No puedo quitarme de la cabeza a Israel Vallarta
La historia del montaje en torno a un mexicano y su expareja, la francesa Florence Cassez, acusados de varios secuestros, ha llegado hasta m¨ª en una novela.
LA LITERATURA hace milagros, pero no todos son felices.
No puedo quitarme de la cabeza a ?Israel Vallarta. Miro sus fotos en Internet y, antes del 9 de diciembre de 2005, veo a un hombre joven, alto, guapo y moreno, el modelo de seductor latino que encandilar¨ªa sin dificultad a una europea blanca, delicada, pelirroja. Sigo mirando a Israel, estudio las im¨¢genes que abrieron los informativos de M¨¦xico el 9 de diciembre de 2005 y veo sus labios rotos, abiertos como fresones machacados a pu?etazos, los p¨®mulos hinchados, un hematoma en la barbilla. Pienso en Israel todos los d¨ªas, porque la literatura es emoci¨®n, y el estupor, la indignaci¨®n, la rabia, el miedo, la impotencia y la compasi¨®n son emociones.
La historia de Israel y Florence ha llegado hasta m¨ª en 'Una novela criminal', el ¨²ltimo libro de Jorge Volpi. En sus p¨¢ginas he conocido la versi¨®n oficial y la verdad enterrada por atestados policiales
El 9 de diciembre de 2005, dos cadenas de televisi¨®n mexicanas retransmitieron en directo, a primera hora de la ma?ana, una operaci¨®n policial que liber¨® a tres rehenes retenidos en un rancho llamado Las Chinitas, y detuvo en riguroso directo a sus secuestradores, un hombre mexicano y una mujer francesa. Israel Vallarta y Florence Cassez se convirtieron inmediatamente en trofeos de la eficacia policial alcanzada en la presidencia de Felipe Calder¨®n, el caudillo que decret¨® la guerra al narco para sembrar M¨¦xico de cad¨¢veres como nunca antes. Pero en la heroica sinfon¨ªa que vibr¨® en los televisores de todo el pa¨ªs, sobraba la percusi¨®n y fallaba la melod¨ªa. Las notas discordantes eran tantas, tan p¨¦simas, que la atenci¨®n de un escritor, un novelista que se propuso contar una historia m¨¢s inveros¨ªmil que el argumento de cualquier novela, ha sido capaz de arruinarla con palabras.
La historia de Israel y Florence ha llegado hasta m¨ª en Una novela criminal, el ¨²ltimo libro de Jorge Volpi. En sus p¨¢ginas he conocido la versi¨®n oficial y la verdad enterrada por atestados policiales, autos y sentencias. En un ejercicio de poder¨ªo narrativo s¨®lo comparable a la honestidad intelectual, y moral, con la que se dirige al lector, Volpi expone, sin tomar m¨¢s partido que el de los hechos ciertos, los avances de una investigaci¨®n que le permite concluir que toda la operaci¨®n de Las Chinitas fue un montaje, que las v¨ªctimas liberadas ante las c¨¢maras nunca estuvieron retenidas en esa casa, que Israel Vallarta y Florence Cassez jam¨¢s las secuestraron, y que la acusaci¨®n contra ambos se bas¨® en testimonios falsos, tan groseros como el de una testigo que siempre hab¨ªa recordado ser capturada en un coche blanco hasta que en el juicio declar¨® que era gris perla, para que coincidiera con el color del coche de Vallarta.
Cuando Una novela criminal se public¨®, hace unos meses, Florence Cassez ya hab¨ªa vuelto a casa. Se hab¨ªa casado, hab¨ªa tenido una hija, se hab¨ªa divorciado, hab¨ªa escrito dos libros y presentado un programa de televisi¨®n. Todo esto fue posible porque es francesa, y dos presidentes de su pa¨ªs, Sarkozy y Hollande, se encargaron en persona de conseguir su liberaci¨®n, en un proceso que tens¨® las relaciones entre Francia y M¨¦xico hasta llevarlas al borde de la ruptura. Sobre las negociaciones que cocinaron este final feliz, sobrevol¨® siempre la conveniente hip¨®tesis de una pobrecita ?europea seducida y enga?ada por un peligroso criminal, al que encubri¨® por amor.
Desde que vive a salvo, en Francia, Florence no ha pronunciado ni una sola palabra a favor de la inocencia de Israel, quien hoy sigue en prisi¨®n preventiva, en una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad, sin haber sido sentenciado en ning¨²n momento a lo largo de 13 eternos a?os. En un intento de impedir la extradici¨®n de Florence y demostrar su peligrosidad, sucesivas operaciones policiales detuvieron a dos hermanos y tres sobrinos de Israel, que fueron presentados a la opini¨®n p¨²blica como miembros de la banda del Zodiaco, supuesta organizaci¨®n criminal sobre cuya actividad no existe prueba alguna. As¨ª, hoy son tres los miembros de la familia Vallarta encarcelados por un montaje period¨ªstico y policial.
Jorge Volpi ha escrito una novela admirable que, como todas, pertenece ya a sus lectores. ?l no juzga a sus personajes, pero yo, como lectora, tengo derecho a hacerlo, y no puedo quitarme de la cabeza a Israel Vallarta.
El d¨ªa que recupere la libertad, su triunfo ser¨¢ tambi¨¦n el m¨ªo.???
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.