Gu¨ªa de la Espa?a secreta (II)

1. Aljibe del palacio de las Veletas (C¨¢ceres)

Bajo el patio renacentista del palacio de las Veletas (siglos XV-XVII) que hoy alberga el Museo de C¨¢ceres se oculta el mayor aljibe hispano¨¢rabe, heredero de las grandes cisternas bizantinas de Constantinopla. Con unas dimensiones de 14 metros de largo por 10 de ancho, fue construido entre los siglos X y XI con materiales reciclados de antiguas edificaciones romanas y visigodas. El hueco del aljibe se sustenta en columnas de herradura que se reflejan sobre la superficie del agua bajo una luz h¨²meda y dorada.

2. Fortines del cerro del Puerco (Valsa¨ªn, Segovia)

En la cumbre del cerro del Puerco (1.421 metros), un altozano en los montes de Valsa¨ªn con maravillosas vistas de la sierra de Guadarrama, resiste uno de los conjuntos de fortines, t¨²neles y trincheras mejor conservados de la Guerra Civil, escenario de algunos de los combates m¨¢s duros de la ofensiva republicana de mayo de 1937, entre las tropas de la 14? Brigada Internacional y las de Falange que defend¨ªan la cota. Esta cruel batalla, en la que murieron m¨¢s de mil soldados, apenas modific¨® las posiciones de los dos bandos y el cerro continu¨® en manos de los rebeldes. La ruta hasta el cerro del Puerco (circular, de 5,5 kil¨®metros) parte de la serrer¨ªa de La Pradera de Navalhorno (Valsa¨ªn), cerca de La Granja de San Ildefonso, siguiendo siempre hacia la derecha la pista forestal que se adentra en los pinares en direcci¨®n a la monta?a de Pe?alara (2.428 metros).

3. Castillo de Zafra (Guadalajara)

En el alto p¨¢ramo de Molina de Arag¨®n se descubre esta impresionante fortaleza roja que hace equilibrios sobre una afilada pe?a del mismo color. Un paisaje perfecto para recrear la Torre de la Alegr¨ªa de Dorne, donde Ned Stark vio morir a su hermana Lyanna en Juego de Tronos. Construido en el siglo XII, pertenece a la localidad de Campillo de Due?as, aunque su acceso se hace normalmente por Hombrados, a 25 kil¨®metros de Molina de Arag¨®n.

4 Playa del Silencio (Cudillero, Asturias)

La m¨²sica de los cantos rodados se acompasa al ir y venir de las olas en la playa del Silencio, a 16 kil¨®metros al oeste de Cudillero, un arenal para amantes de la calma, el verde y los acantilados. Se accede a pie desde la aldea de Casta?eras, en una pindia bajada (y luego subida) por un camino de tierra y una escalera de m¨¢s de cien pelda?os.

5. Ruta 'Pedra en Sec' (Mallorca)

Una de las se?as de identidad de la mallorquina sierra de Tramuntana es la pedra en sec (piedra en seco), una t¨¦cnica tradicional de construcci¨®n que emplea las rocas sueltas del campo, trabajadas sin argamasa, para levantar muros entre parcelas; edificar barracas, carboneras y hornos de cal, o pavimentar caminos de monta?a como los de la ruta Pedra en Sec GR-221, el primer sendero de largo recorrido de Baleares, que ya cuenta con m¨¢s de 160 kil¨®metros se?alizados con albergues donde pernoctar entre etapas.

6. Valeria (Cuenca)

A unos 30 kil¨®metros al sur de Cuenca, inmersas en el paraje espectacular de las hoces del r¨ªo Gritos se asientan las ruinas de Valeria, ciudad romana fundada hacia el a?o 93 antes de Cristo, que, a diferencia de la tambi¨¦n conquense Seg¨®briga, es casi una desconocida. Su ninfeo, una galer¨ªa de 105 metros con nichos ocupados por estatuas de deidades romanas, era el mayor de Hispania y uno de los m¨¢s grandes del Imperio.

