Equidistancia
Es lamentable la ya permanente mala prensa que aqueja a la palabra equidistancia. Sea, el asiduo encogimiento de hombros y la sistem¨¢tica ausencia de compromiso son moralmente reprobables. Pero, de las barbaries sim¨¦tricas ?qu¨¦ sino humildemente equidistante se puede ser? Sin confundir la equidistancia, desde luego, con lo que Jorge Guill¨¦n llam¨® ¡°actitud preliminar de puro¡±. En el caso concreto de nuestra guerra civil (es la noticia del proyectado memorial de la Almudena la que suscita estas reflexiones), la equidistancia no implica olvidar que la desencaden¨® quien la desencaden¨®. Tampoco el clima previo al desencadenamiento, y que en modo alguno lo justifica. Implica no olvidar nada de nada.¡ª Pedro ?lvarez de Miranda. Madrid.
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