Este suelo es una joya
El mosaico Nolla, producido en Valencia entre 1860 y 1920, es un pavimento decorativo tan singular como ic¨®nico. Fue olvidado durante d¨¦cadas, pero dise?adores y arquitectos tratan ahora de recuperarlo y reivindicar su valor art¨ªstico.
Dise?ado y producido en Espa?a, el mosaico Nolla es un pavimento decorativo tan preciado como poco conocido. En el mejor de los casos, acaba confundido con el suelo hidr¨¢ulico. La f¨¢brica de Miguel Nolla en Meliana (Valencia) lo desarroll¨® desde 1860 hasta 1920. Y se sigui¨® comercializando en todo el mundo hasta los a?os sesenta del pasado siglo. Ahora, arquitectos e interioristas, como Jaime Hay¨®n, uno de los dise?adores espa?oles con mayor proyecci¨®n internacional, tratan de recuperar y reivindicar el valor de estas hermosas piezas. Un producto, en opini¨®n de Hay¨®n, ¡°sumamente original y muy moderno, con unos acabados de color y un envejecimiento geniales, aun despu¨¦s del paso del tiempo¡±. As¨ª lo prueba el suelo de su estudio de Valencia.
Otros muchos mosaicos Nolla perviven todav¨ªa en casas del Levante. A veces, escondidos bajo pavimentos m¨¢s recientes; y otras, descascarillados y olvidados, a la espera de una restauraci¨®n que les devuelva el esplendor que les corresponde. Se trata de unas peque?as teselas de gres en colores planos con las que se componen dibujos combinando modelos de distintos formatos, tama?os y tonalidades. Aunque suelen confundirse con las baldosas hidr¨¢ulicas, las diferencias son notables. Estas ¨²ltimas son m¨¢s grandes (habitualmente tienen un tama?o de 20¡Á20 cm); pueden ser de un solo color, pero tambi¨¦n incluir un dibujo, y est¨¢n elaboradas a partir de una base de cemento, lo que las convierte en menos resistentes.
¡°Una de las particularidades de la cer¨¢mica Nolla es que el sistema de producci¨®n hace que su superficie sea mate, lo cual permite que no refleje y que el dibujo del mosaico, incluso en una habitaci¨®n con gran cantidad de luz, siempre se perciba perfectamente¡±, explica Xavier Laumain, integrante del estudio Arae, especializado en patrimonio y restauraci¨®n, y responsable de la rehabilitaci¨®n de la factor¨ªa de Nolla. ¡°En cambio, la superficie del hidr¨¢ulico se pule con el desgaste y acaba brillando m¨¢s¡±.
La factor¨ªa ocupa una edificaci¨®n levantada en torno a una antigua alquer¨ªa conocida como El Paulet y que el empresario valenciano Miguel Nolla utilizaba para exponer sus productos como se hace en los actuales showrooms. Para sus teselas, Nolla tom¨® como inspiraci¨®n la producci¨®n de Minton, una legendaria casa inglesa que ya trabajaba una cer¨¢mica de altas prestaciones producida de manera industrial, as¨ª como piezas geom¨¦tricas de colores para componer mosaicos. Miguel Nolla mejor¨® la calidad del material elaborando un gres cer¨¢mico superior y contrat¨® a un equipo creativo para que dise?ara sus variados cat¨¢logos. Este grupo asist¨ªa t¨¦cnicamente a arquitectos o constructores que deseaban realizar dise?os propios o personalizados.
¡°Los motivos que se pod¨ªan obtener con sus mosaicos eran muy complejos y coloridos¡±, prosigue Xavier Laumain. Nolla anhelaba que los suelos se percibieran como obras de arte y tuvieran tanta importancia como los techos o los cuadros. Quer¨ªa dignificarlos. Y aquello fue un planteamiento que lo cambi¨® todo. Las teselas eran un producto caro: solo la alta sociedad de la ¨¦poca pod¨ªa permit¨ªrselas. La f¨¢brica estuvo funcionando con la familia Nolla hasta 1920. Despu¨¦s cambi¨® de manos y se especializ¨® en otros productos. A pesar de ello, los mosaicos se continuaron vendiendo hasta los a?os setenta. Lleg¨® la expansi¨®n internacional. Y r¨¢pidamente aparecieron admiradores. ¡°Una empresa de Reus, de donde curiosamente era Miguel Nolla, hac¨ªa exactamente lo mismo¡±, recuerda Laumain. ¡°Gran parte del mosaico de este tipo que hay en Catalu?a podr¨ªa ser de esta otra empresa: Llevat¡±.
Otros fabricantes comercializaron versiones en cemento que en realidad eran teselas hidr¨¢ulicas. Las piezas de Nolla presentan por detr¨¢s un timbrado de la empresa, una fecha y un c¨®digo de producto que permite identificarlas, aunque en algunas ¨¦pocas se obvi¨® esta r¨²brica.
Para corroborar su autenticidad ¡ªde forma gratuita¡ª Xavier Laumain cre¨® en 2015 junto con otros especialistas en la materia el Centro de Investigaci¨®n y Difusi¨®n de la Cer¨¢mica Nolla ?(CIDCeN). Desde este centro tambi¨¦n se ofrece asesoramiento sobre c¨®mo cuidar y recuperar las piezas.
Un ejemplo reciente de esta actividad es la restauraci¨®n que el estudio Boor ha ejecutado con gran esfuerzo sobre parte del suelo de una casa del valenciano barrio del Carmen. La raz¨®n de elegir esta opci¨®n decorativa la explica uno de sus integrantes, Borja Mart¨ªnez: ¡°El mosaico Nolla recuerda que las cosas artesanas y de calidad duran d¨¦cadas. Por eso debe cuidarse, recuperarse e integrarse en las viviendas hoy¡±.?
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