Mart¨ªn Fiz, de campe¨®n del mundo a corredor gu¨ªa de atletas paral¨ªmpicos
CUANDO MANUEL GARNICA y Mart¨ªn Fiz corren juntos son una sola persona. Una cuerda conecta sus manos. Sus zancadas y sus braceos se sincronizan con la precisi¨®n de un reloj. Y sus cuerpos forman un t¨¢ndem indivisible y complementario. El primero, atleta paral¨ªmpico ciego, marca el ritmo de la marcha y aguza el o¨ªdo. El segundo, campe¨®n del mundo en marat¨®n en 1995, se convierte en sus ojos y le susurra cada obst¨¢culo que aparece en el camino. Es temporalmente su corredor gu¨ªa. Una experiencia nueva y enriquecedora para Fiz, referente del atletismo espa?ol. Y una oportunidad ¨²nica para Garnica.
Este atleta granadino de 39 a?os ha compartido su vida con varios corredores gu¨ªa. En su cuerpo se?ala las cicatrices que le recuerdan ca¨ªdas vividas con cada uno de ellos. El ¨²ltimo se lesion¨® en diciembre y estar¨¢ unos meses sin poder competir. Garnica crey¨® que no podr¨ªa participar en la marat¨®n de Sevilla de 2018. Ni en las siguientes carreras para las que se estaba preparando. Conoci¨® entonces la iniciativa social Comparte tu energ¨ªa, impulsada por?EDP. Un punto de encuentro para corredores ciegos y videntes que quieran hacer de gu¨ªas. Cuenta con m¨¢s de 2.000 miembros en Espa?a, pero Garnica no era optimista. ¡°Mi marca es muy buena (1h 14m en media marat¨®n) y mi compa?ero tiene que ser mejor que yo¡±. Alguien capaz de seguirle el ritmo y, al mismo tiempo, hablar sin parar. Una persona cumpl¨ªa los requisitos: el embajador de la plataforma, Mart¨ªn Fiz, retirado del deporte de ¨¦lite (su marca es 1h 11m) y premio Pr¨ªncipe de Asturias en 1997. Acept¨® sin dudarlo. ¡°Cuando me dijeron que iba a competir con ¨¦l, me puse nervioso. Es un ¨ªdolo de juventud¡±.
La primera vez que Fiz hizo de gu¨ªa quiso ponerse en la piel de su compa?ero. Se vend¨® los ojos y ech¨® a correr. En la oscuridad, de nada le sirvieron sus a?os de experiencia en las pistas, ni sus premios europeos y mundiales. Sin sus ojos, el atleta vitoriano se sinti¨® perdido. ¡°Lo peor es la sensaci¨®n de desconfianza. Una voz me indicaba qu¨¦ hacer, pero yo cuestionaba todo lo que dec¨ªa y quer¨ªa volver a ver¡±, recuerda el ex atleta ol¨ªmpico, de 55 a?os. Tan solo tuvo que llevarse las manos a la cabeza y quitarse el antifaz. Para Garnica, en cambio, no hubo vuelta atr¨¢s. Cuando ten¨ªa 2 a?os le diagnosticaron retinitis pigmentaria, una enfermedad degenerativa que le fue cegando poco a poco. A los 9 empez¨® a leer braille y a los 13 dej¨® el equipo de baloncesto porque no ve¨ªa lo suficiente. Fue entonces cuando se aficion¨® al atletismo. ¡°Empec¨¦ corriendo con mi padre y me enganch¨¦¡±. Despu¨¦s vinieron los campeonatos nacionales y, m¨¢s tarde, los mundiales y los Juegos Paral¨ªmpicos. En esos a?os perdi¨® del todo la vista y tuvo que aprender a confiar: en su mujer si pasean por la calle con sus dos hijos, en un amigo si quedan para dar una vuelta o en su gu¨ªa si sale a entrenar. ¡°Si no conf¨ªas, est¨¢s perdido¡±. El ejercicio de fe no es f¨¢cil. Pero tampoco el papel del gu¨ªa. ¡°Eres el que da las ¨®rdenes para que, en este caso Manuel, las cumpla¡±, comenta Fiz. ¡°En ese sentido, la responsabilidad que tienes es del 100%¡±. Cada detalle cuenta. Si Fiz no ve una peque?a piedra en el suelo, su pareja podr¨ªa tropezar. Y si cae uno, cae el otro. ¡°Por eso soy una cotorra. Que si curva a la derecha, atleta por la izquierda, bache en el suelo¡±.
Convertirse en corredor gu¨ªa era quiz¨¢s el ¨²nico reto que Mart¨ªn Fiz no hab¨ªa afrontado en el mundo del atletismo. La experiencia le ha hecho pensar en nuevos horizontes. ¡°Despu¨¦s de correr con Manuel, fantase¨¦ con la idea de ir con ¨¦l a los Juegos Paral¨ªmpicos de Tokio. Me ve¨ªa consiguiendo como gu¨ªa paral¨ªmpico lo que no he conseguido siendo ol¨ªmpico: una medalla¡±. Su compa?ero se suma a este juego de imaginaci¨®n. ¡°Si realmente se pudiera hacer, me encantar¨ªa correr con Mart¨ªn Fiz en Tokio¡±. El campe¨®n del mundo se retracta. ¡°Es un planteamiento, pero no quiero quitarle el puesto a nadie. Al fin y al cabo, yo en atletismo ya he hecho todo lo que ten¨ªa que hacer¡±.
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