Cervezas que hay que sentir

La leyenda de Cervezas Alhambra est¨¢ inevitablemente unida a Granada. Fue en 1925 cuando Carlos Bouvard y Antonio Kn?rr, dos maestros que so?aban con desplegar sus conocimientos en la zona, llegaron a la ciudad nazar¨ª. Y un a?o despu¨¦s, la f¨¢brica ya estaba en marcha. El monumento m¨¢s emblem¨¢tico de la ciudad, la Alhambra, se convirti¨® desde la fundaci¨®n de esta casa en una fuente inagotable de inspiraci¨®n. Como el vidrio verde de su variedad estrella, Reserva 1925, una evocaci¨®n del color de los mosaicos salpicados por el conjunto arquitect¨®nico. La apuesta de esta compa?¨ªa ha anclado desde sus inicios hasta hoy el car¨¢cter artesanal con la calidad de los ingredientes. La levadura aporta sus notas fragantes. La malta imprime su sabor caracter¨ªstico. Y el l¨²pulo, que se a?ade a mano, proporciona la mejor estructura de amargor y aroma. Pero para poder apreciar realmente todos los matices hay que olvidarse del reloj y disfrutar de estas cervezas hechas sin prisas para agudizar todos los sentidos. Y apreciar las notas que diferencian cada sinfon¨ªa de las cinco variedades de la firma. Porque hay cervezas que no se pueden explicar. Hay que sentirlas. Alhambra merece rendirse ante la espuma de la emoci¨®n que encierran sus botellas.

tacto, o¨ªdo, olfato, gusto¡­

Reserva 1925 encabeza la gama de esta casa cervecera granadina: una reinterpretaci¨®n del estilo Pilsen Bohemia con mucho cuerpo. Otro de sus puntales es Alhambra Especial: esta Lager Premium se inspira en recetas cl¨¢sicas del estilo Lager Pilsner checas que aportan un punto extra de intensidad al sabor.