Odio pol¨ªtico a chavales
Denuncia a 9 maestros catalanes por humillar a hijos de guardias civiles
Fomentar el odio, la violencia o la humillaci¨®n contra alguien por su identidad, ideolog¨ªa o conexiones familiares es una conducta susceptible de ser sancionada por el C¨®digo Penal (art¨ªculo 510) desde 1995.
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Si resulta que este delito se comete contra adolescentes de entre 12 y 17 a?os, el delito es doble, porque atenta simult¨¢neamente contra los derechos de los menores, especialmente vulnerables.
Y si lo perpetra un grupo de profesores ¡ªadem¨¢s, concertados entre s¨ª¡ª contra un grupo de sus alumnos, el caso adquiere tonalidades especialmente repulsivas, al incluir aristas de ¡°proselitismo o adoctrinamiento¡±.
Esto es lo que presuntamente sucedi¨® el 2 de octubre (el d¨ªa siguiente al del refer¨¦ndum secesionista ilegal en Catalu?a) en un instituto de Sant Andreu de la Barca, junto a Barcelona, seg¨²n concluye una detallada investigaci¨®n fiscal.
Se trata en este caso de un (supuesto) delito de odio cometido por nueve profesores contra sus propios alumnos por el simple hecho de ser hijos de guardias civiles.
Los docentes acosaron a los chavales, seg¨²n el testimonio de estos ante el ministerio p¨²blico, acusando a sus padres de ¡°animales y bestias que solo saben dar palos¡±; les intentaron avergonzar increp¨¢ndoles sobre si estaban satisfechos de la actuaci¨®n de sus progenitores la jornada anterior y les conminaron a bajar al patio y dar gritos en defensa de la rep¨²blica.
La fiscal¨ªa especializada que inici¨® las actuaciones no exhibe una trayectoria de excesos en la persecuci¨®n de los delitos de odio y desde el inicio se concentr¨® en la defensa de v¨ªctimas vulnerables desde una independencia de criterio compatible con la estructura del ministerio p¨²blico. Entre sus iniciativas m¨¢s notorias destacan la persecuci¨®n a un falso librero de conducta nazi o su actuaci¨®n contra la discriminaci¨®n hacia inmigrantes del antiguo alcalde de Badalona, Xavier Garc¨ªa Albiol.
Como es l¨®gico, corresponder¨¢ a la judicatura sentenciar sobre el asunto (lo hizo en contra del librero y a favor de Albiol), pero en todo caso este caso apunta a convertirse en muy relevante por la seriedad del acusador, la profusi¨®n de testigos y la cantidad de detalles acumulados.
La directora de servicios territoriales de la Generalitat, N¨²ria Vallduriola ¡ªeficaz organizadora del dispositivo de sedes escolares para el refer¨¦ndum ilegal¡ª, que en su d¨ªa apoy¨® a los presuntos delincuentes, deber¨ªa al menos abrirles expediente informativo. O dimitir por su presunto partidismo. O ser cesada en virtud del 155 por primar los intereses corporativos sobre los de la infancia: una verg¨¹enza en una alta responsable del departamento de ense?anza.
La nefasta conducta que se investiga ser¨¢ atribuible a sus autores, no a la colectividad. Pero qu¨¦ duda cabe de que el clima de tensi¨®n generado por los dirigentes del proc¨¦s ha creado un caldo de cultivo para el enfrentamiento, el odio y el delito. Amparados, eso s¨ª, en el comportamiento generalmente correcto y habitualmente pac¨ªfico de la poblaci¨®n y particularmente de sus seguidores. Pero las excepciones a la regla, con coacciones en las escuelas, escraches en las calles y agresiones a las sedes de los partidos rivales han sido sist¨¦micas. Quien las oculta o niega las comparte.
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