De Siria a Volkswagen

Este peri¨®dico lleva tiempo denunciando el problema de las noticias falsas que pueblan la red. Y ese compromiso con el rigor y la verdad invocan algunos lectores que me han escrito para lamentar lo que juzgan deficiencias informativas en alg¨²n art¨ªculo del diario. Trato aqu¨ª dos de estas quejas.

Una de ellas la plantea Javier Mu?oz ?lvarez en relaci¨®n con un titular de portada de la edici¨®n del 11 de mayo, en el que se dec¨ªa: Israel ataca objetivos iran¨ªes en Siria tras la ruptura del pacto nuclear. El pie de la fotograf¨ªa que ilustraba la p¨¢gina especificaba: Israel e Ir¨¢n se enfrentan en Siria. Israel atac¨® en la madrugada de ayer decenas de objetivos iran¨ªes en suelo sirio en represalia por el lanzamiento de cohetes contra los Altos del Gol¨¢n.

"En la p¨¢gina 4 nos enteramos", escribe el lector, "de que la informaci¨®n que da por cierta EL PA?S -a saber, que Ir¨¢n lanz¨® cohetes contra los Altos del Gol¨¢n y que este ataque provoc¨® la reacci¨®n de Israel- lo es 'de acuerdo con la informaci¨®n facilitada por un portavoz militar de Israel'. Si EL PA?S no contaba con ninguna otra fuente de informaci¨®n fiable y neutral, quiz¨¢ deber¨ªa haberse referido con mayor propiedad y rigor, tanto en el pie de foto como en el titular y en el cuerpo del art¨ªculo de la p¨¢gina 4, a un ¡°supuesto¡± lanzamiento de cohetes contra el Gol¨¢n, ¡°previsiblemente¡± ordenado por fuerzas iran¨ªes (¡­) En fin, ahora a la desinformaci¨®n la llamamos fake news y a¨²n no sabemos c¨®mo combatirlas. Los medios de comunicaci¨®n prestigiosos tampoco, o no siempre, aunque no deje de ser loable su empe?o".

Andrea Rizzi, redactor-jefe de Internacional explica: "El texto de la p¨¢gina 4 se?ala correctamente, desde la entradilla, lo que corresponde a la versi¨®n israel¨ª de los hechos. El titular, por su parte, evita adjudicar a Ir¨¢n el disparo de cohetes contra el Gol¨¢n. En cambio, s¨ª asume que ese disparo se produjo. Esto se hizo as¨ª porque no tenemos elementos suficientes para establecer cu¨¢l fue la cadena de mando que llev¨® a ese ataque contra el Gol¨¢n, y en Siria hay distintos grupos operativos hostiles a Israel y con distinto grado de vinculaci¨®n con el Ejecutivo de Teher¨¢n. Pero s¨ª consideramos cre¨ªbles los disparos contra el Gol¨¢n porque, nadie los desminti¨® (ni Ir¨¢n, ni Siria, ni Rusia). Lo cual es significativo¡±.

"La cr¨®nica incluye una reacci¨®n del presidente Rohani y se?ala que evit¨® referirse expl¨ªcitamente al ataque", a?ade Rizzi. "Un comunicado iran¨ª del d¨ªa siguiente tampoco lo hace. Frente a una acusaci¨®n muy expl¨ªcita como la israel¨ª, el silencio de un adversario normalmente muy expresivo suena, razonablemente, como un aval. Otra cosa es que podr¨ªamos haber explicitado mejor nuestro razonamiento¡±.

El error m¨¢s claro estaba en la portada, tal y como reconoce el director adjunto Rafa de Miguel. "Es evidente que en tiempos de guerra la primera v¨ªctima es la verdad, y que las estrategias de desinformaci¨®n de uno y otro bando deben darse por supuestas. En aras de la brevedad cometimos un error que el lector ha detectado correctamente. Nada hubiera costado a?adir un "¡­de los que el ej¨¦rcito israel¨ª responsabiliza a Ir¨¢n", y no queda m¨¢s que pedir disculpas y comprometernos a doblar el esfuerzo de rigor que diariamente realizamos".

Otro lector, Alfonso Guerrero Acosta, enmarca tambi¨¦n en la denuncia de las fake news su queja al reportaje de apertura del suplemento El Motor del 12 de mayo en el que no ve ¡°af¨¢n de contar la verdad¡±. El art¨ªculo se titulaba El desaf¨ªo de los humos, y en la edici¨®n digital, que se publica hoy, Llega un futuro con autom¨®viles m¨¢s limpios (o no), y en ¨¦l se contaban las dificultades del sector para cumplir con la reducci¨®n de emisiones que exige la UE.

El lector considera que el texto est¨¢ "plagado de ocultaciones y tergiversaciones sospechosas". Y ello, sobre todo, porque no cita el dieselgate ni los problemas de contaminaci¨®n del di¨¦sel: desde las micropart¨ªculas hasta el di¨®xido de nitr¨®geno, reconocidos como agentes cancer¨ªgenos por la OMS. ¡°Igualmente se oculta que est¨¢ demostrado que los niveles de emisi¨®n de CO2 por veh¨ªculo son m¨¢s altos en los di¨¦sel que en los gasolina, si se tienen cuenta todos los aspectos (producci¨®n del coche, del combustible, etc¨¦tera)¡±, se?ala.

El se?or Guerrero ve una relaci¨®n entre esos "olvidos" y la presencia de sendos anuncios del grupo Volkswagen en el diario y en el cuadernillo.

Marcos Baeza, autor del texto y responsable del suplemento El Motor, rechaza de plano estas acusaciones. Si no se habla de las micropart¨ªculas del di¨¦sel, "es porque estos modelos incluyen filtros de part¨ªculas desde finales de los a?os noventa". Pero recalca que s¨ª se menciona ¡°la problem¨¢tica de los ¨®xidos de nitr¨®geno¡±, en el punto de mira de la UE desde el dieselgate. Por otra parte, subraya, "el reportaje no versaba sobre los efectos perjudiciales que estos elementos puedan tener sobre la salud. Si se me permite la comparaci¨®n, es como si le exigiera al presentador del tiempo que cada vez que vaya a hacer sol, recuerde que provoca c¨¢ncer¡±.

Respecto a las emisiones de CO2 que se producen a lo largo de todo el proceso de fabricaci¨®n se?ala: ¡°Es lo que se denomina emisiones en el ciclo completo, es decir, del ¡®pozo a la rueda¡¯, desde que se extrae el combustible hasta que se quema en el motor del veh¨ªculo. Sin embargo, y como tambi¨¦n concreta el art¨ªculo, los datos ofrecidos son los homologados bajo la legislaci¨®n vigente, y todos se refieren a la poluci¨®n que produce el autom¨®vil al circular, no al ciclo completo. Parad¨®jicamente, un autom¨®vil el¨¦ctrico (que no contamina al rodar) es el que presenta mayores emisiones en este ciclo integral¡±.

Precisa, adem¨¢s que la publicidad de El Motor es independiente de la del diario.

El reportaje se centraba en la situaci¨®n del sector automovil¨ªstico ante las medidas de reducci¨®n de emisiones adoptadas. EL PA?S ha abordado en otros textos el fraude de las emisiones de los di¨¦sel, conocido como dieselgate.