Retrocede la libertad de prensa

Ejercer el periodismo con plenas garant¨ªas se ha convertido en una tarea cada vez m¨¢s dif¨ªcil en todo el mundo. La hostilidad hacia los medios de comunicaci¨®n, el acoso a los profesionales, las abusivas leyes sobre difamaci¨®n y la censura van ganando terreno. La libertad de prensa, que ayer celebr¨® su d¨ªa internacional, est¨¢ en retroceso ante viejos y nuevos enemigos: desde el narcotr¨¢fico a los paramilitares, pasando por los grupos terroristas que ven en los reporteros un blanco f¨¢cil, los nacionalismos y los populismos. A todos les une su empe?o por obstaculizar y cercenar el trabajo de los periodistas imponiendo la coacci¨®n y la manipulaci¨®n e ignorando que la prensa es un pilar b¨¢sico del Estado de derecho y un contrapeso del poder.

No solo los pa¨ªses totalitarios son un riesgo para los profesionales. Tambi¨¦n en Europa son perseguidos y asesinados. En menos de un a?o, dos reporteros que investigaban la corrupci¨®n sistem¨¢tica en el ¨¢mbito del poder pol¨ªtico murieron violentamente en Malta y Eslovaquia, unos cr¨ªmenes sobre los que toda la UE debe sentirse dolida y escandalizada y, a la vez, exigir que estos asesinatos no queden impunes.

El periodismo se ve sometido a amenazas m¨¢s sutiles pero tambi¨¦n muy da?inas. La proliferaci¨®n de noticias falsas, la injerencia extranjera en procesos electorales o la utilizaci¨®n de datos personales para influir en el voto de los ciudadanos son fen¨®menos que se han visto acelerados gracias a las redes sociales, que han llevado la desinformaci¨®n a extremos insospechados.

Frente a estas agresiones, la libertad de prensa tiene que ser defendida para que los ciudadanos tengan una informaci¨®n rigurosa, independiente y de calidad. Cuando el p¨²blico accede a noticias honestas y veraces puede tomar decisiones firmes y coherentes. Solo as¨ª progresa el debate p¨²blico y avanza la democracia.