El derrumbamiento narrativo del PP
Cada d¨ªa se ve al presidente del Gobierno m¨¢s lejos de la realidad
Con el poder legislativo en contra, aunque saquen all¨ª los Presupuestos a golpe de cheques al portador, y con el poder judicial enfurecido, la soledad de Rajoy en el poder ejecutivo retrata el deterioro de la situaci¨®n. El refugio del presidente en La Moncloa va cobrando un aire de oto?o del patriarca. Esta semana, mientras el pa¨ªs arrastraba ¨¢speros conflictos judiciales, territoriales, sociales, ¨¦l se evad¨ªa en Burgos en ¡°un acto muy bonito¡±. Se le ve cada d¨ªa m¨¢s lejos de la realidad.
El Gobierno ha confesado esta semana a las autoridades comunitarias que los dos mil millones del pacto con el PNV se cubrir¨¢n con m¨¢s impuestos y m¨¢s recortes. O sea, ahogar a los ciudadanos para dar ox¨ªgeno al Gobierno. Esta vez la neolengua ya no bastar¨¢: quiz¨¢ en otro tiempo al rescate se le pudo llamar tomate, como ironizaba Time, o ¡°apoyo financiero¡± como dec¨ªa Guindos, o ¡°deterioro adicional¡± a la deuda, pero se han agotado los eufemismos. Esto es peor sanidad, peor educaci¨®n, peor fiscalidad. Aquel Rajoy del ¡°hay que ser serios¡± ahora tira de chequera para financiarse un a?o de cierta estabilidad en el poder. El ensimismamiento.
En el conflicto de Catalu?a ha perdido la batalla clave del relato. Y adem¨¢s por incomparecencia, con ese mismo ensimismamiento. Nunca entendi¨® el valor del mensaje. Puigdemont va por los grandes medios globales vendiendo que esto es Turqu¨ªa, y Rajoy cre¨ªa que bastaba con los gui?os de las canciller¨ªas. Ahora las c¨¢maras de comercio van a contratar a la agencia Brunswick a ver si salvan algo de imagen. Entretanto TV3 sigue siendo Teleproc¨¦s por dejaci¨®n de La Moncloa. Y Puigdemont, incluso fugado, mantiene la iniciativa de la agenda, en el Parlament o en Berl¨ªn. El pacto con el PNV ha obligado a Rajoy a humillarse en el Congreso con el 155; y Urkullu sugiere que est¨¢ por ceder en la pol¨ªtica penitenciaria con ETA para desolaci¨®n de las v¨ªctimas que ven peligrar tambi¨¦n ese relato.
El caso Cifuentes ha vuelto a retratar la necrosis ¨¦tica. Una cierta cantidad de corrupci¨®n es inevitable, pero ya son demasiados esc¨¢ndalos. Si la corrupci¨®n es ¡°cuesti¨®n de dosis¡±, como dec¨ªa Carlo Dossi, lo del PP ya alcanz¨® la sobredosis. Este 2 de Mayo ning¨²n expresidente pod¨ªa aparecer por Madrid, su reserva espiritual, donde han perdido la mitad de sus votantes. Rajoy nunca asumi¨®, como Joe Biden, que luchar contra la corrupci¨®n se hace en defensa propia. El prestigio del PP est¨¢ muy devaluado; y al no hacer la catarsis en la oposici¨®n sino en el poder, acaban arrastrando a las instituciones.
Rajoy no lleg¨® al poder por aclamaci¨®n sino por deselecci¨®n ¡ªconcepto acu?ado por Rosanvallon en La contrademocracia¡ª porque no se votaba por ¨¦l sino contra su antecesor. Sin embargo, ten¨ªa narrativas s¨®lidas: gestores eficaces, defensa constitucional, regeneraci¨®n... Casi todo, como se ve, hace aguas: gesti¨®n muy politiquera, corrupci¨®n y p¨¦rdida de liderazgo frente al nacionalismo, dando ese espacio a Ciudadanos. Y el chollo del turnismo, que garantizaba al PP y al PSOE sucederse en el poder, se acab¨®. Ahora un votante del PP puede evitar votar al PP con una pinza en la nariz.
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