Entierros a la carta... y 100% ecol¨®gicos
La industria funeraria mueve 15.000 millones de d¨®lares al a?o en EE UU, incluidas las inhumaciones 'verdes'
ENVUELTO EN TELA de algod¨®n, en una sencilla caja de mimbre, bajo un ¨¢rbol; lentamente convirti¨¦ndose en parte del paisaje, pasto de los gusanos, o, m¨¢s rom¨¢nticamente, transform¨¢ndose en ese ¡°polvo enamorado¡± del soneto de Quevedo. Sin l¨¢pida, mausoleo, ni cripta. Puede que suene a entierro hippy, o a lo que se har¨ªa con una muy querida mascota. Pero es tambi¨¦n la descripci¨®n de lo que se considera un entierro 100% ecol¨®gico. Algo que hoy en d¨ªa, en los pa¨ªses occidentales, es la excepci¨®n.
?Han pasado cuatro siglos desde que Quevedo resum¨ªa en aquellas estrofas magistrales lo ef¨ªmero de nuestro paso por la tierra, y los humanos seguimos sin tener muy asumida nuestra mortalidad. Pero ya no dejamos atr¨¢s solamente polvo. En el mundo occidental, donde la industria funeraria mueve miles de millones de euros (15 mil millones de d¨®lares al a?o en EEUU), el proceso se ha ido sofisticando. Junto con los cad¨¢veres o las cenizas, la tierra recibe productos qu¨ªmicos (usados para embalsamar), acero (en los f¨¦retros) y cemento (en las l¨¢pidas). M¨¢s concretamente, 3 millones de formaldeh¨ªdo, 1300 toneladas de cemento y 13.600 de acero y otros metales cada a?o, seg¨²n el Consejo de Entierros Ecol¨®gicos de EEUU, fundado en 2005. El primer cementerio 100% ecol¨®gico de la era moderna en el pa¨ªs es de 2006, hoy hay m¨¢s de 300 cementerios y casas funerarias que ofrecen servicios ¡°verdes¡±.
?Uno de ellos es Undertaking LA, la ¨²nica funeraria exclusivamente ecol¨®gica de Los ?ngeles. Su oferta consiste en una ¡°vuelta a los or¨ªgenes¡± que no pasa solamente por urnas biodegradables para las cenizas o madera sin tratar para los f¨¦retros. Si uno as¨ª lo desea, puede ocuparse del difunto en casa (lav¨¢ndole, visti¨¦ndolo) y realizar all¨ª el velatorio; o ser testigo directo de la cremaci¨®n (ayudando a empujar al cuerpo al horno encendido). Sus fundadoras, dos mujeres en la treintena, combinan el negocio con una intensa labor divulgativa por una ¡°muerte positiva¡±. Tienen hasta tienda online de merchandising.
?En su despacho modesto de un edificio de oficinas, en esa parte de Los ?ngeles donde se ve gente en las paradas de autob¨²s y los nombres de los negocios est¨¢n en espa?ol, Susana Alba, que lleva el d¨ªa a d¨ªa del negocio, no es ajena a lo que significa para muchas familias inmigrantes afrontar el gasto de una muerte. ¡°Las grandes funerarias piensan en el beneficio. Te ofrecer¨¢n servicios que no necesitas. Mucha gente termina endeud¨¢ndose¡±, explica. Asegura que no es en absoluto necesario embalsamar, a no ser que el cuerpo tenga que hacer un largo viaje. Mucho menos hacerlo antes de una cremaci¨®n, como es habitual en casi todas las funerarias tradicionales. ¡°Mucha gente no sabe que un cuerpo puede aguantar de manera natural sin necesidad de qu¨ªmicos hasta 36 horas sin ning¨²n riesgo¡±. Solo hacen falta hielos y una habitaci¨®n bien ventilada. Y no s¨®lo es m¨¢s ecol¨®gico: la diferencia de precio puede llegar a las decenas de miles de d¨®lares.
?Se trata tambi¨¦n de cambiar la manera de afrontar una p¨¦rdida. ¡°Estamos aqu¨ª para ayudar a las familias a tomar ellos las riendas¡±, explica Alba. Asumir parte del cuidado ayuda a los familiares en su proceso de duelo, asegura. ¡°La mayor¨ªa de la gente que busca nuestros servicios es gente con una profunda espiritualidad. Les ayudamos a mirar a la muerte de frente, a despedir a sus seres queridos y acompa?arles en ese ¨²ltimo viaje, sin miedos, sin estigmatizaciones absurdas¡±. Una muerte natural. Como la vida misma.
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