Las patatas fritas y otros 3.500 alimentos van a cambiar su receta (a mejor)
?Por qu¨¦ ha pasado inadvertido un plan que podr¨ªa ser la mejor noticia del siglo?
La Agencia Espa?ola de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n (Aecosan), adscrita al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, dentro de la Estrategia NAOS (para la nutrici¨®n, actividad f¨ªsica y prevenci¨®n de la obesidad) ha puesto en marcha el Plan de colaboraci¨®n para la mejora de la composici¨®n de los alimentos y bebidas 2017-2020, que, entre otras medidas, invita a los fabricantes a que reformulen sus productos y reduzcan ciertos nutrientes como arma prioritaria para combatir la obesidad. ?Hay algo de malo?
As¨ª definen la reformulaci¨®n: "Mejorar el contenido de ciertos nutrientes seleccionados [¡] de los alimentos, modificando alguno de sus componentes sin que esto conlleve un aumento del contenido energ¨¦tico del alimento ni el de otros nutrientes". La justificaci¨®n: "Poner a disposici¨®n de los ciudadanos m¨¢s productos con menos sal, menos grasas saturadas o trans (mejor perfil lip¨ªdico) y con menos az¨²cares a?adidos [¡], facilitar¨¢ la adquisici¨®n y mantenimiento de pautas adecuadas de consumo o de una dieta con una composici¨®n variada y una cantidad de nutrientes acordes a las recomendaciones de las instituciones sanitarias". Y esto, para los expertos, es mucho decir.
Usted no est¨¢ gordo (solo) por comer patatas fritas.
Ni dejar¨¢ de estarlo porque estas tengan menos sal y grasas saturadas. Aecosan menciona 13 grupos de alimentos a reformular. Y, de ellos, solo ciertos aperitivos, refrescos, bollos, galletas y cereales para el desayuno, cremas de verduras, derivados c¨¢rnicos, polos, n¨¦ctares de frutas (recuerde: los zumos, por ley, no pueden llevar az¨²car a?adido), pan especial envasado (de molde, tostado¡), platos preparados (anillas, croquetas, empanadillas, lasa?as y surimi), salsas y l¨¢cteos (yogures y postres) deber¨¢n reducir su contenido en az¨²cares a?adidos entre un 5% (boller¨ªa) y un 18% (salsa mayonesa); entre un 5% (ketchup) y un 16% (embutidos) de sal; y entre un 5% (galletas y derivados c¨¢rnicos) y un 10% (aperitivos y platos preparados) de grasas saturadas (por cierto, unos porcentajes acordados con las patronales, sin base cient¨ªfica). Y no, no est¨¢ la pizza ni ning¨²n otro snack o comida r¨¢pida: solo los productos en los que las empresas participantes se han puesto de acuerdo.
Calificar ¡ªgeneralizando¡ª de "elecciones adecuadas" a todos estos alimentos, facilitando que formen parte de lo que en nuestro imaginario significa una dieta saludable, quiz¨¢ no sea lo m¨¢s acertado, por mucho que sean mejores que antes. Ni los ingredientes ni los nutrientes son el problema. As¨ª lo reconocen la OMS y la FAO, aceptando la clasificaci¨®n NOVA, referente mundial para las pautas diet¨¦ticas, que no entra en cantidades espec¨ªficas de sal, grasa y/o az¨²car, sino en c¨®mo se transforma un alimento (hasta d¨®nde y con qu¨¦ fin) como factor determinante en la configuraci¨®n del sistema alimenticio y la relaci¨®n entre la naturaleza de la dieta, la salud y el bienestar.
Es en los pa¨ªses en cuyas casas entran m¨¢s alimentos ultraprocesados (aquellos cocinados con ingredientes industriales como antioxidantes, estabilizantes, conservantes, colorantes, potenciadores del sabor, humectantes¡) donde la tasa de obesidad en adultos es mayor. Lo demuestra un estudio de la Universidad de S?o Paulo, publicado en febrero en Public Health Nutrition.
"Los vendings ofrecer¨¢n el doble de alimentos reformulados que ahora y hasta un 50% m¨¢s de productos equilibrados. Y reducir¨¢n un 15% la dosis m¨¢xima de az¨²car en las m¨¢quinas de bebidas calientes", Dolors Monserrat (ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad)
Es verdad que lo listo para comer tiene az¨²car, grasas y/o sal. Los reducimos y un problema menos: una secuencia l¨®gica que se tambalea en los pilares porque, aunque no hay procesado que no lleve al menos uno de ellos, tampoco son los ¨²nicos ingredientes a vigilar. Y, como reconoce Aecosan, la mayor¨ªa de los mecanismos que desencadenan la obesidad "est¨¢n ligados al estilo de vida y el comportamiento con respecto a c¨®mo y qu¨¦ se come y si se realiza actividad f¨ªsica de forma constante y habitual [aunque el ejercicio no compense un exceso de calor¨ªas de la dieta, proporciona mejor salud independientemente de su peso]". Y la gen¨¦tica, la cultura, el medioambiente y la disponibilidad de alimentos y entornos saludables tambi¨¦n tienen un importante papel.
