El secreto de la felicidad
DEB?A DE SER ya primavera en El Corte Ingl¨¦s. ?Qu¨¦ bueno, por cierto, el corte del traje de Gonz¨¢lez! ?Y qu¨¦ atuendo tan informal y deportivo, a la vez que elegante, el de su jefa de prensa! Estamos en 2012, s¨ª, cuatro a?os despu¨¦s de 2008, pero no busque usted aqu¨ª la crisis. No la encontrar¨¢ en esta imagen digna de un anuncio de autom¨®viles de alta gama. El en¨¦rgico ejecutivo, con media docena de carpetas debajo del brazo, se dirige a su veh¨ªculo oficial, donde quiz¨¢ ya le aguarda el ch¨®fer con la puerta abierta, mientras charla condescendientemente con una subalterna encantada de serlo. La vida les sonr¨ªe a los dos. Observen la suela del zapato izquierdo del expresidente de la Comunidad de Madrid: no contiene ni uno solo de los agujeros negros tan t¨ªpicos del calzado de este pa¨ªs. Ni siquiera llueve. Hac¨ªa un d¨ªa radiante, un d¨ªa dorado como la cabellera de Isabel Gallego. Matar¨ªamos por saber el champ¨² que utiliza. Lo del dinero negro con el que el PP pagaba a Alejandro de Pedro para mejorar la reputaci¨®n online de sus l¨ªderes ya lo sabemos, lo ha confesado ella misma. Lo que nos interesa ahora es el secreto de la felicidad que respiran los fotografiados en un pa¨ªs tan desdichado como el nuestro. En un pa¨ªs tan gilipollas, pensar¨¢ seguramente Gonz¨¢lez al recordar su ¨¢tico marbell¨ª, gratis total. ?Con lo dif¨ªcil que es obtener un pisito de protecci¨®n oficial y a ¨¦l le regalan las mansiones! Quiz¨¢ en alg¨²n momento se diga, se digan, que algo no funciona en sus cabezas, o en las nuestras, las de los electores, pero entre tanto qu¨¦ felicidad, a, a, a, a.?
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