7. Ermita de Santa Mar¨ªa de C¨¢rdaba (Valtiendas, Segovia)

Junto a la carretera que une las localidades de Pecharrom¨¢n y Sacramenia, al norte de la provincia de Segovia, surge esta peque?a iglesia prerrom¨¢nica (siglos IX-X) que form¨® parte del antiguo monasterio benedictino de Santa Mar¨ªa de C¨¢rdaba, donado en el a?o 937 por el conde de Castilla Fern¨¢n Gonz¨¢lez al monasterio burgal¨¦s de San Pedro de Arlanza. Como todos los prioratos medievales, se dedic¨® a la explotaci¨®n de las tierras. Entre los cultivos se encontraba el de la vid, como lo demuestran las cuentas del monasterio en el ejercicio del a?o 1337-1338, cuando la producci¨®n anual del vi?edo alcanzaba las 100 c¨¢ntaras de vino. En 1488 pas¨® a manos de los monjes cistercienses del vecino monasterio de Santa Mar¨ªa la Real de Sacramenia, quedando la finca como un coto del mismo. A partir de la desamortizaci¨®n de Mendiz¨¢bal en el a?o 1835, el coto pas¨® a ser propiedad particular. Hoy alberga los vi?edos y bodega Finca C¨¢rdaba (visitas de hora y media o dos horas, con cata de vinos, 6 y 10 euros por persona).

8. Bosque de A Fervenza (Lugo)

El nombre de este bosque le viene de la expresi¨®n gallega auga que ferve (agua que hierve), por las cascadas que acompa?an las crecidas peri¨®dicas del Mi?o en una de las masas forestales de ribera m¨¢s bonitas de Galicia, a 15 kil¨®metros de Lugo. Dos rutas senderistas (una de ellas parte de Lugo) descubren un paisaje acu¨¢tico poblado de robles, sauces y alisos centenarios. El hotel rural Fervenza Casa Grande alquila habitaciones (desde 50 euros la noche), piraguas y bicicletas.

9. Pinturas de la cueva de La Vieja (Alpera, Albacete)

El arte rupestre levantino, una manifestaci¨®n pict¨®rica extraordinaria que no se encuentra en ning¨²n otro lugar de Europa excepto en Espa?a, tiene uno de sus enclaves emblem¨¢ticos en la cueva de La Vieja, un abrigo rocoso situado a unos cuatro kil¨®metros de la poblaci¨®n albacete?a de Alpera. M¨¢s de 200 figuras de color rojo realizadas con plumas de ave que representan arqueros, chamanes, mujeres danzantes, cabras, ciervos y formas geom¨¦tricas en un formidable friso que se remonta hasta el epipaleol¨ªtico, unos 6.000 a?os antes de Cristo.

10. Museo Nacional de Antropolog¨ªa (Madrid)

Un palacete en chafl¨¢n entre la estaci¨®n de Atocha y el parque del Retiro alberga este curioso museo, fundado en 1875 como Museo Anat¨®mico por el m¨¦dico Pedro Gonz¨¢lez Velasco, que invirti¨® todos sus ahorros en la construcci¨®n del edificio y despu¨¦s lo llen¨® con su preciosa colecci¨®n privada de piezas anat¨®micas y objetos procedentes de diversas expediciones cient¨ªficas. Adem¨¢s de un interesante cat¨¢logo etnol¨®gico que incluye momias precolombinas, cabezas reducidas, canoas y armas, all¨ª se expone el esqueleto de Agust¨ªn Luengo, el Gigante de Badajoz. Luengo, que padec¨ªa de acromegalia, una enfermedad que impide detener el crecimiento, vendi¨® su cuerpo de 2,30 metros de altura al doctor Gonz¨¢lez Velasco a cambio de 3.000 pesetas y un jornal diario hasta que falleciese. Seg¨²n las leyendas madrile?as, el m¨¦dico estaba obsesionado hasta tal punto con la momificaci¨®n como manera de alcanzar la inmortalidad que cuando muri¨® su hija Conchita embalsam¨® el cad¨¢ver y vivi¨® con la momia hasta su propia muerte, sent¨¢ndola a la mesa y pase¨¢ndola en coche por las calles de Madrid.