Tal y como declar¨® Carlos Monteiro, director del estudio, a The Guardian, "consumimos a diario una cantidad de sustancias artificiales de las que no tenemos ni idea qu¨¦ problemas nos traer¨¢n". Adem¨¢s, su colega Jean-Claude Moubarac, profesor de nutrici¨®n de la Universidad de Montreal (Canad¨¢), asegura que los [ultra]procesados tienen una calidad nutricional muy baja, que tienden a tener menos prote¨ªnas, minerales y vitaminas y que desplazan a los naturales o m¨ªnimamente procesados (lavados, cortados, refrigerados, congelados, fermentados, fileteados, embolsados¡).
Pese a todo, es una buena noticia (y su paladar no se enterar¨¢)
Sabiendo esto, la iniciativa es un compromiso que hay que celebrar y que requiere un gran esfuerzo por parte de la industria. Cambiar la composici¨®n para que satisfaga de igual manera a todos nuestros sentidos, no solo a nuestras papilas, es todo un reto. Aecosan enumera algunas de las dificultades que supone cumplir con esta parte importante del compromiso: "El dulzor que proporciona el az¨²car es el m¨¢s agradable, equilibra el sabor agrio, salado y picante y proporciona volumen; la sal es un conservante; y la grasa saturada aporta palatabilidad". ?C¨®mo lo hacen las marcas que lo han conseguido?
Aunque el yogur no es uno de los preparados en los que m¨¢s az¨²car a?adido consumimos los espa?oles, Danone lleva desde 2016 mejorando sus productos. "Por una parte estamos haciendo el camino que hizo el pan con la sal: ir reduciendo la cantidad de az¨²car a?adido sin edulcorar, educando el gusto", comienza Silvia Ram¨®n-Cort¨¦s, directora de comunicaci¨®n de Danone. "Y tocando otras cosas. Por ejemplo, 1919 parece igual de sabroso que un original o un Oikos [el postre con yogur griego de la marca] porque hemos jugado con la prote¨ªna, los fermentos, las fermentaciones, para la textura, y el az¨²car de ca?a, que endulza igual con un 30% menos", contin¨²a Carlos Bosch, director de medios. Laura Gonz¨¢lez, responsable de nutrici¨®n de Nestl¨¦, resume otra de las estrategias que se siguen en sus marcas: "Cambiar la ubicaci¨®n del az¨²car en el alimento, por ejemplo, poni¨¦ndolo en la superficie en vez de dentro. As¨ª, como es lo primero que entra en contacto con la lengua, la percepci¨®n de dulzor es la misma con menos cantidad".
No est¨¢ previsto que el etiquetado cambie m¨¢s all¨¢ del correspondiente baile de ingredientes si lo hubiera, o de proporci¨®n de los tres elementos perseguidos por el plan. Eso puede ser un problema con los az¨²cares: aunque la hoja de ruta del organismo de seguridad alimentaria (y la OMS) reconoce que los que se deben reducir son los a?adidos y no los naturalmente presentes en los alimentos (intr¨ªnsecos), como los de la leche o la fruta, detalla que estos ¨²ltimos se encuentran en los alimentos no procesados, sin explicar que tambi¨¦n est¨¢n en los procesados que utilicen los naturales de ingrediente. Y, adem¨¢s, no se permite diferenciarlos en el cuadro nutricional (solo aparecen los az¨²cares totales: la suma de los intr¨ªnsecos m¨¢s los a?adidos).
Restaurantes, comedores y supermercados tambi¨¦n tienen que cambiar
Mejorar los men¨²s con m¨¢s primeros y guarniciones de hortalizas y legumbres; priorizar las carnes magras y los aceites de girasol alto oleico y oliva; aumentar la frecuencia de platos a la plancha o al horno sin salsas; reducir los fritos precocinados; incluir pan integral, m¨¢s pescado a la semana y otros alimentos que conforman una dieta saludable; incorporar productos reformulados; ampliar la oferta de frescos¡ ?Y los supermercados? "Nuestra misi¨®n es detectar la demanda para modificar los lineales. Los productos con alegaciones nutricionales saludables tienen mucho ¨¦xito", explica Aurelio del Pino, portavoz de la Asociaci¨®n de Cadenas Espa?olas de Supermercados.
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