izquierda) y por contentar a Diego Rivera¡±.
Frida Kahlo combin¨® a lo largo de su vida lo pol¨ªtico y lo indumentario. No vio ninguna contradicci¨®n entre el activismo feminista, que defendi¨® con u?as y dientes, y la coqueter¨ªa. ¡°Frida era tremendamente coqueta¡±, dice Mar¨ªa Hesse, ¡°pero tambi¨¦n hab¨ªa en ella una continua reivindicaci¨®n de la cultura mexicana¡±.
El ocultamiento no fue, sin duda, la raz¨®n ¨²ltima de la forma de vestir de Frida Kahlo, pues de ser as¨ª no se habr¨ªa entendido por qu¨¦ llevaba colgados en la bota alta que cubr¨ªa su pr¨®tesis met¨¢lica dos cascabeles, listos para sonar con ritmo de renqueo. M¨¢s bien se podr¨ªa decir que Frida, con su temperamento, trataba de convertir las deformaciones en iron¨ªa. Escamotearlas y realzarlas al mismo tiempo. O, dicho en otras palabras, esconderlas sin aceptar la humillaci¨®n de tener que hacerlo. ¡°Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior¡±. Por eso los trajes de Frida eran la desnudez que deseaba tener y que por distintas razones no pod¨ªa tener. La desnudez debajo de la cual hab¨ªa otra desnudez.
Desde muy peque?a formaba parte del Club de los Cachuchas y ten¨ªa sus ideas pol¨ªtico- indumentarias, que consist¨ªan en reivindicar las tradiciones mexicanas y lucirlas sobre el propio cuerpo. Mar¨ªa Hesse sostiene la hip¨®tesis de que si Frida no hubiera sido una tullida, si no hubiera tenido que hacer que las apariencias enga?aran, habr¨ªa seguido vistiendo igual. Con ese estilo inconfu8ndiblemente personal que a Jean Paul Gaultier le sirvi¨® de inspiraci¨®n para una de sus colecciones.
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