Por qu¨¦ el violento ¡®This is America¡¯ es el ¡®videoclip¡¯ del a?o (atentos a lo que ocurre al fondo)

Childish Gambino es el alias musical de Donald Glover (California, 1983). Glover es protagonista de la serie?Atlanta, de la que tambi¨¦n es ocasional director, ha sido guionista de 30 Rock, ha aparecido como actor en pel¨ªculas como Spiderman: Homecoming?y, bajo el nombre de Gambino, ha publicado tres discos de hip-hop. En 2017, la revista Time lo incluy¨® en su lista de las 100 personas m¨¢s influyentes del a?o. A ra¨ªz del impacto de su ¨²ltimo trabajo, This is America, es posible que vuelva a la de 2018.

La pieza, dirigida por Niro Murai ¨Cespecialista en videoclips para mirar embobado durante horas¨C suma m¨¢s de 30 millones de visionados en tres d¨ªas. La cantante Erykah Badu lo ha tildado de "genio". Bernice King, hija de Martin Luther King, ha dicho "sin palabras". Trent Reznor, de Nine Inch Nails, ha afirmado: "No recuerdo la ¨²ltima vez que vi un videoclip hasta el final y mucho menos cinco veces seguidas. Un trabajo incre¨ªble". Kanye West, convertido ya en un chiste inc¨®modo tras tildar de "elecci¨®n" la esclavitud, se ha limitado a retuitear el v¨ªdeo, en lo que entendemos como una se?al de apoyo. No ha dicho nada. Casi mejor.

Es aventurado analizar y juzgar el v¨ªdeo de This is America desde fuera, o sea, m¨¢s all¨¢ de las fronteras de esos Estados Unidos en los que el 39 % de personas muertas a manos de la polic¨ªa son negros aunque solo conformen el 13 % de la poblaci¨®n. This is America apunta, como el arma que Childish Gambino lleva en el v¨ªdeo, en demasiadas direcciones: a los atacantes, a los atacados, a los blancos, a los negros, a los que est¨¢n dentro del v¨ªdeo y los que est¨¢n fuera.

Para empezar, ?de qu¨¦ va? Childish Gambino baila en una nave industrial. En primer t¨¦rmino casi siempre ¨¦l, cadena dorada al cuello, sin camiseta, mostrando unos m¨²sculos mezclados con barriga incipiente ¨Cpara nada la imagen habitual del rapero cincelado¨C y ocasionalmente con un cuerpo de baile compuesto por unos cuantos p¨²beres en uniforme de colegio.

Mientras, al fondo, desenfocado, se desarrolla un mot¨ªn, una matanza, una tragedia. ?l mismo participa de ella (alguien le entrega un arma y mata a un hombre con una guitarra primero y a todos los miembros de un coro g¨®spel despu¨¦s). Cuando hacia el final del v¨ªdeo parece que est¨¢ a punto de volver a matar, prefiere encenderse un porro y bailar sobre un coche. Acto seguido, como cierre, huye de un mont¨®n de hombres y mujeres blancos (no hab¨ªan aparecido hasta ahora en este v¨ªdeo) que lo persiguen.

Las teor¨ªas que sobrevuelan por Internet se cuentan por cientos. ?Est¨¢ Glover denunciando la masacre hecha espect¨¢culo? ?Est¨¢ denunciando que el pop y el color¨ªn est¨¢n desenfocando los verdaderos problemas (en un momento dado ¨¦l canta con actitud entusiasta: ¡°?Soy tan guapo! ?Llevo Gucci! ?Mira c¨®mo bailo!¡± mientras al fondo de la nave industrial de desata el horror). ?Y no est¨¢ haci¨¦ndonos a nosotros mismos caer en ese error? ?No cae tambi¨¦n ¨¦l? ?No habr¨¢ miles de cabezas olvidando la revoluci¨®n mientras escuchan una canci¨®n tan pegadiza? ?Har¨¢ que cientos de miles que nunca hab¨ªan pensado en ella empiecen a considerarla?

El propio Gambino parec¨ªa no tenerlo muy claro en diciembre de 2012. En una entrevista concedida a I?igo L¨®pez Palacios para EL PA?S, Glover afirm¨®: "El rap puede ser serio, pero no creo que sea obligatorio. Creo que la raz¨®n por la que puedo hacer esto es que no es necesario. No todo tiene que ser pistolas y tiroteos. El hip-hop puede ser tonto y divertido".

El debate que propone el v¨ªdeo es viejo. Y el videoclip espect¨¢culo que denuncia que el espect¨¢culo hace olvidar el horror que nos rodea tambi¨¦n (aunque nadie cree realmente que Gambino quiera venderlo como algo nuevo). Este tipo de denuncia social revestida de artificio lo han practicado ya muchos. Michael Jackson casi se lo invent¨® (aunque su relaci¨®n con la raza dar¨ªa para un monogr¨¢fico) y su hermana Janet dedic¨® a esta cuesti¨®n un disco entero, tal vez su obra maestra, Rhythm Nation 1814.

Katy Perry intent¨® algo parecido el a?o pasado en el videoclip de Chained to the rhythm, que mostraba un parque tem¨¢tico de asistentes alienados que bailaban la misma coreograf¨ªa. Y Madonna se la jug¨® en 1989 cuando en Like a prayer cont¨® la historia del asesinato de una chica por parte de unos cuantos supremacistas blancos que acaban acusando a un hombre negro inocente. Las cruces en llamas en algunas de las escenas (un gui?o obvio al Ku Klux Klan) le valieron perder un contrato millonario con Pepsi y la ira del Vaticano.

Lo que es indudable es que la apuesta ha subido enteros en el entretenimiento en el ¨²ltimo lustro y, especialmente, desde que Trump lleg¨® al poder. La pel¨ªcula?D¨¦jame salir se convirti¨® en un fen¨®meno cultural el pasado a?o y en uno de los pocos filmes de terror nominados a Mejor Pel¨ªcula en los Oscar. La primera temporada de American Crime Story demostr¨® con maestr¨ªa que el fondo de la cuesti¨®n del personaje de O.J. Simpson consist¨ªa en un negro al que el dinero hab¨ªa convertido en un monstruo blanco y solo volv¨ªa a recurrir a su comunidad cuando necesitaba jugar la carta de la raza. Si hay una palabra que pueda aplicarse a todo esto y al v¨ªdeo de Childish Gambino es zeitgeist, ese t¨¦rmino llamativo y bonito para los titulares que define el clima cultural y moral de una ¨¦poca.?

This is America s¨ª que consigue reflejar el zeitgeist de la nuestra: recibir informaci¨®n sobre el horror, la belleza, la muerte y la esperanza sin filtro y como un torrente, por m¨²ltiples v¨ªas, en alta definici¨®n y cientos de millones de colores. Es leer sobre la masacre en una iglesia de Charlestone en la que un supremacista blanco mat¨® a seis mujeres y tres hombres negros y, a continuaci¨®n, la pol¨¦mica por una discusi¨®n entre Caitlyn Jenner y alguna de las Kardashian. Si algo deja claro Childish Gambino es que la masacre nos llega y nos enmudece cuando ¨¦l mismo coge el arma y la ejecuta. Ese s¨ª que es un elemento digno de elogiar.??

Ayer, por cierto, en la gala del MET, Glover apareci¨® efectivamente guapo y efectivamente con zapatos de Gucci.?